Veo que la
mejor película del verano fue “Avengers”; e indudablemente será un éxito de ventas.
Ciertamente se logró un buen libreto que propició un buen desempeño de los
talentos en la actuación; y los efectos especiales y cada detalle de producción
son bien logrados. ¡”Avengers” es una exaltación al heroísmo real!
El heroísmo no es ciencia ficción, fantasía,
juego de niños o un imposible en el mundo. El heroísmo real da nuevas
dimensiones a lo que cautiva desde temprano, a lo que se lee, a lo que se ve en
películas y series, y a los héroes y heroínas que se admiran; hace de la vida
misma, la más apasionante aventura.
Hay heroísmo tanto en lo callado que
da todo lo mejor del ser, como en lo que comunica con prudencia para que el
testimonio dé luz de verdad y no aliente la soberbia. ¡Sí! ¡El heroísmo
consagrado es real y puede mucho!
Veo que un gran factor del merecido
éxito fue que al reinventar respetando la idea original que originó creativamente
a unos personajes, se lograron unos toques de excelencia, en tiempos en que se
necesita mucho heroísmo.
En contraste, “The Dark Knight
Rises” tiene sus méritos loables, pero se esperaba más por las
expectativas creadas. Tuvo la falta de unas apariciones adicionales de Batman
que abonaran a reivindicar al héroe que supera moldes ante los ciudadanos; pero
tiene el acierto de que se busca dar realismo y su lógica a la intensidad de
los dramas, y el gran mensaje de Bruce Wayne al levantarse de las caídas.
Considero que
lo de “épica conclusión” le queda demasiado grande, pero tiene el buen mérito
de explorar algo del interior de los personajes. Lo mejor es que Bruce Wayne
termina bien acompañado y no en soledad.
El ser humano
no es para la soledad. La soledad es necesaria en momentos como la oración o la
introspección, pero la vida es para crecer, sembrar y fructificar. El equipo de
Avengers creció al descubrir eso, y eso es heroísmo.
Así,
analizando ambas películas, considero que muy bien el Capitán América, como
gran líder y héroe, defensor y batallante de altos valores, se ha ganado el
derecho de viajar en el más emblemático vehículo de Batman. Inspiran y unen a
generaciones.
Lo
trascendente es alentar el verdadero heroísmo, que es perseverar
en lo digno que busca agradar a Dios con todo el ser y mediante el testimonio
que edifica y da luz.
Somos héroes
al luchar por la vida y siendo solidarios con lo justo y correcto. Podemos
vestirnos del heroísmo que hace la diferencia al dar fe en donde no la hay, al
saber decir no al mal, al saber decir sí a lo que suma a la vida de quienes se
ama y más allá, el bálsamo a los que lloran y sufren, el perdón que no es
simbólico y sí es camino de cambio y evolución, la solidaridad a quienes
resisten ante las manifestaciones de la corrupción, comprensión en donde se ha
perdido, apoyo al caído para levantarse, fuerza a las buenas causas, atención
debida al alma en formación y al alma que merece dignidad y tanto puede aportar
en los años dorados, el buen consejo que aporta a perfeccionar la jornada, potenciación
a quienes necesitan redescubrir que no es demasiado tarde, en fin, el heroísmo
no es ciencia ficción, fantasía, juego de niños o un imposible en el mundo. El
heroísmo real se atreva a vivir, perseverar y fructificar con el más abarcador
amor. Dios ilumine a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario