martes, 25 de junio de 2019

Hace tres años Mami se fue al cielo…



El domingo 25 de junio de 2017, se cumplió un año del fallecimiento de mi madre, Adela Martínez Cruz; y el jueves 29 de junio se cumplió un año de la despedida final a ella en el cementerio La Piedad en Ponce. Hoy se cumplen 3 años del inenarrable dolor.

Recuerdo de ese ambiente, la solidaridad e los presentes, el ambiente de la brisa que apaciguaba al calor en el campo santo que armonizó con la personalidad que caracterizó a mi madre, y las palabras de Norma Suárez Barbosa (líder natural, parte de mi Clase Graduada de Ponce High de 1985, y sobre todo gran ser humano).

En el link https://batallante.blogspot.com/2016/06/mami-se-fue-al-cielo-gracias-por-tu.html está lo que escribí en el día de su partida. En el link https://batallante.blogspot.com/2016/06/mami-se-fue-al-cielo-gracias-por-las_30.html está lo que escribí en agradecimiento a las expresiones de solidaridad. En el link https://batallante.blogspot.com/2017/06/la-ruta-de-un-ano-de-retos-marcados-por.html se encuentra lo que escribí al cumplirse el primer año de su viaje a la eternidad. 

Han pasado tres años. En lo bíblico, el número tres tiene grandes significados. Mi padre, Oscar Berríos Rodríguez, y mi madre, Adela Martínez Cruz, están en el cielo. El 2 de mayo de 2019, se unió a ellos mi gran líder y maestro, Rafael Hernández Colón. Tres almas que tanto han influido en mí, me siguen inspirando, motivando y educando.
·         Mi padre fue buen administrador, cumplidor y honesto. ¡Qué mucho se necesitan hoy esas cualidades para dirigir mejor al país!
·         Mi madre tenía una voz que daba serenidad ante todo, y una sensibilidad y humildad que le daban autoridad. ¡Que mucho se necesita hoy ese nivel de cátedra y serenidad que respeta y no necesita recurrir al grito o al estilo cuestionable!
·         Mi líder y maestro siempre supo alentar lo mejor de las personas y dar trascendencia. ¡Qué mucho se necesita hoy ese poder de fe, visión y corazón!

De los tres aprendí a seguir adelante. Como muestra, recuerdo que aun en días de hospitalización, a Mami le gustaba estar siempre aseada. De tantos relatos que podría escribir al cumplirse tres años de la partida de mi madre, recuerdo que mi madre llegó a expresar que le hubiese gustado tener más hijas para que la atendiesen en la vejez. Mi hermano y yo nos entregamos a ella. No es lo tradicional, pero no faltó el apoyo de mi hermana que vive en Estados Unidos y la respuesta de Dios en diversas formas. Aprendí que al buena respuesta divina, rompe moldes positivamente y crea nuevos paradigmas.   

De los días formativos, recuerdo la motivación de mis padres y pienso que una dimensión del Paraíso es poder revivir esos detalles de ternura, realidades y vivencias en forma infinita. De las hospitalizaciones que tuvo mi madre, recuerdo a quienes la visitaron y a quienes apoyaron de una u otra forma siempre agradezco porque con buenas obras se define la fe. De la etapa de vida que genera los toques especiales rumbo al real destino final, el mayor tesoro estuvo en su cumpleaños 80 y las puras sonrisas de mi madre que combinaron inocencia y la perspectiva mayor, como fruto de sus conversaciones con un alma grande y joven. Esas conversaciones superaron a la duración material del tiempo y al entendimiento humano. Es testimonio constante de lo que mejor define y alienta la alegría que da vida a la vida. Mi respeto y agradecimiento a tan espacial alma. 

La vida es tan breve, que el tiempo limitado no debe perderse en incomprensiones, sino maximizarse en comprensión y armonía. Fue mi madre mucho más de lo que merecí, y ejemplificó la capacidad de amar.

No siempre se entienden a cabalidad mis palabras y acciones, pero nunca hay un fin dañino en mis pasos y destaco propósitos positivos. Con virtudes y defectos, doy gracias por la vida, las bases formativas y cada alma significativa, y afirmo la causa de fe y amor.

En mi actual etapa y edad, el trabajo es dedicado al Señor y estudio como testimonio de que nunca es demasiado tarde. Recuerdo a mis padres y entiendo mejor cómo es imposible olvidar todo el bien de un alma por un malentendido, o dejar de amar.

Mi madre fue fortaleza para el hogar con voz suave y humildad luminosa. Ella sigue en la inspiración y las nuevas jornadas. Por ella y porque hay grandes madres en el cielo y en la tierra, hoy es buen día para recordar las constructivas lecciones con vigencia y buscar ver el reflejo de la sonrisa angelical de Mami en cada lágrima que transforma como rocío y en cada paso de paz, reconciliación, restauración, edificación y sobre todo, en la perseverancia para realizar y consagrar el Proyecto de Vida. A tres años de distancia, reafirmo: Mami siempre en el recuerdo, la perseverancia y la fe.

·          “Santísimo Amor de Jesús, te consagramos nuestros corazones, nuestras vidas, y nuestras familias”. --Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

·         “Las madres puertorriqueñas ocupan un pedestal en nuestros corazones, un sitial de honor ante el derroche de ternura, amor y sacrificio que ellas regalan diariamente, en la plenitud de su entrega a la familia. Maternidad es sinónimo de protección que comienza al concebir al hijo y perdura siempre no importa los años que éstos vayan cumpliendo. Las madres puertorriqueñas son la fuerza de este pueblo. Lo dan todo: comprensión, consejo, y consuelo. Tienen las madres puertorriqueñas una dignidad ejemplar en la dulzura de su amor y en la valentía de su lucha por los hijos. Las madres traen la paz, y son la esperanza que como suave brisa sopla las velas de la vida para conducirnos a mares tranquilos… Para aquellas madres que con ejemplo de virtud y abnegación cumplieron su maravillosa misión en la tierra y fueron llamadas a la presencia de Dios, paz, descanso, agradecimiento y gloria eterna en el Paraíso del Padre. A todas las madres, gracias por ser presencia de Dios en medio de nosotros.”. –Rafael Hernández Colón

·         “Jamás en la vida encontrarás ternura mejor, más profunda, más desinteresada y verdadera que la de tu madre". --Honoré de Balzac

·          “Dios no podía estar en todas partes y por ello creó a las madres”. --proverbio judío

·         “Mi madre fue la mujer más bella que jamás conocí. Todo lo que soy, se lo debo a mi madre. Atribuyo todos mis éxitos en esta vida a la enseñanza moral, intelectual y física que recibí de ella". --George Washington

·          “Madres, en vuestras manos tenéis la salvación del mundo”. --Leon Tolstoi

·         “Mother love is the fuel that enables a normal human being to do the impossible”. --Marion C Garretty  

·         “Where there is love there is life”. --Mahatma Gandhi

·         “En esta fe, podemos consolarnos unos a otros, sabiendo que el Señor ha vencido la muerte de una vez por todas. Nuestros seres queridos no desaparecieron en la oscuridad de la nada: la esperanza nos asegura que ellos están en las manos buenas y fuertes de Dios. El amor es más fuerte que la muerte. Por esto el camino es hacer crecer el amor, hacerlo más sólido, y el amor nos custodiará hasta el día en el cual cada lágrima será secada, cuando ‘no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor’ (Ap 21,4). Si nos dejamos sostener por esta fe, la experiencia del luto puede generar una más fuerte solidaridad de los vínculos familiares, una nueva apertura al dolor de otras familias, una nueva fraternidad con las familias que nacen y renacen en la esperanza. Nacer y renacer en la esperanza, esto nos da la fe”. –Papa Francisco




Madrecita del alma querida: https://www.youtube.com/watch?v=Ee9to7SHKWs  
















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