Sembrar con expectativa de abundante cosecha es justo, sabio y correcto. Como gran ejemplo, la oración de Job no fue desinteresada y le generó un nivel de bendición material y espiritual superior a todo lo que había tenido y vivido antes. Veamos:
Tradicionalmente, se emplea la expresión de “Dios da y Dios quita” para fomentar conformismo. Eso es manipulación malsana; probablemente como parte del nocivo culto a la pobreza y el sufrimiento impuesto por la colonización hace más de 500 años. La Palabra tiene otra perspectiva:
En parte del libro de Job está el pensamiento de “Dios da y Dios quita”, pero el relato no terminó ahí y el mensaje del libro de Job es todo lo contrario. En términos directos y sencillos:
En Job 42:1-9 Job reconoce la grandeza de Dios. En parte reconoce que no “hay pensamiento que se esconda” de Él, pero no revela detalles de sus pensamientos. Eso dice mucho. Los sueños a realizar se mantienen en secreto porque incluso en el lugar de congregación, habrá quien no esté de acuerdo con la consagrada prosperidad o la sanidad milagrosa, por heridas internas o conceptos incorrectos.
Esos sueños a realizar que son el secreto entre la persona y el Eterno, son grandes porque armonizan la propia felicidad de la persona con ir más allá de su ser al ser canal de bendición. En derrota y escasez impera la tristeza y la inercia. En prosperidad y victoria se puede ser parte de las soluciones y ayudar efectivamente a los demás desde el alegre corazón y la conciencia estable en un mundo imperfecto.
Asi, llegamos a Job 42:10:17, en que Job recibió bendición y multiplicación luego de orar por otros. El mensaje del libro de Job NO es “Dios da y Dios quita”. El mensaje del libro de Job es que Dios premia al cambio real con restauración, bendición y multiplicación.
Si Job hubiese orado en forma desinteresada, hubiese pedido que Dios le diera esas bendiciones concretas a otros. Las recibió porque sabía que las merecía y así podía dar edificante testimonio a las generaciones. Le toca a los creyentes y todNoos, romper cadenas depresivas y buscar la vida en abundancia tal como se expresa en Juan 10:10; para trazar la ruta hacia la Eternidad desde la salud integral, los milagros de amor, la felicidad y la plenitud en esta tierra.