La despedida del 2024 y la llegada del 2025 se dió en Puerto Rico en el escenario de un apagón injustificable. Las perdidas económicas deben haber sido más que millonarias.
El que se diera la voluntad de pueblo de no perder el significado y agradecimiento de vivir un nuevo año, no debe llevar al cliché de "lo bueno de", que tiende al conformismo y que puede ser empleado para manipular y fomentar malos ciclos.
Por ejemplo, el ciclo de indignarse para luego olvidar, impide que ocurra una voluntad sostenida que genere cambios y soluciones.
Así, en un mundo imperfecto, la mayor fuente de sabiduría y fuerzas está en Jesús.
En Lucas 2:16-21 se presenta el júbilo de los pastores ante José, María y el niño Jesús.
El que los más humildes recibieran una revelación suprema, constituye una lección poderosa para comenzar bien el año:
Descubrir y buscar vivir constantemente la razón, saber dar gracias, el corazón, el amor, la creatividad, la sensibilidad, calidad y divinidad inherentes a la humildad que no es conformismo, el dañino culto a la pobreza y el sufrimiento, o sumisión.
La capacidad de agradecimiento en el momento de superar una crisis, no debe llevar a más de lo mismo. La calidad de agradecimiento para honrar bien al Eterno y ser íntegro ante uno mismo y ante los demás, es inherente a hacer todo lo posible para realizar cosas diferentes, como saber exigir legítimos derechos, no resignarse a lo incorrecto, no ser manipulable y ser ejemplo de consagración, buen vecino, persona confiable y paz integral (paz que es mantener firme el timón ante la tempestad y no perder la conciencia y la memoria al continuar).
El cliché es "feliz año nuevo". El buen propósito es buscar hacer un año mejor.
La heroica y nueva dimensión de humildad es doblar las rodillas solo ante el Eterno, hacer el nuevo año con Él como parte esencial para la realización de sueños y propósitos en una vida sana y en abundancia para bendecir, buscar crecer y progresar para dedicar a Él cada testimonio de víctima y plenitud que dé inspiración al mundo, saber decir no constructivamente, saber decir sí a lo correcto, saber indignarse para ser parte de soluciones y buscar cada día hacer el nuevo tiempo, el nuevo yo y el luminoso nosotros desde el poder de la fe y el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario