El 31 de enero de 2023, fue noticia el fallecimiento de la artista y educadora Bassó.
En el tiempo de bachillerato en la Católica en Ponce, Puerto Rico, tomé cursos con la profesora Ana Margarita Bassó Bruno.
Fue magistral artista, incomprendida y con vastos conocimientos, y deja legados como el monumento a Pancho Coimbre.
Francisco "Pancho" Coimbre Atriles, fue un destacado pelotero, una gloria del deporte ponceño y puertorriqueño. Fue el mejor bateador de Puerto Rico y brilló deportivamente y con patriotismo en la década de 1940; fue grande por su humildad y más allá del campo de juego, siempre amó a Ponce y llegó a ser asambleísta municipal.
La profesora Bassó nos habló a los estudiantes sobre cómo hizo esa obra en honor a Coimbre. Recuerdo como preparó los moldes a enviar para que se hiciera la versión en bronce. Al revisar en mi memoria la secuencia de momentos en esos años de estudio rumbo al bachillerato:
Recuerdo cómo en las clases unía con estilo único, sus conocimientos, su amor hacia lo arqueológico y las maravillosas obras de arte y arquitectónicas en diferentes paises, y las vivencias de sus viajes. Recuerdo la dinámica al hacer nuestra obra de escultura. Recuerdo la bendición de ver cómo llegó la obra en bronce de Coimbre para eventualmente ensamblar y colocar en su lugar permanente que sigue siendo al momento de escribir estas palabras, frente al edificio de la Secretaría de Recreación y Deportes en Ponce, Puerto Rico.
Comparto una foto del final de la década de 1980 cuando llegó desde la fundición, el monumento a Pancho Cumbre en bronce al salón de escultura de la Universidad Católica de Puerto Rico, antes de recibir el título de Pontificia (aparecemos en la foto este servidor, el compañero de estudios Arturo, y la profesora Bassó):
Recuerdo que Bassó decía que "lo más importante en el arte es la observación". Mucho tiene que observar cada alma desde adentro.
Tenía muchas ideas. Uno de los proyectos que definió bien, pero no logró que llegara a feliz término, fue el de un vía crisis enfocado en las manos. Comparto una foto de parte de esa obra que hubiese creado paradigmas:
Tienen que cambiar la mirada y el concepto hacia los artistas. La soledad no es buen destino y el dolor no merece ser ignorado con la muletilla de "así son los artistas" o el error histórico de que los artistas tienen que tener un determinado destino que valora sus corazones cuando ya no palpitan.
Aún estando en un mundo imperfecto, no tiene que así siempre y se pueden crear nuevos paradigmas.
Bueno será recordar y honrar a Bassó, pero mejor hubiese sido darle esa justicia en vida. Mayor es dedicarle una nueva conciencia que reconozca a los artistas como regalo de Dios y al arte como fuerza creativa que puede levantar al país.
Haya gozo eterno para el alma de Ana Bassó Bruno y sabiduría para las almas en perseverancia.
Comparto otra foto que tomé de Bassó en aquel salón-taller universitario; haya en la Eternidad el gozo y la justicia que mereció y que no siempre imperan en este mundo imperfecto:
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