miércoles, 8 de mayo de 2019

Rafael Hernández Colón: La fe, visión y obra que siguen siendo faro…





El 2 de mayo de 2019, caminando en el Museo que está en el segundo piso de la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón, vi por la ventana una paloma en reposo. En ese día que falleció Hernández Colón, esa paloma fue señal de aliento a la buena perseverancia, de vida y paz. Las almas que generan luz desde la realidad humana, dignifican la vocación y oran de verdad, confirman que hay esperanza y más...   

Una secuencia:



·         2 de mayo de 2019- El Impacto de la noticia del fallecimiento de Rafael Hernández Colón. Una lluvia fue señal de que un alma grande se fue al cielo.

·         3 de mayo de 2019- Cuerpo de Rafael Hernández Colón expuesto en la Catedral de San Juan y en la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón.

·         4 de mayo de 2019- Ruta fúnebre desde la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón, hacia la Catedral y el cementerio católico.

Unos pasos:

·         En la mañana del 3 de mayo, mis pasos en calles de la zona histórica de Ponce eran diferentes. El paso de un avión me recordó la obra de Rafael Hernández Colón para desarrollar el aeropuerto Mercedita y democratizar mediante la descentralización y la municipalización. Por ejemplo, el 23 de junio de 1988, Hernández Colón estuvo en la colocación de la primera piedra de la segunda fase del aeropuerto Mercedita y en parte dijo: “La internacionalización del Aeropuerto Mercedita impactará significativamente al comercio, la industria del turismo y otros renglones de importancia económica. A través del flujo de viajeros, de productos y de maquinaria entre Puerto Rico, los Estados Unidos y otros países. Las mejoras y ampliaciones al aeropuerto Mercedita son parte integral del abarcador proyecto ‘Ponce en Marcha’ que enmarca toda una gama de obras millonarias que van desde la restauración de la zona histórica, hasta la construcción y rehabilitación de toda la infraestructura para la transportación, la industria, el comercio, la cultura y el embellecimiento de la ciudad. La revitalización de Ponce en todos sus sectores está en Marcha. La restauración histórica, nos ha devuelto el esplendor de la casa Armstrong-Poventud, la casa Serrallés, la casa Cristina, la casa Museo de la Masacre de Ponce y la casa Villaronga. Hoy centros culturales de gran atracción. La acción en el área turística es intensa: se adelantan las obras del Hotel Day's Inn y del Hotel La Guancha, este último con inversión de $30 millones; en Caja de Muerto se trabaja en la ampliación y mejora de las facilidades recreativas, la construcción de un nuevo muelle y la vereda submarina que redundará en un mayor flujo turístico hacia Ponce y la región Sur”.

·         La arquitectura tradicional, me recordó que la implantación del Plan Ponce en Marcha comenzó con las humildes estructuras de la avenida Betances; y la obra de revitalización en la zona histórica es ejemplo para el mejor desarrollo de los municipios. El 19 de noviembre de 1987, al inaugurar las calles restauradas, dijo el parte el gobernador Hernández Colón:  “Tengo que comenzar mis breves palabras  con una confesión muy personal: De los cientos de actividades en que por virtud del cargo participo cada año, me sería muy difícil, --por no decir imposible--, seleccionar una que esté más afín con el entorno físico que imparta la intimidad de nuestro ser, que ésta que nos ha reunido aquí hoy, y que celebra la reapertura de las calles Isabel, Lolita Tizol y Pabellones, como un paso más en la revitalización de la zona histórica de esta gran ciudad. Por estas mismas calles, por este barrio, desde niño, --corriendo, jugando, compartiendo y observando--, comencé a aprender del buen saber de la gente de Ponce y a combinarlo con las enseñanzas de escuela y familia. Mi interés por esta zona histórica no es reciente; cubre ya cerca de cinco lustros e incluye la Presidencia del Comité Pro-Zona Histórica de aquel entonces. En ese tiempo, además de Presidente, también me desempeñaba como chofer del Comité; dato que pueden constatar con Ricardo Alegría y Luis Manuel Rodríguez Morales, a quienes recogía en el Aeropuerto de Mercedita en un pequeño, pero batallador carro, que tenía. Mi interés por la historia en general, y por esta zona en específico, también responde al hecho de que siempre he visto la historia como ancla de orgullo y solidez nacional. La historia es, pues, el cimiento patriótico indispensable para poder construir el desarrollo integral que nos irá acercando paso a paso a nuestras esperanzas colectivas”.

·         La llegada del féretro a la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón le dio nuevos aires a la institución educativa sin fines de lucro que honrosamente lleva el nombre de Rafael Hernández Colón. No es de sorprender.



En lo político, Rafael Hernández Colón le dio gran atención a lo educativo en la formación de liderazgo. Por ejemplo, el 17 de mayo de 1981, Hernández Colón volvió a asumir la Presidencia del PPD y en parte dijo: “Nuestro Partido tiene muchos líderes ejemplares. No voy a mencionar a ninguno de ellos por su nombre porque me refiero a miles de hombres y mujeres que en todos los niveles de la organización, trabajan como abejas forjando nuestro porvenir. La reorganización que vamos a llevar a cabo aspira a fortalecer el buen liderato del Partido con buenos líderes nuevos que se incorporen desde el nivel de barrio hasta el nivel central; líderes que cultivemos y desarrollemos para servirle a Puerto Rico. ¿Y qué clase de líderes queremos?
Líderes que tengan amor por su pueblo, y no apetitos persona1es;
Líderes que tengan desprendimiento, y no egoísmo;
Líderes que tengan humildad, y no arrogancia;
Líderes que tengan valor, y no miedo;
Líderes que tengan convicciones, y no ambiciones;
Líderes que vengan a servir, y no a servirse;
Líderes que vengan a trabajar, y no a figurar.
Los líderes con esas cualidades desde Don Luis Muñoz Marín hasta el más humilde Presidente de Barrio que han hecho grande este movimiento y son estos los que el Puerto Rico de hoy reclama. Porque Puerto Rico no va a echar pa'lante sino se vigoriza con un liderato de convicciones, decidido y valiente para tomar las grandes decisiones del presente y del futuro. Con el objetivo de estimular el desarrollo de este liderato, me propongo crear el Instituto de Educación Democrática del Partido Popular. Además de la formación de liderato, el Instituto analizará, articulará, comunicará y divulgará ante la masa del Partido y del país, las ideas, la historia, los valores centrales de la vida puertorriqueña, según estos se recogen en la Nueva Tesis que presenta ante este Partido el 25 de julio de 1979. Aspiro a que, mediante esta aportación, se desarrolle el liderato que necesitamos y se constituya un fondo común de información, de ideas y principios, para ayudar a1 ciudadano a emitir juicios inteligentes y valientes sobre el porvenir”.
En lo gubernamental, Rafael Hernández Colón hizo mucho por el patrimonio documental y cultural e implantó la más abarcadora Reforma Educativa. El 28 de agosto de 1990, Hernández Colón firmó la nueva Ley Orgánica del Departamento de Educación y en parte dijo: “Hoy ponemos, con mano firme, a nuestra escuela en rumbo hacia un mejor futuro. Es por ello que he querido que mis nietos me acompañen en una ocasión tan importante para el país y para mí como padre y como gobernante. Mis nietos y los demás niños de su generación serán los beneficiarios de los cambios trascendentales que hoy ponemos en marcha en nuestro sistema educativo. Ellos serán los herederos de todos nuestros trabajos y los custodios de todas nuestras esperanzas. A todos los niños como Erwin José, Alicia Ana, y Hans dedico este acto, e invoco la bendición de Dios Todopoderoso sobre ellos. Que Dios, Fuente de toda Sabiduría, ilumine siempre la ruta ascendente por la que hoy encaminamos el destino de nuestra escuela, y nos permita ofrecerles una educación de altísima calidad a todos y cada uno de nuestros compatriotas. Cuando los historiadores de la educación puertorriqueña se den a la tarea de enumerar los eventos de mayor trascendencia para la escuela pública en este siglo XX, la firma de estos proyectos ocupará un lugar muy prominente en esa lista”.

Unos recuerdos:

·         Desfilaron ante el cuerpo de Rafael Hernández Colón personas de todas las edades y formaciones. Se ganó tanto respeto, cariño y amor de pueblo. En Rafael Hernández Colón se enalteció la humildad que n siempre era bien comprendida, y el valor de enfrentar escenarios de luchas y contiendas sin perder la calidad humana.

·         Era difícil contener las lagrimas ante tanta expresión de pena y rostros compungidos. Aliviaba el sentido de admiración a un alma noble y el agradecimiento a Dios por habernos permitido contar con él.  

·         Al comenzar la salida del féretro de la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón, la ruta a pie, me recordó concepto de las muchas rutas que han seguido generaciones en esta tierra.

Unas reflexiones…


El 4 de mayo de 2019, la ruta caminando con el ataúd, recorrió la Calle Mayor desde la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón, y frente al Museo de la Historia de Ponce tomó la ruta de la Calle Isabel hasta llegar a la Catedral. Pensaba en cómo eran esas calles antes y después del Plan Ponce en Marcha. Pensaba en mis padres y en otros tiempos. Confirmaba que en la vida, todo tiene su razón de ser.



En el libro Retos y luchas de 1991, Hernández Colón explicó que en 1983 designó a su hijo José Alfredo para hacer un estudio de situación en Ponce. De ahí surgieron las ideas para el Plan de revitalización y rehabilitación que se llamó Ponce en Marcha. El sur estaba en crisis y desde ahí debía surgir una nueva llamarada de esperanza y victoria. Es así que el 15 de enero de 1984, se llevó a cabo la asamblea General del Partido Popular Democrático en Ponce. Hernández Colón dijo en parte de su memorable discurso: “Guiados hoy como ayer, por esos ideales, somos el Partido de más larga historia en Puerto Rico. Ningún otro partido ha luchado tanto ni ha hecho tanto por Puerto Rico. A la vez, somos el Partido más joven, porque la juventud de los partidos no se mide por la fecha de su fundación, sino por la intensidad con que las nuevas generaciones se identifican con los ideales que dieron vida a un partido. Y nosotros los populares tenemos un compromiso irrevocable con la democracia, la justicia social, la igualdad de oportunidades y con hacer una prosperidad para este país que sea justa y duradera para todos. Y hemos venido aquí a reafirmarnos en esos ideales. Como lo hice yo ante el cuerpo presente de Don Luis Muñoz Marín. Dije en Barranquitas aquel día de profundo dolor: ‘Maestro, lucharemos día tras día para mantener la integridad y la dignidad de nuestro pueblo; quemaremos nuestras vidas para que Puerto Rico alcance su gran aurora de justicia. No, los puertorriqueños no te traicionaremos porque frente a las circunstancias más adversas, tú nos enseñaste que tenemos dentro de nosotros mismos la fuerza para superarnos; y en nuestros votos, los instrumentos para canalizar esa fuerza hacia más altas cumbres de progreso y de justicia’. Y hoy aquí en Ponce, les digo a ustedes compañeros populares: Marcharemos de aquí hacia cada barrio de esta tierra, a reemprender la lucha por el triunfo del Partido Popular, para hacer un Puerto Rico mejor, basado en los ideales que defendió Luis Muñoz Marín. Ideales que unifican y dan propósito a la voluntad de este Partido. Ideales que dignifican la vida humana y que enaltecen a los pueblos. Somos el Partido de la esperanza, siempre lo hemos sido. El Partido de la esperanza que comparten en sus corazones todos los puertorriqueños. Somos el Partido del cambio hacia el futuro; cambiamos la situación en el ’40 y la cambiaremos de nuevo en el ’84”.



Caminando el 4 de mayo de 2019 en ruta de luto, de despedida y de reconocimiento a la inmortalidad, recordaba detalles de la jornada electoral de 1984. Por ejemplo: En el periódico El Reportero del 19 de abril de 1984, se reseñó que Hernández Colón recibió a estudiantes de escuela superior en su hogar ante la negativa de las autoridades escolares de que los estudiantes pudieran compartir con el entonces candidato a la Gobernación. Tuve la bendición de estar en ese grupo y escuchar palabras educadoras del líder que em convenció en 1980 cuando aún no tenía edad para votar (en 1984 ejercí por primera vez el derecho al voto). En el periódico El Mundo del 4 de octubre de 1984, apareció el reportaje de cuando Hernández Colón presentó el Plan Ponce en Marcha frente al Parque de Bombas. Lo que se vio en ese momento como una promesa de campaña o un compromiso programático, gracias al triunfo electoral se convirtió en una realidad que sigue dando frutos y lecciones. En 1986 el gobernador Hernández Colón presentó el Plan Ponce en Marcha en el teatro La Perla de la Ciudad Señorial; y en 1991 firmó la Ley de Municipios Autónomos (Ponce fue el primer Municipio Autónomo). Eso y más obras de su gestión administrativa, en que la Isla logró un liderazgo de avanzada en toda la región, son iniciativas que crean paradigmas.  







Rafael Hernández Colón también tuvo sus rutas formativas en estas calles. Son recuerdos que afirmaron el sentido patriótico. En mi caminar, cuando iba frente a la comitiva fúnebre y tomaba fotos, recordaba mi activación en las campañas políticas (más enfocado aquí en Ponce). En la ruta a la Catedral, me uní al pueblo y recordaba las veces que seguí a Rafael en caminatas. Rafael vive en su legado, lecciones y la Fundación que honrosamente lleva su nombre. Hernández Colón brilló como sobresaliente estudiante y buen servidor público. Una trayectoria paso a paso, le llevó a juramentar como Gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en 1973, 1985 y 1989.  


En su primera administración en los '70, logró que la Isla se mantuviera a flote ante la mayor crisis económica de nivel mundial. En su segunda administración en los '80, logró un impresionante proceso de restauración, crecimiento y progreso de la patria. La ruta ascendente del buen camino le llevó a la reelección en 1988. Se retiró en 1992 con la frente en alto y serenidad por el deber bien cumplido.

Si admirable es el legado y ejemplo de Hernández Colón como profesional, líder y gobernante, más admirable es su luz como ser humano y cristiano, manifestada en sus textos y obras que trascienden lo partidista y lo electivo. Su ideología en verdad hace y consagra patria. Con admiración, respeto y gratitud, veo que su causa tiene vigencia y poder. De todos los mensajes que he visto y leído del líder y maestro Rafael Hernández Colón, siempre me inspira mucho lo siguiente: “Los tiempos exigen que el espíritu se eleve. Los tiempos exigen que se comprendan los imperativos del deber, que nuestro viaje por la vida sea una experiencia de crecimiento moral, de modo que al final de la vida seamos mejores seres humanos que cuando comenzamos”.

Rafael Hernández Colón es fe real y definida con buenas obras, sentido de organización, respeto, altura, sensibilidad y honestidad. Rafael Hernández Colón es también la defensa del Estado Libre Asociado como el mejor sistema, con sólida base histórica y plena dignidad.


Rafael Hernández Colón logró asumir posiciones de responsabilidad por mérito propio, pero no hizo todo solo. Tuvo grandes ayudantes, asesores, equipo de trabajo y sobre todo, héroes comunitarios que daban vida a las estructuras del Partido y miles que supieron apoyar la buena causa al son de “Rafael, Puerto Rico cree en él…”.  












Recordé la creatividad y la energía de las campañas de Rafael. Estaba como en un último recorrido con él y las lágrimas hablaron por mi palpitar. Mi maestro y líder se ha unido a mis padres que están en el cielo.

El destino del cementerio, fue en íntimo ambiente familiar. Fue lo más justo y correcto. El pueblo tuvo amplia oportunidad para rendir tributo a Rafael Hernández Colón. Al final, la familia tuvo el íntimo momento ante quien fue gran hombre de familia.

Rafael Hernández Colón tuvo un padre estadista y una madre independentista. El amor fue la gran fuerza que unió a sus padres. Desde ese ambiente de respeto y tolerancia, Rafael desarrolló su propio pensamiento. Desde esa conciencia desarrolló el entendimiento de que por encima de las diferencias, hay que convivir. Es así que supo fomentar los mayores y unificadores valores familiares. Es desde el amor de familia que pudo hacer tanto por el país, por la gran familia puertorriqueña.

El 4 de mayo de 2019, el cuerpo de quien en vida fue Rafael Hernández Colón, fue llevado a su última morada en Ponce. El domingo 5 de mayo, en la Misa el Evangelio fue según Juan 21:1-19. En la Lectura, está el relato de que Jesús se encontró otra vez con los discípulos después de la Resurrección. De momento no lo reconocieron. Lo reconocieron en la abundancia de la pesca milagrosa.

Ante la partida de Hernández Colón, mi alma llora, y también agradece. Un alma tan grande merece mucho más que clichés y libretos memorizados. Tal como se reconoció a Jesús en una manifestación de su poder, Rafael merece ser reconocido en la amplitud de su real fe, intelecto constructivo, visión y obra. Ante lo inédito, ésa es la base con razón, vigencia y más...

Voy más allá: Jesús y Rafael confirman el nivel de liderazgo que ilumina caminos; y la dimensión de calidad humana que sabe perdonar, restaura y edifica, enfrenta retos y consagra realizaciones. Es momento de fortalecer al alma, maximizar al amor, y potenciar al corazón y todo el ser para crecer, perseverar y fructificar en el buen camino.

La vida es tan breve que nada justifica desperdiciar tiempo en incomprensiones, rechazos y divisiones. La vida es tan valiosa que todo apunta a que es mejor la armonía, la reconciliación y la restauración, la buena obra definitoria, la capacidad de edificación y crecimiento integral, y, como diría Rafael Hernández Colón, "el bálsamo de amor cristiano". Ante esta partida, muchos recuerdos y más por hacer y consagrar; ante lo inédito y las causas de perseverancia, me aplico la línea de una película con similar escenario: "I feel young". ¡Ahora es que vamos!

·         "What's past is prologue". --William Shakespeare, “The Tempest”.

·         “En esta fe, podemos consolarnos unos a otros, sabiendo que el Señor ha vencido la muerte de una vez por todas. Nuestros seres queridos no desaparecieron en la oscuridad de la nada: la esperanza nos asegura que ellos están en las manos buenas y fuertes de Dios. El amor es más fuerte que la muerte. Por esto el camino es hacer crecer el amor, hacerlo más sólido, y el amor nos custodiará hasta el día en el cual cada lágrima será secada, cuando ‘no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor’ (Ap 21,4). Si nos dejamos sostener por esta fe, la experiencia del luto puede generar una más fuerte solidaridad de los vínculos familiares, una nueva apertura al dolor de otras familias, una nueva fraternidad con las familias que nacen y renacen en la esperanza. Nacer y renacer en la esperanza, esto nos da la fe”. –Papa Francisco

Who Wants to Live Forever: https://www.youtube.com/watch?v=_Jtpf8N5IDE

                            













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