viernes, 1 de febrero de 2019

Comenzando el mes de la Amistad y el Amor.



Fortalecer los lazos de amistad y amor, es de lo más significativo y especial para todos los días, en forma creciente. Sin embargo, nada de malo tiene el dedicar un día en particular para acentuar ese llamado de vida.

Es bueno ver corazones y cupidos, versos y mensajes. En vez de criticar al consumerismo voraz, prefiero destacar la oportunidad del te quiero y te amo, de renovar el afecto y de reunificar lo quebrantado.

Escribo así en tiempos atípicos en Puerto Rico; con retos que eran impensables cando estudiaba en Ponce High en la década de 1980. Vivimos tiempos con situaciones tan intensas, que en ocasiones siento que hay una guerra civil no declarada.

No es exagerar. Se ejemplifica en casos como los siguientes:
·         El incremento de la violencia.
·         La glorificación de la indiferencia.
·         El desvío hacia la discordia que divide por no recordar la magia y el corazón que dieron origen a una amistad, un noviazgo o un matrimonio.
·         La intolerancia que no permite el pensamiento diferente.
·         Está de moda no tener cortesía ni respetar las señales de tránsito, y el “hit and run”. Uno se juega la vida en cada cruce e intersección.
·         Ciertas prédicas religiosas que tienden al maltrato y la exclusión.
·         Convertir la bendición del ambiente laboral, en un campo de batalla; por las murmuraciones y por buscar adelantos en base a la adulación y a hacer daño.
·         Fomentar el discrimen por edad.
·         Tirar al olvido las buenas obras que definen la fe y todo el ser, como atender a enfermos y ancianos.
·         Pensar que ser fuerte es imponer en vez de ver que es humildad y armonizar.

Muchos más ejemplos se pueden dar. Es un análisis que tiende más a lo sociológico que a lo político. No son males de ahora, sino que se han ido desarrollando durante años. En tiempos en que, en tan limitada extensión territorial, son tan notables las decepciones y as heridas, es comprensible que la primera respuesta a quien llega con sinceridad y buen corazón, sea de rechazo. Se trata de la reacción fruto de marcas que ejemplifica en forma sobresaliente, que amar comienza con empatía hacia las heridas internas con el deseo puro de buscar ser parte de alivios, bálsamos, sanas revelaciones y soluciones.  

Afortunadamente no todo está perdido. Hay muchas almas que construyen con humildad, transmiten sabiduría y generan citas citables. Son las almas que generan luz en donde se encuentran, dignifican la vocación, oran de verdad y confirman que hay esperanza.
     
El Mes de la Amistad y el Amor, es buen momento para la profunda introspección con la real voluntad de corregir los errores cometidos, afirmar lo correcto, y perfeccionar los nuevos caminos de fe y vida. Es buscar que la luz del alma con su capacidad de bien, no se opaque por nubarrones. Es no renunciar al amor y a la vida con la fuerza que es sensibilidad y esencia salomónica. Eso es en la práctica, poner a Dios primero en todo.  

Los amigos tienen que dar el testimonio de comprensión que armoniza más que los vínculos de sangre. Las familias tienen que apoyarse y superar conflictos en la base de que tiene que haber un plan divino que les ubica bajo un mismo techo y linaje.  

Las parejas tienen la misión de dar buen testimonio; y tienen la capacidad de orientar y bendecir a las almas que buscan superar la soledad y edificar en la vida en pareja. No todas las parejas siguen un mismo molde.

Hay casos en que descubren el llamado desde el primer momento. Hay casos en que desde la amistad descubren en la forma más inesperada que puede haber algo más. Hay casos en que heridas internas y conceptos equivocados, nublan la vista ante quien ama de verdad y busca consagrar en pareja el mayor Proyecto de Vida. Hay casos en que el milagro de amor es respuesta a oraciones y promesas y da luz.

En fin, lo importante es que las relaciones humanas bien fundamentadas, perfeccionan todo mediante el luminoso nosotros. Ante un mundo que necesita reverdecer y volver a creer, que brillen los testimonios de perdón y paz, unificación, reconciliación, restauración, edificación mutua, en fin, del poder positivamente revolucionario del amor.




El Camino para Encontrar la Paz en la Familia y el Mundo - Papa Francisco: https://www.youtube.com/watch?v=y85zWm9cGeM








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