El 8 de julio de 2025, el velatorio a David Seda en la funeraria Shalom Memorial en Ponce, Puerto Rico, une recuerdos, nociones de fe y la voz de la conciencia. Así, comparto una foto que tomé de David con Rafael Hernández Colón.
Tomé esa foto en 1999, en el tiempo de la campaña primarista de José Alfredo Hernández Mayoral para Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington DC, por el Partido Popular Democrático. Recuerdo su entusiasmo en esa campaña, y también sus lágrimas ante el resultado adverso.
Así era David, con grandes sentimientos. Comparto también una foto que nos tomaron en la Fundación Rafael Hernández Colón y una foto de mi graduación en Ponce High en 1985.
La foto de 1985 fue meses después de conocer a David. Ante la partida física de David y esa foto, recuerdo a mis padres, maestros, compañeros de estudio, los soles y escenarios, y tanta gente que conocí en la campaña de 1984.
Conocí a David Seda en 1984, cuando por primera vez ejercí el derecho al voto y comencé la activación política por convicción y libremente en el Partido Popular Democrático.
En 1976 David, con ideología independentista, hizo su ingreso al Partido Popular. David sabia que mi ideología estaba en la linea de una innovadora unión de Puerto Rico con Estados Unidos. A ambos nos convenció Rafael Hernández Colón con su estilo de respeto, armonía y edificación.
Esa escuela de Rafael Hernández Colón (quien siempre recordaba a Luis Muñoz Marín) nos alentaba a ser respetuosos y constructivos. Era bueno saludar a David, conversar y coincidir en grandes causas.
Hoy David y Rafael están en el cielo. Ambos tuvieron amor a Puerto Rico y sobre todo, una gran base de fe cristiana. David honró su línea Adventista (en el 2024 fui bautizado en la fe Adventista, y veo con sumo respeto a las diversas creencias porque el Eterno es Rey de todo y todos somos hijos de Él).
La privilegiada memoria para fechas y datos y la voz única de David Seda seguirá en recuerdos, en fotos y en los relatos que sigan llegando a las generaciones sobre la pasión para hacer y consagrar patria.
Mientras Dios lo permita, recordaré cómo comenzamos coincidiendo en la política, la forma en que acentuaba mi apellido "Berrios Martinez", y cómo la misericordia divina permitió que coincidieramos en la fe Adventista. Doy gracias. Al mismo tiempo, reconozco que al ir partiendo líderes y personas que han sido inspiración, se sienten soledades, se buscan respuestas y se ven los sentidos de seguir en esta tierra con más amplitud.
Descanse en paz, serenidad para su familia y sabia perseverancia para todos.
--Gerardo L. Berríos Martínez