Tradicionalmente, con el Domingo de Ramos comienza la Semana Santa. Recuerdo con sentimiento y agradecimiento las veces que busqué ramas con mi madre y mi padre.
Sin embargo, siempre llega el momento en que cada persona debe tener introspección profunda y definir sus propias creencias, convicciones y rutas a seguir. En el Domingo de Ramos coinciden la base bíblica de la entrada de Jesús a Jerusalén y los debates sobre el enfoque en las ramas.
Aún así, en lugar de contiendas o señalamientos de idolatría o tradiciones (como lo originado hace más de 500 años por la colonización en ideas del nivel del culto a la pobreza y el sufrimiento que es contrario a Jesús y la Palabra), es mejor coincidir en el enfoque sano y amoroso en Jesús. Esa visión de respeto, honra y perfecciona las bases formativas.
Con esa perspectiva de paz y armonía, es propio explicar que la fe Adventista no sigue los ritos tradicionales de Semana Santa, pero sí destaca lo evangelístico para este tiempo (obra que está presente durante todo el año).
Son días en que lo evangelístico se desarrolla ante personas que se congregan y personas que no se congregan. Son tiempos en que va en aumento la tendencia de no congregarse y el mayor problema de salud mundial es la depresión.
Al reflexionar ante esas realidades, no proceden los regaños, los meros libretos y clichés, o hacer sentir culpable. Tampoco procede el simplismo que tiende a la indiferencia, de pensar que por ver a la persona bautizada y en el templo todo está bien (es correcto el pensamiento de que quien está en depresión no finge que está en depresión, finge que está bien).
En un mundo imperfecto, hay personas que no se congregan que están en soledad y hay personas que se congregan que están en más soledad. La Semana Santa es buen tiempo para meditar sobre la soledad de Jesús en la cruz, sobre cómo venció a la muerte, sobre la vida en abundancia en esta tierra con Él (Jesús dice en Juan 10:10 que vino para que tengamos vida en abundancia) y sobre el poder desde ahora de la segunda venida. No se edifica glorificando derrotas, se edifica como vencedores.
Ante soledades e incomprensiones, no te dejes consumir por tristezas y depresiones, y no abraces las tendencias masoquistas impuestas para facilitar la colonización y no por espiritualidad. Ante traiciones e injusticias, no optes por victimizarse y lamentarte; levántate, recuerda las veces que has fallado y busca testimoniar algo mejor. Busca glorificar al Eterno con el testimonio aleccionador que traza la ruta hacia la Eternidad desde la salud integral, la abundancia, la prosperidad, los milagros de amor, la felicidad y la plenitud en esta tierra. Adelante!!!
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Texto Explicativo Adventista:
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• ¿Por qué darle el “Sí” a la fe Adventista?
• Why say “Yes” to the Adventist faith?
Full Text:
https://batallante.blogspot.com/2024/04/por-que-darle-el-si-la-fe-adventista.html
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