El 20 de octubre de 2022, asistí a la presentación del libro dedicado a la vida y obra de Rafael Hernández Colón, que se llevó a cabo en el teatro Mons. Vicente Murga de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico en Ponce.
En la presentación, fue acertado el profesor Héctor Luis Acevedo al destacar lo accesible del libro, la buena selección de fotos y la respetable base de datos y evidencia. Veo que fue un innovador acierto del libro, incluir expresiones de estudiantes del Programa de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico sobre la Fundación Rafael Hernández Colón, y ser aliento a los nuevos historiadores. Sin embargo, hay otro aspecto:
El libro fue presentado el 1 de octubre en San Juan y el 20 de octubre en Ponce. Ponce y San Juan tuvo grandes significados en la vida de Hernández Colón. Ponce por lo formativo y el escenario de gestas patrióticas. San Juan por las luchas en un sistema de extrema centralización.
Con excepción de la autora y del licenciado Acevedo, y con sumo respeto, veo que los demás participantes en las presentaciones no estuvieron en línea con el libro y la vida y visión de Rafael Hernández Colón. Me baso en lo siguiente:
Vientos de cambio es el primer tomo de las Memorias de Rafael Hernández Colón. El relato sobre cómo Irma Gloria Morales llega a su oficina y las anécdotas en torno a Luis Mateo, son ejemplos que confirman una base de humildad y humanidad; y que diseñar paneles de presentación de obras dedicadas a Hernández Colón, requiere incluir a personas y temas que no siempre se toman en cuenta y que lo identificado como "académico" debería tomar más en cuenta.
En este texto no escribiré cómo veo que pudieron o debieron ser los papeles de presentación. Sí escribo que el libro Vida y obra de Rafael Hernández Colón: Gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico 1973-1976, 1985-1988, 1989-1992, es un gran aliento para que se siga escribiendo sobre el gran prócer, patriota y maestro. Sin embargo, merece infinitamente más que eso.
Para Rafael Hernández Colón, tres grandes temas y prioridades eran: 1) Dios 2) Familia 3) Luis Muñoz Marín. Con ese orden en mente, Hernández Colón supo hacer y consagrar patria.
Con ese orden en mente, no es solo recomendar que más libros tomen en cuenta eso. Ante Dios y las almas, que cada día más testimonios y mi propia existencia, puedan transmitir la efectividad de esa consagrada visión; que en esencia es hacer de la vida una causa de amor.
Siempre recordaré que para Rafael Hernández Colón no hubo retiro al completar la etapa de las responsabilidades electivas. Siempre fue idealista con los pies en la tierra y el corazón firme, organizado, creativo y dinámico; lo que ejemplifica que en la vida no hay puntos finales, sino puntos de comienzo. Adelante siempre en el buen camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario