Por siempre para mí queda marcado el 25 de junio de 2016,
porque en este día Mami se fue al cielo. En verdad deseaba un tiempo adicional
con ella, Adela Martínez Cruz, pero porque soy hombre, ¡que nadie pretenda confinarme
a libretos o negarme el derecho a llorar! ¡Lloro de corazón y con razón!
Hace un tiempo, hice un dibujo inspirado en una foto que
me tomaron con mi madre siendo niño. No
entré en unos detalles definitorios de los rostros para que muchas personas se
pudieran identificar con el mensaje de cercanía, seguridad y paz con la madre.
Hoy ese dibujo acompaña a mis pensamientos, y también nuevamente busco que las
almas se identifiquen con el mensaje. Veo una foto que le tomé a mi madre hace
unos años y en los recuerdos de aquel momento, se fusionan los motivos de gratitud
y las imágenes cotidianas; no sé ni que daría para vivir esos días nuevamente.
Ante toda partida:
Es normal recordar momentos felices.
Es normal recordar detalles casi como si se viese la ruta
de la vida en un instante.
Es normal recordar las discusiones familiares.
Es normal recordar los temas en que no se logró mutuo
acuerdo y entendimientos.
Es normal recordar lo logrado, lo no logrado, y las
soluciones aleccionadoras.
Al parecer el tiempo transcurrido un abrir y cerrar de
ojos:
Es normal pensar en lo más que se pudo haber hecho.
Es normal pensar en lo que quedó sin decir o expresar.
Es normal pensar en cómo hubiesen sido
las cosas de tomar otras rutas.
Es normal pensar en cada lección que le dio
la razón a la voz materna.
Es normal pensar en cada deseo de transmitir
perdón y te amo.
La lógica dicta que para cada cual su madre
es la mejor (así debe ser). Eso se puede ver como la manifestación de un amor
omnipresente. El gran modelo de fe
inquebrantable definida con obras, esperanza con poder, humanidad, amor y rol
maternal es María. La realidad del mundo dicta que nacemos para morir y que en la
mayoría de los casos se pasa al olvido, pero hay más: Mi madre es una de esas
grandes mujeres cuyo nombre no se verá en los libros de historia, pero sí se
manifiesta en las ramas que siguen creciendo y en los ecos de sabiduría que iluminan
caminos.
Imposible contener las lágrimas
al recordar la última vez que mi madre me dijo “Dios te bendiga”. De mis días de
niñez y estudiantiles, lo más que atesoro es el recuerdo de mis padres en pleno
vigor y cómo los días parecían más lentos y hasta con armonía aun en momentos complicados.
El día que falleció mi madre, Adela Martínez Cruz, una inusual lluvia hubo en
Ponce; no falla que llueve cuando parten almas buenas. Mi madre mereció más y
al mismo tiempo le dio luz a todo lo que tuvo y alcanzó. Haya gozo eterno a
ella y paz a todos los que seguimos perseverando. ¡Lloro inspirado en quien afirmó
que Dios se creció al crear a la mujer! ¡Lloro con amor, sentimientos y todo lo
que supera palabras! ¡Lloro de corazón y con razón!
·
“El amor
de madre es el combustible que le permite a un ser humano hacer lo imposible”.
--Marion C. Garrett
·
“MADRE OYEME
Madre óyeme, mi plegaria es un grito en la noche
Madre guíame en la noche de mi juventud
Madre sálvame, mil peligros acechan mi vida
Madre lléname, de esperanza, de amor y de fe.
Madre guíame, en las sombras no encuentro el camino
Madre llévame, que a tu lado feliz estaré
Madre una flor, una flor con espinas que es bella
Madre una amor, un amor que ha empezado a nacer
Madre sonreír, sonreír aunque llore en el alma
Madre construir, caminar aunque vuelva a caer.
Madre solo soy el anhelo y la carne que lucha
Madre tuyo soy, en tus manos me vengo a poner
Madre óyeme, mi plegaria es un grito en la noche
Madre guíame en la noche de mi juventud”.
--Cesáreo Gabaráin
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“Una madre es la fuerza del amor y la gracia que supera y
rinde todas las fuerzas del mal”. --Josep Torras
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“Madre: la palabra más bella pronunciada por el ser
humano”. --Khalil Gibran
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“Muchas maravillas hay en el mundo; pero la obra maestra
es el corazón materno”. --Ernest Bersot
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“Madres, en vuestras manos tenéis la salvación del
mundo”. --Leon Tolstoi
Que Dios te de mucha Fortaleza en este momento tan difícil.
ResponderEliminarQue pena no haberme avisado en eaos momentos, al igual que te acompañè cuando tu padre marchò tambièn lo hubiese hecho con tu santa madre. De corazòn lo siento mucho y espero que Dios te brinde el consuelo que necesitas.TQM
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