Cuando Luis Muñoz Marín celebró la victoria electoral del Partido Popular Democrático en 1944, hubo suma ternura cuando el firme líder, abrió el corazón al abrazar a su madre.
Cuando Rafael Hernández Colón juramentó como Secretario de Justicia del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en 1965, hubo suma emoción cuando su padre (que le tomó juramento) abrió el corazón más allá de su férreo carácter para abrazar a su hijo.
Todo un mundo puede ser contenido en un abrazo. En Mateo 15:4 Jesús dice: "Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente".
La contundencia de esas palabras, confirma que grande fue el abrazo de Jesús con José y María. La vigencia de esas palabras, confirma que hay abrazos definitorios:
* Abrazos de amistad, amor y reconciliación.
* Abrazos de paz y del regreso a casa.
* Abrazos que sensibilizan y humanizan.
* Abrazos que hacen presente al Señor para personas en dolor, necesidad y soledades.
* Abrazos de pasión y edificación.
* Abrazos de formación y sanación.
* Abrazos que sanamente convierten el "No" reflejo de heridas internas, en el "Sí" que da luz con el testimonio de nueva vida.
* Abrazos que son bálsamo en caídas y que perfeccionan logros.
* Abrazos solidarios y de liberador perdón.
* Abrazos que unifican a generaciones.
Grande es el abrazo al comunicarle realizaciones a los padres, la pareja y la familia. Hondo es el ahogo cuando ya no están los padres físicamente para celebrar, o cuando hace falta restaurar lazos con quién se ama para que tenga sentido el progreso.
Aún colocando a Dios primero en todo, no es suficiente el libreto de que los padres están en el cielo, y carece de significado la antinatural expresión de mejor solo(a). Los más poderosos abrazos generan el nuevo yo y el luminoso nosotros.
Es desde la consagrada llenura de cada alma, que se potencia la constructiva dinámica familiar y comunitaria, y se hace patria. La revolucionaria fuerza de fe, amor y patriotismo, armoniza es nuevo Génesis. Adelante...
* "En cierta forma, la familia sí es un Puerto Rico chiquito y es la primera responsabilidad que yo tengo. Si mi entorno familiar no estuviera bien, yo no pudiera servirle a Puerto Rico con toda mi energía y con toda mi dedicación. Es desde mi familia que yo me proyecto para servirle a Puerto Rico. Es junto a mi familia y con mi familia. No podría hacerlo sin ellos". --Rafael Hernández Colón
* “La patria tiene el paisaje que amamos, sus colores y las estaciones, el olor de su tierra que humedece su lluvia, la voz de sus aguas de quebrada (la de mar es más como la de todas las patrias que dan al mar); sus frutos y canciones y formas de trabajo y de fiesta; sus platos de celebración y los austeros y socorridos con que afronta el sustento de todos los días; sus flores y hondonadas y veredas –pero, por sobre todo, su gente: el pueblo, la vida, el tono, las costumbres, las maneras de entender, de hacer, de llevarse unos con otros. Sin eso, la patria es nombre, o abstracción, o a lo sumo, paisaje. Con la gente, es patria-pueblo”. –Luis Muñoz Marín
21 de enero: Dia Nacional del Abrazo: https://nationaltoday.com/national-hugging-day/
Toda esta historia que acabamos de leer y observar nos hace Pueblo con nuestras características que nos definen diferentes a los demás.
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