En Juan 2:1-10 tenemos los siguientes puntos:
* María recurre a Jesús al terminarse el vino que era esencial en una boda en aquel tiempo.
* En lo inmediato Jesús le dijo que no ha llegado su hora; pero eso no detuvo a María.
* María dijo a los sirvientes: "haced todo lo que Él dijere"; así son las Madres al no desistir.
* Jesús amó a su madre y obró el milagro de convertir agua en vino.
* Cuando el jefe de los sirvientes probó el nuevo vino, destacó que era el mejor.
De ese relato bíblico, destacó las siguientes lecciones siempre vigentes:
* María ejemplificó la gran lección de recurrir a Jesús al necesitar ayuda. No es malo recordar al Señor en la calamidad; lo importante es no olvidar al darse la solución.
* Jesús cumplió con el mandamiento en amar a su madre y cedió; y María cumplió con reconocer que Jesús es el Señor y el único abogado e intercesor.
* Hacer lo que dice Jesús aplica a cada caso en forma única e incluye mandamientos como el Día de Reposo y honrar a los padres.
* Jesús convirtió agua en vino; en una dinámica que no fomenta la bebida ni las borracheras que no avala la Palabra. Existen muchos tipos de vino, incluyendo la fórmula de porciones de vino y agua para disfrutar el exquisito sabor del vino sin tener lo embriagante. Esa fórmula unifica el empleo de jugo de uva en la Santa Cena y la mezcla de agua con vino en la Misa.
* Así, el estudio bíblico y el estudio histórico coinciden en que lo más probable es que Jesús empleó vino sin factor embriagante para degustarlo y disfrutarlo mejor.
Hay parejas con recursos que viajan hasta Caná para casarse o renovar votos matrimoniales. Eso es respetable y bonito.
Sin embargo, lo esencial es buscar que en el supremo milagro de amor que una a dos personas supera do oposiciones y creando un nuevo mundo para sí, está en tener a Jesús como el Centro.
Video Explicativo desde Caná: https://youtu.be/l6W8yvTYclg?si=KG5vjts-zjpXHw70
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