Ha llegado a mis manos el libro Compatriotas: Exilio y retorno de Luis Muñoz Marín, escrito por Pablo José Hernández Rivera. A primera vista, las dos fotos de la portada dicen mucho.
En ambas fotos, Muñoz Marín se encuentra en el mismo lado y mira hacia la misma dirección. Ante si, hay diferentes escenarios. Eso brinda la lección de vida de que con el paso de los años cambian los escenarios, pero hay bases esenciales.
Mi primer gran recuerdo de Muñoz Marín, es del día de su fallecimiento ocurrido el 30 de abril de 1980. En ese tiempo, este servidor era estudiante de escuela Intermedia. Muñoz tenía la salud quebrantada y ocurrió lo anticipado; pero no dejó de ser impactante y hubo un ambiente de Semana Santa. No he vuelto a ver algo de ese nivel.
Ante esa muerte, mi madre fue conmigo a visitar a mis abuelos en Tallaboa. Cada cual tuvo su propio recuerdo del procer. Fue mi abuelo quien se levantó, miro hacia el horizonte como quien mirase otra escena en un viaje en el tiempo, y se secó las lágrimas con su pañuelo. Fue la primera y única vez que viva mi abuelo llorar.
Hoy veo que mi madre tuvo la sabiduría de entender que debía visitar a abuelos que fueron parte de una gesta histórica en 1940. La primera Revolución Pacífica de Puerto Rico, no fue la que en el 2019 provocó la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló. La primera Revolución Pacífica comenzó con el poder del voto en 1940 y le dio al país las mayores conquistas de justicia social, progreso y libertad integral. La foto de mis abuelos de esa época, Aurelio Martínez y Josefa Cruz, es toda una escuela.
Es una escuela que vio más allá de sus problemas inmediatos y no de dejó manipular, para abrazar la esperanza de la posible y realizable. Soñaron con nosotros e hicieron patria. A esa unión de grandes líderes y pueblo, en una vocación de fe y amor, hay que volver a la altura del siglo XXI y más allá.
A partir de 1980, comencé a estudiar sobre los partidos, los líderes y las fórmulas de status político. Me convencieron la información sobre Luis Muñoz Marín, el mensaje de Rafael Hernández Colón y la naturaleza no colonial y con plena dignidad del Estado Libre Asociado.
Llegué a mi convencimiento libremente; sin presiones ni manipulaciones. Doy gracias a Dios por esa bendición. Es mi deseo que algo así se fomente más en Puerto Rico. Por ejemplo, que en las escuelas, colegios y la cátedra universitaria se vean objetivamente los diferentes puntos de vista y no solo un lado a modo de adoctrinamiento.
El libro escrito por Pablo José, permite comprender unos trasfondos. También educa sobre la buena causa patria, el verdadero ideal que es la edificante realización humana y no una fórmula de status político, y el nivel de compromiso inherente a un liderazgo visionario, respetable y perseverante en la ruta correcta, en el buen camino.
El resultado del análisis, confirma que aspirar a ser líder o candidato(a) del Partido Popular Democrático, no es compatible con rechazar a Luis Muñoz Marín, a Rafael Hernández Colón y al Estado Libre Asociado.
La verdad es clara y directa: Los Estadistas se fortalecen en José Celso Barbosa, Miguel Ángel García Méndez y Luis A. Ferré. Los Independentistas se fortalecen en Eugenio María de Hostos, Pedro Albizu Campos y Gilberto Concepción de Gracia. Los Populares, Autonomistas, Estadolibristas y todos los puertorriqueños, se fortalecen en Román Baldorioty de Castro, Luis Muñoz Rivera, Luis Muñoz Marín, Rafael Hernández Colón y el Estado Libre Asociado.
Los pueblos se fortalecen en lo mejor de sus raíces y en romper con los estilos de soberbia, engaño, exclusión, y el cruel discrimen por edad o formación y nivel socioeconómico. Cada 100 años el mundo enfrenta fuertes huracanes, terremotos y pandemias. Nos ha tocado vivir un nuevo ciclo y hay que restaurar y edificar.
En Puerto Rico, el tema y obsesión "colonial", sólo habita en las conciencias colonizadas. Voy más allá: La crisis que originó la Ley PROMESA y la Junta de Control Fiscal, no fue causada por el Estado Libre Asociado, sino por malas prácticas administrativas.
Por consiguiente, los candidatos que señalan lo colonial, manipulan el tema de cambio del status político como si fuese varita mágica que resuelve todo, y evaden lo administrativo, no van con la verdad y proyectan que perpetuaran las malas prácticas administrativas. Porque lo mayor es la armonía entre los seres humanos, sólo quienes defiendan nuestra Constitución e instituciones y fomenten buena administración, tendrán capacidad para hacer patria y ser fieles a todo un pueblo.
El libro Compatriotas: Exilio y retorno de Luis Muñoz Marín, es gran medio para redescubrir la ruta. En unas conciencias será como un Damasco. En otras conciencias será un refuerzo y señal de confirmación. En todos, será una gran herramienta de estudio y reflexión. Adelante consagradamente.