miércoles, 13 de junio de 2012

El verdadero heroísmo es real y puede mucho


De la película “Avengers”, a muchos les gusta la escena en que Hulk vence a Loki, y me incluyo ahí. Sin embargo, hay otra escena muy bien lograda y con gran significado:



Es la escena en Alemania, en que Loki exhibe algo de “su poder” e infunde temor para que las personas se arrodillen ante él.



Ahí, un anciano se levanta al expresar que ese aspirante a ser un “dios”, no era muy diferente de los hombres que se creen demasiado por posiciones y posesiones.



Ese anciano en pie, con la mirada única de la perspectiva fruto de una sumatoria de años, habló con valor y serenidad; no se dejaba dominar por el natural temor, por tener una base más firme que la base de los que se sienten grandes y que pueden abusar.



No solo me recordaba a tantos que sufrieron el holocausto judío desatado por el régimen nazi (combatido en el mundo de las historietas por el Capitán América). Me recordó a muchos que se levantan ante tempestades y perseveran por puro amor.



La llegada del Capitán América al rescate en el momento justo (héroe que tiene conciencia histórica y principios, lucha con la fuerza que viene del alma, no se arrodilla ante los que se creen ser “dioses” o ser superiores y no tolera abusos), es lo más que se necesita para inspirar y motivar a ver que se puede crecer y llegar a ser parte de las soluciones, en tiempos en que se llega a pensar que no es posible el heroísmo.



Son héroes los que con dignidad e identidad se atreven a la buena obra, a decir no al mal, a defender y ser firmes en buenas causas, a dar a cada una de sus actividades un toque de consagración y a hacer del servir bien, una vocación que da luz en el mundo.



Se puede hacer la diferencia. Se puede tener el uniforme de valores definido por el poder que viene de adentro, y los recursos de la fe sabia. Se puede hacer de cada día de vida, la heroica jornada que agrada al Supremo Escritor. Dios ilumine a todos.

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