En
mi niñez, uno de mis juguetes favoritos fue la figura de acción de Steve
Austin, de la exitosa serie televisada de 1974 a 1978 de “The Six Million Dolllar
Man”. Mi padre la compró con gran espíritu complaciente ante mi deseo de
adquirir esa figura (algo propio de los niños de esa época).
No
olvido la magia e ilusión del momento al recibir y abrir la caja que contenía a
tan de moda juguete. La caja con ventana era en todo su diseño, una invitación
a crear aventuras mayores a las vistas en televisión. La sala de casa adquiría
nuevas dimensiones y ambientes en mis juegos.
Con
el paso de los años, mucho cambia. Me recuerda la canción "Cuando alguien
me amaba", en que se muestra cómo una niña tenía el tesoro de diversión en
su muñeca, pero al crecer cambia sus intereses y tira la muñeca al olvido. Se
puede tener cambios, pero no hay que tirar todo lo pasado al olvido.
En
mi caso, siempre conservé esa figura (que es parte de la primera serie de figuras
de esa línea) y hoy, al ver que todavía funciona el mecanismo de su brazo
derecho en combinación con su cabeza y un botón para levantar lo que simula un
motor, reviví buenos recuerdos y al mismo tiempo, amar con mayor perspectiva la
obra de mis padres y contemplé mi sumatoria. Ojalá mi padre y mi madre (que
están en el cielo), estuviesen presentes físicamente para leer estas palabras.
El
juguete que todavía funciona me hizo ver lo importante de la conservación. El
mensaje es que si se puede desarrollar la conciencia para conservar y
coleccionar, es porque se reconoce el valor de la historia, el sentido de
agradecimiento y el legado a generaciones.
De
no haber funcionado el mecanismo del brazo de esa figura que conservo, el
mensaje no hubiese sido menor. El que un tesoro de días dorados supere la prueba
del tiempo, con las huellas del paso de los años acentúa que el ciclo de la
vida llama a crecer de verdad y atesorar cada paso y momento.
Por
eso, el arte del juguete no es solo de niños. Mi mensaje a los adultos es: No
desechen juguetees por la mala cultura de botar. Edúquense y eduquen sobre el
arte de coleccionar y de preservar la vida de los juguetes. Si en edad adulta ven
que pueden adquirir que tuvieron o que deseaban adquirir en la niñez, no duden
en adquirirlo. No teman a las burlas y al qué dirán; ya que quien más critica y
señala lo hace porque lo desea. En ese valor está la más poderosa y real
madurez.
Que
los niños disfruten la más especial etapa siendo niños (que no se les haga avanzar
fuera de tiempo). Que los jóvenes y adultos confirmen el poder formativo de las
experiencias potenciadoras (que no se tiren al olvido los días de inocencia).
Que el deseo constante de revivir los más bonitos tiempos (en mi caso, el fluir
de la imaginación en mis juegos al amparo de la seguridad que inspiraban mis
padres), sean aliento de fe y en cada nostálgica lágrima de vida, un
apoyo-motor para seguir adelante.
Six Million Dollar Man Toy: https://www.youtube.com/watch?v=ene2z2vEhQI
Cuando
alguien me amaba: https://www.youtube.com/watch?v=BCKMsbaNbKw
Bionic Toy Collection: https://www.youtube.com/watch?v=xSpIkG9UYuU
The Six Million Dollar Man TV Intro: https://www.youtube.com/watch?v=UV17B8oq_cE
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