jueves, 20 de abril de 2017

Hace diez meses Mami se fue al cielo… Misa Cumple Mes.

Por siempre para mí queda marcado el 25 de junio de 2016, porque en este día Mami se fue al cielo. Han pasado 10 meses. En verdad deseaba un tiempo adicional con ella, Adela Martínez Cruz, pero porque soy hombre, ¡sigo llorando de corazón y con razón!

El martes 25 de abril de 2017, se estará llevando a cabo la décima Misa de Cumple Mes por el eterno gozo y paz de Mami, en la Catedral de Ponce en la Misa de las 12:00 del mediodía. Quienes seguimos perseverando, mucho tenemos que buscar de lo trascendente, de lo eterno, de las grandes lecciones, de los motivos de vida.

El sábado 25 de marzo de 2017 se llevó a cabo la novena Misa de Cumple Mes en la Catedral de Ponce. Antes del comienzo de la Misa, el sacerdote dijo que era el cuarto domingo de Cuaresma y que el Evangelio sería sobre la curación de un ciego de nacimiento. Se refirió a la segunda colecta como la “colecta penitencial”, la que “duele en el bolsillo”. La expresión de la que “duele en el bolsillo”, sonó a que se busca que la persona dé el máximo posible, que lo sienta. Es la primera vez en mi vida que escucho eso en una Misa y me sonó a influencia de fuera del catolicismo.

Hubo una ceremonia de echar aceite en una tinaja (la del día fue la de la alegría). El enfoque del mensaje estuvo en el aceite. Por ser sábado en la noche, hubo las lecturas del siguiente domingo. Al llegar el momento del Evangelio, hubo el gesto de oscuridad, que fue escucharlo con los ojos cerrados.

El Evangelio fue según Juan 9:1-41:
En aquel tiempo, Jesús vio al pasar a un ciego de nacimiento, y sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quién pecó para que éste naciera ciego, él o sus padres?" Jesús respondió; "Ni él pecó, ni tampoco sus padres. Nació así para que en él se manifestaran las obras de Dios. Es necesario que Yo haga las obras del que me envió, mientras es de día, porque luego llega la noche y ya nadie puede trabajar. Mientras esté en el mundo, Yo soy la luz del mundo".
Dicho esto escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva, se lo puso en los ojos al ciego y le dijo: "Ve a lavarte en la piscina de Siloé” (que significa 'Enviado'). Él fue, se lavó y volvió con vista. Entonces los vecinos y los que lo habían visto antes pidiendo limosna, preguntaban: "¿No es éste el que se sentaba a pedir limosna?". Unos decían: "Es el mismo", Otros: "No es él, sino que se le parece". Pero él decía: "Yo soy”. Y le preguntaban: “Entonces, ¿cómo se te abrieron los ojos?" Él les respondió: "El hombre que se llama Jesús hizo lodo, me lo puso en los ojos y me dijo: 'Ve a Siloé y lávate'. Entonces fui, me lavé y comencé a ver". Le preguntaron: “¿En dónde está El?” Les contestó: "No lo sé". Llevaron entonces ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día en que Jesús hizo lodo y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaron cómo había adquirido la vista. Él les contestó: "Me puso lodo en los ojos, me lavé y veo". Algunos de los fariseos comentaban: "Ese hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado". Otros replicaban: “¿Cómo puede un pecador hacer semejantes prodigios?" Y había división entre ellos. Entonces volvieron a preguntarle al ciego: "¿Y tú, qué piensas del que te abrió los ojos?" Él les contestó: "Que es un profeta". Pero los judíos no creyeron que aquel hombre, que había sido ciego, hubiera recobrado la vista. Llamaron, pues, a sus padres y les preguntaron: “¿Es este su hijo, del que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?". Sus padres contestaron: "Sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. Cómo es que ahora ve o quién le haya dado la vista, no lo sabemos. Pregúntenselo a él; ya tiene edad suficiente y responderá por sí mismo". Los padres del que había sido ciego dijeron esto por miedo a los judíos, porque éstos ya habían convenido en expulsar de la sinagoga a quien reconociera a Jesús como el Mesías. Por eso sus padres dijeron: 'Ya tiene edad; pregúntenle a él'.
Llamaron de nuevo al que había sido ciego y le dijeron: "Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador". Contestó él: "Si es pecador, yo no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo". Le preguntaron otra vez: “¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?". Les contestó: "Ya se lo dije a ustedes y no me han dado crédito. ¿Para qué quieren oírlo otra vez? ¿Acaso también ustedes quieren hacerse discípulos suyos?". Entonces ellos lo llenaron de insultos y le dijeron: "Discípulo de ése lo serás tú. Nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios. Pero ése, no sabemos de dónde viene". Replicó aquel hombre: "Es curioso que ustedes no sepan de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero al que lo teme y hace su voluntad, a ése sí lo escucha. Jamás se había oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder". Le replicaron: 'Tu eres puro pecado desde que naciste, ¿cómo pretendes darnos lecciones?". Y lo echaron fuera.
Supo Jesús que lo habían echado fuera, y cuando lo encontró, le dijo: "¿Crees tú en el Hijo del hombre?”. Él contestó: "¿Y quién es, Señor, para que yo crea en Él?". Jesús le dijo: "Ya lo has visto; el que está hablando contigo, ése es". Él dijo: "Creo, Señor". Y postrándose, lo adoró. Entonces le dijo Jesús: "Yo he venido a este mundo para que se definan los campos: para que los ciegos vean, y los que ven queden ciegos". Al oír esto, algunos fariseos que estaban con Él le preguntaron: “¿Entonces, también nosotros estamos ciegos?”. Jesús les contestó: "Si estuvieran ciegos, no tendrían pecado; pero como dicen que ven, siguen en su pecado".

La Primera Lectura fue de 1 Samuel 16: 1.6-7. 10-13. En esa Lectura, se relata que David fue ungido, aun siendo el menor. Dijo el sacerdote Julio que David era pastor de ovejas y se trataba del peor de los trabajos, pero aunque los hombres ven la apariencia, Dios ve el corazón. David fue ungido y en el Evangelio, el ciego que pedía limosna, vio la luz.   

Terminada la homilía, hubo una ceremonia en que personas depositaban botellas de agua como signo de buenas obras que han hecho. Destacó el sacerdote que en las buenas obras, hacemos presente a Jesús. Eso es muy cierto. Tiempo después hubo la Semana Santa y la imagen de Jesús fallecido que se encuentra en la Catedral, es fiel recuerdo de la naturaleza mortal compartida por todos; y que no hubo un Domingo de Resurrección sin un Viernes Santo, por lo que en la vida no faltan heridas y motivos de dolor. La mejor forma de transmitir gozo no es meramente ropa nueva y cantos en congregaciones, es buscar: Dar el sabio bálsamo a quien sufre o mucho ha perdido; respetar a quien no baila ni canta en la fiesta de Resurrección, pero que desde de su compleja e intensa realidad, persevera por un nuevo nivel de fe y luz; transmitir el buen mensaje libre de tradicionales libretos caducos y clichés; vivir la empatía solidaria hacia personas solitarias y enfermos que solos o con sus familiares y apoyos, merecen ser parte de las celebraciones; romper con el discrimen socioeconómico y por edad; en fin, hacer del amor y las buenas obras definitorias, la fuerza que hace presente al Resucitado. Ese día de la novena Misa, me había enterado del fallecimiento de alguien que pedía limosna en silla de ruedas en la zona histórica de Ponce.

Lo lamenté mucho porque recuerdo que una vez iba por el pueblo con mi madre (caminando ella con andador) y mi hermano, y ese hombre no nos pidió la tan necesaria limosna. De su corazón surgió obsequiarle a Mami las dos mejores chinas que tenía, que probablemente eran su buen alimento. Ne he visto ese nivel de generosidad en el liderato religioso y/o político de la Isla. No se trató de lo que pudiésemos dar a un mendigo, se trató de lo mucho que nos dio en ese instante. Se confirmó que Dios emplea los medios que Él desea para responder y obrar.  

Ante tantos recuerdos, la muerte y las teorías sobre la “buena muerte” siguen siendo el mayor misterio. ¿Imperan siempre el “tiempo de Dios” y la “voluntad de Dios”? En un mundo en que hay más de 4,000 religiones, es propio buscar trascender y encontrar lo correcto que en verdad edifique a todo el ser. Cuando dejan de funcionar los clichés y los tradicionales libretos memorizados, comienza la verdadera búsqueda del genuino bálsamo y de la verdad. Es en ese nivel que se puede crecer como seres humanos. Que se redefina el tiempo de Dios como cada obra y hazaña que hace presente algo positivamente impactante y revolucionariamente trascendente.

Mi madre tenía una voz que daba serenidad ante todo, y una sensibilidad y humildad que le daban autoridad. ¡Que mucho se necesita hoy ese nivel de cátedra y serenidad que respeta y no necesita recurrir al grito o al estilo cuestionable! Imposible contener las lágrimas al recordar la última vez que mi madre me dijo “Dios te bendiga”.

Mi madre mereció más en la vida, y al mismo tiempo le dio luz a todo lo que tuvo y alcanzó. Haya gozo eterno a ella y paz a todos los que seguimos perseverando. ¡Mi alma sigue llorando con la inspiración en quien afirmó que Dios se creció al crear a la mujer! ¡Sigo llorando y sentidas lágrimas permanecen en el interior; con amor, sentimientos y todo lo que supera palabras! ¡Lloro de corazón y con razón!

A 10 meses de distancia, reafirmo: Mami siempre en el recuerdo, perseverancia y fe.

·         “Santísimo Amor de Jesús, te consagramos nuestros corazones, nuestras vidas, y nuestras familias”. --Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

·         “Las madres puertorriqueñas ocupan un pedestal en nuestros corazones, un sitial de honor ante el derroche de ternura, amor y sacrificio que ellas regalan diariamente, en la plenitud de su entrega a la familia. Maternidad es sinónimo de protección que comienza al concebir al hijo y perdura siempre no importa los años que éstos vayan cumpliendo. Las madres puertorriqueñas son la fuerza de este pueblo. Lo dan todo: comprensión, consejo, y consuelo. Tienen las madres puertorriqueñas una dignidad ejemplar en la dulzura de su amor y en la valentía de su lucha por los hijos. Las madres traen la paz, y son la esperanza que como suave brisa sopla las velas de la vida para conducirnos a mares tranquilos…
Para aquellas madres que con ejemplo de virtud y abnegación cumplieron su maravillosa misión en la tierra y fueron llamadas a la presencia de Dios, paz, descanso, agradecimiento y gloria eterna en el Paraíso del Padre. A todas las madres, gracias por ser presencia de Dios en medio de nosotros.”. –Rafael Hernández Colón

·         “Jamás en la vida encontrarás ternura mejor, más profunda, más desinteresada y verdadera que la de tu madre". --Honoré de Balzac

·         “Dios no podía estar en todas partes y por ello creó a las madres”. --proverbio judío

·          “Mi madre fue la mujer más bella que jamás conocí. Todo lo que soy, se lo debo a mi madre. Atribuyo todos mis éxitos en esta vida a la enseñanza moral, intelectual y física que recibí de ella". --George Washington

·         “Madres, en vuestras manos tenéis la salvación del mundo”. --Leon Tolstoi













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