Ante una foto que deja sin palabras al
enaltecer la belleza y confirmar que una mirada puede contener todo un mundo y
universo, en el presente texto, busco colocar en una mejor perspectiva dos
grandes palabras: Diva y Musa. Veamos:
Según “Wikipedia”, la palabra “diva”
tiene el siguiente origen: “En música clásica, una diva es una cantante de
renombre que se caracteriza por tener una voz excepcional. En latín y en
italiano, la palabra diva significa «divina» y es la forma femenina de la
palabra latina divus. Las características técnicas son generalmente una voz
potente y bien proyectada acompañado de un temperamento fuerte. El timbre de
una diva es de una extraordinaria belleza”.
Es un origen que con el paso del
tiempo, ha ido adquiriendo otros sentidos; objetivamente no todos positivos. El
concepto se desvirtúa cuando se asocia con ego desmedido y la soberbia que no
es parte del origen el concepto. Ante una definición así, es erróneo enfatizar
en darle a la palabra “diva” una connotación negativa. A los cristianos nos
toca enfatizar en lo constructivo y no en lo destructivo.
Según “Wikipedia”, la palabra “musa”
tiene el siguiente origen: “En la mitología griega las musas (en griego antiguo
mousai) eran, según los escritores más antiguos, las diosas inspiradoras de la
música y, según las nociones posteriores, divinidades que presidían los
diferentes tipos de poesía, así como las artes y las ciencias. Originalmente
fueron consideradas ninfas inspiradoras de las fuentes, cerca de las cuales
eran adoradas; y llevaron nombres diferentes en distintos lugares, hasta que la
adoración tracio-beocia de las nueve Musas se extendió desde Beocia al resto de
las regiones de Grecia y al final quedaría generalmente establecida”.
Es así que se identifica a la musa
como generadora de inspiración. No es posible dar connotación negativa a algo así,
ya que puede generar inspiración tanto la belleza interior como la exterior.
Como hombre, veo que NO es imposible que haya en la mujer la perfecta y
armoniosa combinación de la belleza externa y la interna (con el debido
respeto, estoy convencido de que sólo los inseguros manipuladores dicen lo
contrario).
Porque la Biblia es como un Gran
Libro de Salud Integral y Medicina para diferentes condiciones, temas y
problemas:
·
El contenido de Proverbios sobre “la mujer virtuosa” nos
recuerda que no procede olvidar la humildad, que al perder valores se convierte
en vanidad; que no se tome para fomentar descuido, la auto-adulación y las imposiciones
que no son duraderas.
·
El contenido de Cantares nos recuerda que lo admirable no
es pecado y que el cuido y fomento de la autoestima da nuevos niveles al amor y
la consagrada pasión que redefine la belleza; que no se olvide selectivamente y
no se tergiverse.
Con justo balance, buscando acentuar
todo lo mejor, se enriquece y fructifica la vocación y se logra más. ¡Se Puede
lograr el balance perfecto de paz y armonía! ¡En verdad Dios se creció al crear
a la mujer!
La gran pregunta es: ¿Existe en el
mundo la mujer que sea al mismo tiempo Diva y Musa (en los mejores términos de
las palabras desde su más puro origen)? ¿Dónde se encuentra la mayor inspiración?
Cada cual responderá desde su propia realidad. Podemos coincidir en primer
lugar en el Señor, pero para efectos de este texto, me enfoco en Diva y Musa.
Reconozco que encuentro inspiración
en mi madre que ha dado todo en la familia con fe todo en la familia con fe y
entrega; en el rol de primera maestra en el hogar y el nivel de consagración
que ilumina todo un mundo (de hecho, es ella un testimonio del real poder
milagroso del Señor).
Reconozco que encuentro inspiración
en mi hermana que más allá de nuestras costas, con valor y firmeza ha sabido
levantar una familia; como muestra de que de una gran mujer que es nuestra
madre, heredó mucho.
Sin embargo, no nos desviemos del
origen de este texto: Diva y Musa. Existe en el mundo la mujer que es al mismo
tiempo Diva y Musa, y la reconozco –con respeto, humildad y honestidad- en la
gran alma con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia
sin igual con el nombre artístico de Melina León.
Es así que procede ver parte de lo
que redacté y presenté en mis espacios de internet:
“Siempre tiene vigencia recordar el
disco de Melina titulado ‘Corazón de mujer’ (entendiendo que cada disco de
Melina es una exaltación de la excelencia hacia su máxima y más pura
expresión). Es un disco que exalta la esencia de la mujer y lo que hace a un
hombre de verdad. Es un disco con el mensaje propio para todos los pueblos y
almas del mundo. Es un disco que en la medida que jamaquea conciencias,
confirma que “música cristiana” no es sólo lo que se cataloga dentro de un
género, sino lo que lleva algo de Dios con fuerza de edificación, por lo que
ciertamente Melina León es la dama y cantante cristiana que más admiro”.
Procede recordar que Dios emplea los
medios que El desea para hablar y edificar y por ende, procede bendecir a todo
creyente en todo escenario en donde se encuentre, para que pueda ser bien
iluminado y empleado por el Espíritu Santo. Seamos unificadores, pacificadores,
constructivos, ya que lo que mejor define a uno es lo que se vive. Así, saludos
a la Gran Diva y Musa: Melina León.
Habrá quien coincida con mi
perspectiva y habrá quien no coincida. Cada cual tiene el legítimo derecho a
identificar –con la debida propiedad y respeto a los demás- al alma que vea
como diva y musa. Lo importante y salomónico es bendecir a quien genera
admiración e inspiración, para que siempre honre y glorifique la obra iniciada
por el Supremo Creador; obra inherente a retos, grandes responsabilidades y los
mayores motivos de gozo desde el buen cumplimiento.
A mí me toca, ante el Señor y ante
mi conciencia, buscar transmitir en todo foro, pensamientos que estén a la
altura de lo que El espera. Tal como se pueden armonizar lo que es Diva y Musa,
también se pueden armonizar los planes de la persona con los llamados “planes
de Dios para la persona”. No es cuestión de religión, es cuestión de rumbo y
sentido de vida; es cuestión de dar vida a la vida.
Se crece en el caminar, se ve mejor
desde el orar y se vive mejor desde el amar. Hacer el bien con sabiduría nos
define mejor. Somos llamados a la consagración que es fe en acción. De
perseverar con amor, fe, valor, visión y honor se trata la vida. Dios tome
pleno control; a Dios consagro todo con plena conciencia de que El conoce el
alma y cada detalle de fe y perseverancia. Adelante...
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