martes, 18 de julio de 2017

Con gratos recuerdos de la celebración del 25 Aniversario de la Clase Graduada de Ponce High de 1985…

Los días 16, 17 y 18 de julio de 2010 se celebró el 25 Aniversario de la Clase Graduada 1985 de Ponce High. Felicito a todos los que organizaron y a todos los que dijeron presente de una u otra forma. Gracias por haber hecho realidad –en la combinación de nostalgias, realidades y reflexiones-- tres días gozosos e inolvidables.

Reconozco que para cada tiempo, cada generación dirá que su Clase fue la mejor y ciertamente, cada clase tiene su brillo especial. Sin embargo, veo con una objetividad, que la Clase de Ponce High de 1985 tiene trascendencia. Por ejemplo, en 1982 Enrique Laguerre se inspiró en nosotros y en 1984 fue la primera visita de Juan Pablo II a Puerto Rico. Recuerdo un mural que hice con Omar Pérez para la escuela por una competencia promovida por una emisora, y ganó en preferencia; pero con el tecnicismo --que surgió luego de completarse todo y prevalecer el mural, no en el proceso-- de que debió ser pintado en otro lugar, fue excluido de la competencia (fue una lección de que en la vida no siempre hay justicia o buena lid, pero hay que seguir adelante con visión y voluntad). Al volver a ver las fotos de la graduación llevada cabo en la Ponce High en 1985, en el recuerdo fue como volver a escuchar aquel timbre que llegó al alma, especialmente ante amigos y familiares, y Miss De Armas (emblemática Directora) que se retiraba.
                                          
Cuando volví a ver en el 2010 las notas de buenos deseos que conservo de maestros y estudiantes, vi algo más que ideales de juventud o expresiones aleccionadoras de educadores que buscan dar ese consejo final que perdure. Está el recordatorio de que la vida es llamado constante a dar positivo sentido real a los ideales y a inspirar a los demás con ejemplo de éxito bien fundado en sabiduría, obra constructiva y valores.  

Hoy no todos los que estuvieron en la ruta de 1982-85 están con nosotros. Hoy no todos los que sonreían ante las cámaras el día de la graduación, dibujan el mismo semblante. Sin embargo, hay buenos testimonios en nuestra Clase, y los llamados siguen...

En fin, esa escena de contrastes llama a ser solidarios, comprensivos y motivadores. Si vemos rápidamente al 1985, el 2 de enero prestó juramento el gobernador Rafael Hernández Colón y destacó la plena confianza en el progreso del país “porque el Señor de la historia caminará con nosotros”; la canción “We are the World” se convirtió en símbolo del ideal de la unión mundial (y canción-tema de toda graduación de ese tiempo); y en octubre de 1985 la tragedia de Mameyes constituyó un dramático jamaqueo, con el constante llamado a procurar un desarrollo justo para todos.

Para no extenderme demasiado con un inventario de sucesos y lecciones de 1985, pienso que la película “Back to the future” resume mucho al presentar a un joven que justo en la etapa de graduaciones, descubrió que una acción puede impactar todo un rumbo de vida. A años de distancia de cuando una Clase enaltecía todos los pensamientos, sentimientos y emociones que dan vida al himno de “la Ponce High jamás se olvida, su recuerdo es indeleble”, ¿qué acciones proceden para trazar los nuevos rumbos de vida? Les invito a fijar el siguiente propósito: Ver cada día como un renacer y buscar vivir en cada renacer, algo que abone a forjar nuevos y mejores paradigmas.

Recordando que pronuncié la Invocación en nuestra graduación en 1985, y que en esa actividad del 2010 surgió la idea del libro que se hizo realidad en el 2015 (titulado “30 Años de una Clase: Una Introducción”), apliquemos a la vida lo mismo que a una Invocación: no son sólo palabras, son la guía de principios y objetivos al amparo del Altísimo. ¡Somos jóvenes revolucionarios de bien al romper moldes positivamente y hacer de la vida una vocación de amor! A la Clase de PHS de 1985 e hijos: Ahora más que nunca a dar gracias, y a dedicar un pensamiento de amor a todas las almas que han contribuido a nuestra formación y a quienes necesitan la mano amiga, con la conciencia de para qué tenemos el don llamado vida y de que desde cada familia se hace patria.

Si hemos podido llegar a la presente etapa, procede agradecer al Creador y testimoniar que lo vivido es prólogo y que somos jóvenes al trazar con amor, vocación y visión trascendente las nuevas páginas. El mensaje de PHS 1985 a Puerto Rico y más allá: Edificar en donde estemos con el lema Amor, Agradecimiento, Compromiso.






HIMNO A LA ALEGRÍA (con pueblo): https://www.youtube.com/watch?v=o4BexIOCB6Y






































































































































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