viernes, 9 de junio de 2017

El año pasado, la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos reconoció la naturaleza única del ELA, pero…

El 9 de junio de 2016, el Tribunal Supremo de Estados Unidos, tomó una determinación en el caso Puerto Rico v. Sánchez-Valle. Ahí, se presentó la controversia de que si pueden Puerto Rico y los Estados Unidos acusar a una misma persona por los mismos delitos sin que se viole la cláusula que prohíbe la doble exposición en la Quinta Enmienda de la Constitución federal.

La juez Elena Kagan emitió la opinión del Tribunal. En sus palabras, reconoció que es “única” la relación de Puerto Rico con los Estados Unidos. Reiteró que no se ofende la cláusula de doble exposición de la Quinta Enmienda de la Constitución federal cuando son dos “soberanos” distintos los que acusan por el mismo delito.

La juez Kagan fue clara al establecer que el término “soberanía” en este caso se enfoca exclusivamente en la definición de soberanía en el contexto de la cláusula que prohíbe la doble exposición de la Quinta Enmienda. Eso significa que el Supremo federal no revisó la soberanía política de Puerto Rico, se concentró en la cláusula de doble exposición de la Quinta Enmienda.

De lo anterior, se puede derivar que hablar de coloniaje o muerte del ELA es un error. El reconocer la relación de Puerto Rico con Estados Unidos como “única”, valida lo creativo del ELA. Voy más allá: La postura de la jueza Sotomayor en defensa de los mejores intereses de Puerto Rico, dejó al desnudo a ciertos líderes que en Puerto Rico no sirven bien al poner la esclavitud de la ideología por encima de todo.

El Secretario de Justicia de Puerto Rico de entonces, discrepó de la determinación del Supremo federal, pero la respetó, y explicó lo siguiente:
·         “La decisión de la Corte Suprema tiene un impacto limitado en el procesamiento criminal, puesto que sólo impide un procesamiento sucesivo cuando el delito local y el federal contengan los mismos elementos; cuando se trate del mismo delito.  Cuando el delito local y el federal sean distintos, no hay impedimento para el procesamiento criminal en ambas jurisdicciones”.

Es un hecho que el ELA no tiene el mismo nivel de soberanía de un país independiente y eso no es malo. El ELA es un pacto, un convenio. De hecho, el 25 de julio de 1982 Rafael Hernández Colón dijo: 
·         Una nueva dimensión de soberanía que brinda a las libertades civiles de los puertorriqueños las protecciones de dos constituciones: la constitución americana y la constitución del Estado Libre Asociado. Doble protección para el pleno disfrute de todos los derechos constitucionales que proceden de la común ciudadanía de los estados unidos de América. Valga, pues, decir que se acabó el debate sobre la constitucionalidad del ELA se acabó el debate sobre si el ELA es o no un territorio. Su carácter autónomo está plenamente reconocido. Ya no puede haber dudas sobre su soberanía dentro del sistema federal”.

El ELA fue bien creado en 1952 como fórmula con plena dignidad moral y política. Por ejemplo, en 1953, en el caso Mora v. Mejías, la Corte de Circuito establece: 
·         “Puerto Rico has thus not become a State in the federal Union like the 48 States, but it would seem to have become a State within a common and accepted meaning of the word … It is a political entity created by the act and with the consent of the people of Puerto Rico and joined in union with the United States of America under the terms of the compact”.
                           
Es decir: Se reconoce la validez del ELA. La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el 2016 reconoce la naturaleza única del ELA (que se creó con una esencia no colonial), pero ciertamente es ineludible el tema del status político.

Es cierto que la realidad de la Junta de Control Fiscal surgió por una deuda causada por malas prácticas administrativas, no por el ELA. Por ende, pretender culpar al ELA por la crisis económica y buscar la destrucción de tan buen sistema democrático-constitucional en base a manipular ese tema, es tan irracional, como si en un hogar se pretendiese demoler la casa propia que tanto requirió levantar y edificar, por las fallas administrativas del jefe o la jefa de familia. Sin embargo, también es cierto que hay que atender el tema del status político para fomentar un nuevo modelo de desarrollo socioeconómico.

Objetivamente, ante el éxodo de Puerto Rico hacia los Estados Unidos (no hacia otros destinos; y no ocurre un movimiento para salir de los Estados Unidos en busca de escapar de los impuestos o de cualquier otro factor), y la realidad de que la nación norteamericana evoluciona como nación multicultural (algo que en lo cotidiano y en cada testimonios de echar pa’lante sin perder la herencia cultural, supera a los funcionarios de turno y los dramas políticos), hablar de una ruta de izquierda para Puerto Rico es un error contrario a la historia, a las realidades puertorriqueñas y a lo mejor para la Isla. Perfeccionar la unión de Puerto Rico con Estados Unidos es la buena meta.

·         “El pueblo de Puerto Rico quiere la unión permanente con Estados Unidos. Lo ha demostrado consistentemente. Pero la quiere con el mayor ejercicio de su autoridad sobre sí mismo que sea compatible con esa unión”. –Luis Muñoz Marín



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