En
el tiempo identificado como “Semana Santa” o “Semana Mayor”, escribí
diariamente unos pensamientos en Facebook. Presento en este espacio esos
pensamientos, con el deseo de que no haya sido un receso tradicional más, sino
que pueda resonar e impactar; y sobre todo, con la voluntad de que honre a mis
padres que están en el cielo y que mucho perseveraron para hacer la primera
escuela de fe y amor en el hogar. Adelante…
1.
El Domingo de Ramos se
asocia con júbilo. Es un buen momento para recordar que ante la brevedad de la
vida, hay que buscar lograr el -real y no fingido- júbilo en todo lo posible.
El libreto tradicional de que lo que no se logre en vida se disfrutará en el
cielo, ya no funciona a cabalidad. Procede buscar vivir y disfrutar sanamente y
al máximo, ya que el tiempo perdido no regresa y la etapa perdida no se repite.
Que aumenten y fructifiquen los testimonios victoriosos que evidencien que dar
vida a la vida, funciona.
9
de abril de 2017
2.
En Lunes Santo se
recuerda la escena en que una gran mujer ungio los pies de Jesús. Que todo lo
mejor de la revelación y unción en la mujer, ilumine conciencias, corazones y
caminos.
10
de abril de 2017
3.
En Martes Santo se
recuerda que Jesús anunció que uno de sus discípulos lo traicionaría y otro lo
negaría. Es importante atender a la voz interior y al sexto sentido; y
desarrollar la más amplia capacidad de discernimiento. Que el principio de que
"nadie se engaña a sí mismo", fomente empatía y verticalidad; con el
entendimiento de que, aunque nadie es perfecto y se puede fallar por diversidad
de factores, todos podemos aspirar a evolucionar y mejorar, y crecer mediante
las buenas obras que definen lo que se es.
11
de abril de 2017
4.
En Miércoles Santo se
recuerda y contrasta la negociación de la traición por Judas, y la preparación
de la Pascua por Jesús. Los contrastes en la vida (de motivos de gratitud y
motivos de inquietud), son parte de las pruebas y realidades en un mundo
imperfecto. Procede recordar que el cristianismo es una positiva fuerza
revolucionaria ante las manifestaciones de la confusión y la oscuridad. Procede
alentar al corazón y la razón al ver que, aún habiendo traiciones, dolores y
frustraciones, también hay almas que revolucionan la realidad humana que tiene
virtudes y defectos; brillan por amar de verdad, perseveran con humildad y
definen heroicamente la fe con buenas obras.
12
de abril de 2017
5.
En Jueves Santo se
recuerda el origen de la Santa Cena. Que la mirada no se confine en lo ritual.
Que se vivifique el mensaje de internalizar y asimilar la lección de Jesús de
que la fe y la integral salvación se definen con amor, edificante conciencia,
heroica humildad y buenas obras.
13
de abril de 2017
6.
En Viernes Santo se
recuerda el sacrifico supremo de Jesús por un plan salvífico para la humanidad.
Eso no significa que a mayor sufrimiento, derrotas y pobreza, mayor cercanía
con lo divino. Tampoco significa que con dieta de mariscos y lo solo ritual se
cumple todo; y mucho menos que con siembras financieras en las congregaciones
se garantiza la victoria.
En
San Juan 10:10 Jesús dice que vino para que tengamos vida en abundancia, por lo
que el gran llamado es desarrollar talentos al máximo, fructificar, crecer,
amar a plenitud, disfrutar sanamente, definir la fe y el corazón con buenas
obras, ser humildes heroica y efectivamente, separar al grano de la paja para
no caer en las manipulaciones de ciertos religiosos que son todo lo opuesto a
Jesús, apoyar sabiamente todo lo justo y correcto que hace presente a Jesús, en
fin, dar vida a la vida en verdad victoriosamente.
14
de abril de 2017
7.
En Sábado Santo se
reflexiona sobre la pasión y muerte de Jesús, y se espera la Resurrección. Eso
va de la mano con que muchos aprovechan para limpiar, ir a los comercios y
hacer preparativos para la Fiesta de Pascua. Ante la tendencia tradicional de
olvidarse rápidamente el dolor de Viernes Santo, que no se olvide lo que en la
vida genera las más intensas oraciones, y se busque hacer de la Semana Santa
vivida, una experiencia transformadora y edificante que sea como faro luminoso
(luminoso por las obras que definen la fe, la razón y el corazón) ante los
demás y ante todo.
15
de abril de 2017
8.
Domingo de Resurrección
es la fuente de alegría y esperanza que origina al cristianismo para los
tiempos y las generaciones. Partiendo del sentido de la Santa Cena,
Resurrección es para internalizar y asimilar las lecciones de Jesús con el fin
de superar pruebas y crecer con nueva perspectiva de vida y aliento vencedor.
No es para una alegría fingida o para la indiferencia ante las tristezas
particulares de las personas, ya que es más digna y redentora la lágrima de
corazón, y es más respetable el rostro serio verdaderamente receptivo a una
vivencia forjadora, que un antifaz que pueda tender a la hipocresía y la
manipulación.
No
hubo un Domingo de Resurrección sin un Viernes Santo, por lo que en la vida no
faltan heridas y motivos de dolor. La mejor forma de transmitir gozo no es
meramente ropa nueva y cantos en congregaciones, es buscar: Dar el sabio
bálsamo a quien sufre o mucho ha perdido; respetar a quien no baila ni canta en
la fiesta de Resurrección, pero que desde de su compleja e intensa realidad,
persevera por un nuevo nivel de fe y luz; transmitir el buen mensaje libre de
tradicionales libretos caducos y clichés; vivir la empatía solidaria hacia
personas solitarias y enfermos que solos o con sus familiares y apoyos, merecen
ser parte de las celebraciones; romper con el discrimen socioeconómico y por
edad; en fin, hacer del amor y las buenas obras definitorias, la fuerza que
hace presente al Resucitado.
16
de abril de 2017
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