viernes, 17 de enero de 2020

Puerto Rico: Volver a la "normalidad", NO es la mejor opción.


Veamos la cronología:

* El 28 de diciembre de 2019 comenzó una secuencia de temblores en el sur de Puerto Rico.

* El 6 de enero de 2020 ocurrió un fuerte sismo al sur de la Isla, como fruto de un enjambre sísmico. Se pensó y se deseó que no ocurriera un temblor más fuerte, pero no fue así.

* El 7 de enero ocurrió un terremoto 6.6 (7 para efectos prácticos) con epicentro al sur de la patria puertorriqueña. La Cordillera Central fue barrera que separó al norte de estos jamaqueos.

* El saldo en el sur de estos temblores, fue devastador. Aún así, el sentido de protección y solidaridad del pueblo fue mayor. Esa es la mejor zapata y procede una nueva obra de integral edificación.

* En los días siguientes, han seguido réplicas. Ojala que no se repita un terremoto mayor; comprendiendo que son realidades naturales y no castigos de Dios.




En la medida que hay un ritmo de disminución en los temblores, lo que toma tiempo hasta detenerse, se va generalizando la expresión de "volver a la normalidad. Hay que ver algunos ejemplos de la "normalidad" de  Puerto Rico antes de los terremotos y antes del azote del huracán María en el 2017:

* Aumento de la violencia en los hogares.

* Aumento en la criminalidad y falta de apoyo a los policías.

* Aumento en los casos de depresión; que se agravan cuando reciben clichés y libretos memorizados por consejería.

* Cierre de escuelas y falta de apoyo a los maestros.

* Una crisis que originó la Ley PROMESA y la Junta de Control Fiscal; que no fue causada por el sistema constitucional, sino por malas prácticas administrativas y el lastre de la corrupción.

* Aumento en el desempleo, quiebras y la limitación de oportunidades.

* La reducción de jornada que empobrece. Se agradece el sustento, pero se necesita la jornada completa.

* Discrimen por edad.

* Abandono a envejecientes y necesitados.

* Falta de apoyo a las organizaciones sin fines de lucro.

Volver a esa "normalidad", NO es la mejor opción para Puerto Rico. Se necesita más que el cliché de "acostumbrarse a una nueva realidad". Como muestra, se necesita:

* Rescatar la buena administración y frenar la corrupción.

* Rescatar la debida atención a la Educación, la Salud y la Seguridad; el apoyo a las artes, el deporte, el patrimonio cultural y todas las áreas que fomentan superación, progreso y buena calidad de vida.

* Apoyar a las organizaciones sin fines de lucro.

* Lograr el propósito de jornada completa y justos beneficios para todos los trabajadores.

* Erradicar el discrimen por edad y promover oportunidades para todos.

* Fomentar una positiva mente empresarial, con testimonios de que prosperar no es malo; que se puede tener abundancia en todo, con sana conciencia consagrada para bendecir; y que nunca es demasiado tarde para capacitarse y triunfar en una nueva empresa.

* Desarrollar nuevas iniciativas de apoyo a envejecientes y necesitados.

* Fomentar la reunificación humana.

* Perfeccionar las consejerías, las prédicas y la atención a la salud mental.

* Las edificaciones que resistieron bien ante los temblores, pasan a ser modelo para nuevas edificaciones. En particular, los edificios de residenciales públicos que superaron la prueba, son excelente modelo para construir nuevos apartamentos en la Isla; y en el proceso, superar las brechas clasistas y socioeconómicas.

* Para Ponce, es recomendable cambiar lo de zona histórica por estructuras históricas; con el fin de preservar las estructuras salvables, y propiciar nuevos proyectos comerciales y viviendas para personas de ingresos bajos y moderados en el casco urbano.

* Para la extensión territorial de Puerto Rico, procede cambiar la centralización por descentralización y municipalización.

* Para el Departamento de Educación, es recomendable revisar si escuelas cerradas tienen estructuras seguras y pueden servir nuevamente.

El fin todo eso y más, es para lograr progreso con equidad y una patria para todos.


Al escribir así, recuerdo que hubo días estudiantiles en Ponce High en que me visualizaba asumiendo responsabilidades electivas. Desarrollé ideas políticas y religiosas con esencias de armonía. Con el paso de los años, entendí que el ejercicio de liderazgo que hace patria, supera moldes y se logra en lo cotidiano desde la diversidad de roles y vocaciones.

Ese entendimiento sobresale hoy. Ante nuevos retos y el futuro incierto, la nueva edificación de Puerto Rico requiere lo mejor de todos, perfeccionar sistemas y dejar atrás lo estilos de división y egocentrismo. Procede edificar con visión y amor:

* Comenzar desde una nueva dimensión de oración y de agradecimiento. Ama lo que tienes y consagra todas tus realizaciones y todo lo que deseas lograr.

* Comenzar desde los testimonios de paz, perdón, reconciliación, reunificación y restauración para crecer como seres humanos.

* Comenzar desde la mejor planificación y desarrollo.

* Comenzar desde lograr que los pensamientos positivos en las redes vayan de la mano con estilos de vida de diálogo constructivo y armonía.

* Comenzar desde las buenas obras que vivifican la fe y el luminoso nosotros.

Para Puerto Rico, no procede volver a la normalidad; procede realizar y consagrar una nueva y mejor realidad. Lo mayor es dar gracias por la nueva oportunidad de vida. Adelante en la vida como causa y vocación de amor.

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