miércoles, 11 de julio de 2012

Diva y Musa...


Ante una foto que deja sin palabras al enaltecer la belleza y confirmar que una mirada puede contener todo un mundo y universo, en el presente texto, busco colocar en una mejor perspectiva dos grandes palabras: Diva y Musa. Veamos:



Según “Wikipedia”, la palabra “diva” tiene el siguiente origen: “En música clásica, una diva es una cantante de renombre que se caracteriza por tener una voz excepcional. En latín y en italiano, la palabra diva significa «divina» y es la forma femenina de la palabra latina divus. Las características técnicas son generalmente una voz potente y bien proyectada acompañado de un temperamento fuerte. El timbre de una diva es de una extraordinaria belleza”.

                  

Es un origen que con el paso del tiempo, ha ido adquiriendo otros sentidos; objetivamente no todos positivos. El concepto se desvirtúa cuando se asocia con ego desmedido y la soberbia que no es parte del origen el concepto. Ante una definición así, es erróneo enfatizar en darle a la palabra “diva” una connotación negativa. A los cristianos nos toca enfatizar en lo constructivo y no en lo destructivo.



Según “Wikipedia”, la palabra “musa” tiene el siguiente origen: “En la mitología griega las musas (en griego antiguo mousai) eran, según los escritores más antiguos, las diosas inspiradoras de la música y, según las nociones posteriores, divinidades que presidían los diferentes tipos de poesía, así como las artes y las ciencias. Originalmente fueron consideradas ninfas inspiradoras de las fuentes, cerca de las cuales eran adoradas; y llevaron nombres diferentes en distintos lugares, hasta que la adoración tracio-beocia de las nueve Musas se extendió desde Beocia al resto de las regiones de Grecia y al final quedaría generalmente establecida”.



Es así que se identifica a la musa como generadora de inspiración. No es posible dar connotación negativa a algo así, ya que puede generar inspiración tanto la belleza interior como la exterior. Como hombre, veo que NO es imposible que haya en la mujer la perfecta y armoniosa combinación de la belleza externa y la interna (con el debido respeto, estoy convencido de que sólo los inseguros manipuladores dicen lo contrario).



Porque la Biblia es como un Gran Libro de Salud Integral y Medicina para diferentes condiciones, temas y problemas:



·         El contenido de Proverbios sobre “la mujer virtuosa” nos recuerda que no procede olvidar la humildad, que al perder valores se convierte en vanidad; que no se tome para fomentar descuido, la auto-adulación y las imposiciones que no son duraderas.



·         El contenido de Cantares nos recuerda que lo admirable no es pecado y que el cuido y fomento de la autoestima da nuevos niveles al amor y la consagrada pasión que redefine la belleza; que no se olvide selectivamente y no se tergiverse.



Con justo balance, buscando acentuar todo lo mejor, se enriquece y fructifica la vocación y se logra más. ¡Se Puede lograr el balance perfecto de paz y armonía! ¡En verdad Dios se creció al crear a la mujer!



La gran pregunta es: ¿Existe en el mundo la mujer que sea al mismo tiempo Diva y Musa (en los mejores términos de las palabras desde su más puro origen)? ¿Dónde se encuentra la mayor inspiración? Cada cual responderá desde su propia realidad. Podemos coincidir en primer lugar en el Señor, pero para efectos de este texto, me enfoco en Diva y Musa.



Reconozco que encuentro inspiración en mi madre que ha dado todo en la familia con fe todo en la familia con fe y entrega; en el rol de primera maestra en el hogar y el nivel de consagración que ilumina todo un mundo (de hecho, es ella un testimonio del real poder milagroso del Señor).



Reconozco que encuentro inspiración en mi hermana que más allá de nuestras costas, con valor y firmeza ha sabido levantar una familia; como muestra de que de una gran mujer que es nuestra madre, heredó mucho.



Sin embargo, no nos desviemos del origen de este texto: Diva y Musa. Existe en el mundo la mujer que es al mismo tiempo Diva y Musa, y la reconozco –con respeto, humildad y honestidad- en la gran alma con dones, belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León.



Es así que procede ver parte de lo que redacté y presenté en mis espacios de internet:



“Siempre tiene vigencia recordar el disco de Melina titulado ‘Corazón de mujer’ (entendiendo que cada disco de Melina es una exaltación de la excelencia hacia su máxima y más pura expresión). Es un disco que exalta la esencia de la mujer y lo que hace a un hombre de verdad. Es un disco con el mensaje propio para todos los pueblos y almas del mundo. Es un disco que en la medida que jamaquea conciencias, confirma que “música cristiana” no es sólo lo que se cataloga dentro de un género, sino lo que lleva algo de Dios con fuerza de edificación, por lo que ciertamente Melina León es la dama y cantante cristiana que más admiro”.



Procede recordar que Dios emplea los medios que El desea para hablar y edificar y por ende, procede bendecir a todo creyente en todo escenario en donde se encuentre, para que pueda ser bien iluminado y empleado por el Espíritu Santo. Seamos unificadores, pacificadores, constructivos, ya que lo que mejor define a uno es lo que se vive. Así, saludos a la Gran Diva y Musa: Melina León.



Habrá quien coincida con mi perspectiva y habrá quien no coincida. Cada cual tiene el legítimo derecho a identificar –con la debida propiedad y respeto a los demás- al alma que vea como diva y musa. Lo importante y salomónico es bendecir a quien genera admiración e inspiración, para que siempre honre y glorifique la obra iniciada por el Supremo Creador; obra inherente a retos, grandes responsabilidades y los mayores motivos de gozo desde el buen cumplimiento.



A mí me toca, ante el Señor y ante mi conciencia, buscar transmitir en todo foro, pensamientos que estén a la altura de lo que El espera. Tal como se pueden armonizar lo que es Diva y Musa, también se pueden armonizar los planes de la persona con los llamados “planes de Dios para la persona”. No es cuestión de religión, es cuestión de rumbo y sentido de vida; es cuestión de dar vida a la vida.



Se crece en el caminar, se ve mejor desde el orar y se vive mejor desde el amar. Hacer el bien con sabiduría nos define mejor. Somos llamados a la consagración que es fe en acción. De perseverar con amor, fe, valor, visión y honor se trata la vida. Dios tome pleno control; a Dios consagro todo con plena conciencia de que El conoce el alma y cada detalle de fe y perseverancia. Adelante...

No hay comentarios:

Publicar un comentario