Hoy es 12 de julio y he visto en
internet lo siguiente: “El 12 también compete al cristianismo porque corresponde
a la multiplicación de la trinidad por los 4 puntos cardinales”. El cristianismo
no es religión, es sentido y rumbo de vida.
Ser “cristiano” no es religión, un
género musical o una marca comercial. Ser “cristiano” no es ser perfecto o
inmune a lo que afecta al mundo. Ser “cristiano” es ser creyente; lo que
infunde una naturaleza revolucionaria al palpitar, al ver, creer, pensar y
hacer. Es buscar superarse a uno mismo con un norte mayor…
En la medida
que se acepta que Jesucristo fue y es revolucionario, entonces ser cristiano es
ser revolucionario; revolucionario no por los parámetros del mundo para esa
palabra, sino por el poder y los alcances del más puro y sincero AMOR.
La vida es una
causa de amor y vivir es cuestión de crecer, fructificar y bendecir en la
vocación. No se trata de un utópico concepto de amor, sino de una existencia
que trasciende y sabe agradecer, buscar sumar a la vida en una ruta de buena siembra
en todo lugar y educar a quienes fallan, consagrar todo pensamiento y toda obra
que edifica y da luz, apoyar lo justo, rechazar lo incorrecto y potenciar lo
constructivo.
Se crece en el
caminar, se ve mejor desde el orar y se vive mejor desde el amar. Con esa conciencia,
hoy 12 de julio hago un especial y significativo espacio en la jornada para
reconocer y felicitar a la joven mujer dinámica y gran alma con
dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el
nombre artístico de Melina León. ¡En verdad Dios se creció al crearla y se crece
al inspirarla!
Melina brilla
con luz propia y merece los aplausos, los sabios consejos y las constantes
oraciones para que el Creador sea hoy y siempre el principal Guía, Baluarte y
Origen de sabiduría y todo bien en la jornada. Melina trasciende nuestras
costas y en los cuatro puntos cardinales multiplica inenarrable inspiración y
admiración. Voy más allá:
En tiempos en
que agradezco a Dios la vida de mi madre y pido poder honrarlo, he escrito lo
siguiente:
“Gracias por confirmar que Tu Mano y
Presencia es real y Todopoderosa. Gracias por el llamado a ser humildes,
prudentes y constructivos para así, fomentar paz. Gracias Señor por el Damasco;
que llama a no olvidar y seguir pasos de fe y perseverancia, de concienciación
y perfeccionamiento. Gracias Señor por los testimonios y milagros que dan luz y
son prólogo…”
Hoy le sumo: Gracias
por Melina. Gracias por todo lo que en ella acentúa el buscar dar real amor,
valor y vida a la vida. Gracias porque ella sabe ser solidaria y transmitir las
palabras que son bálsamo y también jamaquean conciencias y corazones.
Hacer el bien
con sabiduría nos define mejor. Somos llamados a la consagración que es fe en
acción. Porque deseo vivir el cumplimiento de una promesa, a Dios consagro
todo… De perseverar con amor, fe, valor, visión y honor se trata la vida. Con
sumo respeto: Saludos en su día al Corazón de Mujer con el nombre
artístico de Melina León.
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