Durante años, he escuchado el libreto y cliché de "dar gracias por lo bueno y por lo malo". Con el paso del tiempo, cada día confirmo con mayor certeza y evidencia, que ese libreto --transmitido con buena intención o transmitido en confusión-- es incorrecto. Veamos:
Es encomiable cuando se recurre a ese libreto con un sano deseo de exaltar la humildad. Lamentablemente, al incluirse lo de dar gracias por lo malo, se cae en fomentar conformismo y estancamiento; lo que es anillo al dedo para quienes buscan manipular y beneficiarse de los demás.
En los peores casos, se emplea lo de dar gracias "por lo bueno y por lo malo" para proyectar una "espiritualidad" o congraciarse con los demás partiendo de la noción manipuladora de expresar lo que se piensa que se quiere escuchar.
Si se acepta la doctrina de dar gracias "por lo bueno y por lo malo", habría que eliminar por completo el sistema de ley y orden; ya que los maltratos serían por un bien, los robos serían para enseñar a cuidar y valorar, y toda violación de derechos y a la persona seria para dar lecciones de vida. Lo humano y lo espiritual coinciden en no caer en lo irracional de agradecer lo malo.
Voy más allá: La doctrina colonial de "la letra con sangre entra", justifica maltratar en el salón de clase; de doctrinas en esa línea, se crea a los agresores y a quienes caen en corrupción. Jesús educó con amor y no con maltrato. Por consiguiente, dar gracias por lo bueno con humildad, es el buen paradigma para crecer y fructificar en el bien y ser canales de soluciones y de bendición.
La realidad es que lo correcto es dar gracias por lo bueno para educar y testimoniar que Dios es bueno y es amor. NO se da gracias por lo malo o el sufrimiento porque eso es masoquismo. Se da gracias por la capacidad de levantarse, crecer y vencer; NO se da gracias por el dolor o la flagelación.
En un mundo imperfecto, hay injusticias, incomprensión es, conflictos y dolores. No todo es malo y también hay testimonios de vida y victoria y motivos de gratitud. En ese escenario, glorificar al sufrimiento es contrario a la Palabra y a Jesús.
Jesús NO fomentó dar gracias por lo bueno y por lo malo. Jesús NUNCA le dijo a enfermos y cautivos que el Padre les envió la prueba y permitió la calamidad, o que hay más espiritualidad en la escasez y las penurias. Jesús fomentó restaurar, sanar, libertar y tener vida en abundancia.
En Juan 10:10 el mensaje es claro y directo: El enemigo vino para lo malo. Jesús vino para que tengamos vida en abundancia. Agradecer lo malo nos distancia de Jesús y voy más allá: El examen de conciencia me dice que lo negativo NO se origina en el Señor, sino en fallas y pecados. Al asumir responsabilidades en esa forma, dar gracias en forma correcta es heroico.
* Demos gracias por la vida, el techo, el sustento, y cada detalle cotidiano y alentador.
* Demos gracias por la capacidad de amar.
* Demos gracias por la capacidad de perdonar, abrazar y crecer en el nuevo yo y el luminoso nosotros.
* Demos gracias por el apoyo a nuestros comercios y empresarios; y por la conciencia de armonizar en nuestra tierra iniciativas locales y extranjeras.
* Demos gracias por todos los que luchan en contra de la Pandemia y en solidaridad con los afectados.
* Demos gracias por la capacidad de consagrar cada vocación y taller de trabajo.
* Demos gracias por la historia y potencialidades de nuestro sistema constitucional.
* Demos gracias por nuestra herencia cultural, por la sabiduría de fortalecer lo patrio con la conciencia multicultural, y por nuestras organizaciones comunitarias.
* Demos gracias por cada alma que ora y persevera, se supera y prospera en línea con el Señor.
* Demos gracias por peticiones, planes y sueños fundamentados en hacer grandes cosas para Dios; y por cada alma que redescubre el buen camino.
En fin, lo positivamente revolucionario propicia paz; adelante en la vida como causa y vocación de amor.
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Oración para dar Gracias: https://youtu.be/8BgmNxNAQ1k
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