Desde años antes del
azote del huracán María hasta el presente, mucho se ha expresado y evidenciado
que la población de Puerto Rico ha envejecido y un significativo grupo de
jóvenes ha emigrado. Por ejemplo, en el link https://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/cadavezmasviejalapoblacionboricua-1000018/
hay un reportaje del 2014 que estableció lo siguiente: “Con una expectativa
de vida mayor, una dramática baja en los nacimientos y un aumento en la
migración, particularmente de jóvenes en edades productivas, la población de
Puerto Rico es cada vez más vieja”.
Aún
así, se siguió manifestando el discrimen por edad en la Isla; que es demasiado marcado,
notable e hiriente en nuestra extensión territorial. Por ese discrimen, se
niegan oportunidades de empleo, se maltrata, y a quien trabaja se le margina. Es
tan terrible, que a quien llega a los 40 años se le ve como viejo; a quien
llega a los 50 años se le ve como que debe retirarse; y a quien llega a los 60
años se le ve como que vive de milagro. El discrimen por edad es un problema
crónico y cultural que hay que superar; máxime cuando el proceso de
envejecimiento aplica a todos sin distinción alguna.
Va
en aumento la población de personas mayores; y no es lo mismo la persona de 50
años de hoy, que la persona de 50 años de hace 50 ó 60 años. Ante el costo de
vida y lo bueno de seguir activos y productivos para elevar la autoestima, se
sigue luchando.
Con ese trasfondo, es
INCORRECTA la afirmación de que en la Marcha Nacional y las manifestaciones
para que el Gobernador renuncie, han sido dominadas por jóvenes o por una
generación en específico. Se trata de una causa que ha unido a todas las edades,
ideologías y formaciones con un mensaje unificador, claro y contundente. Fue
bueno ver cómo unió la bandera oficial del Estado Libre Asociado de Puerto
Rico. Se engrandeció el alma; el heroico y noble corazón que el Papa Juan Pablo
II identificó en Puerto Rico en 1984, como el “jíbaro bueno” de esta tierra. Quienes
superaron el discrimen por edad, hicieron el éxito de la Marcha Nacional del 22
de julio de 2019.
De haber un sector
mayoritario, es el de adultos y mayores llamado a educar; que sabe que Puerto
Rico ha tenido páginas brillantes en la historia, no tiene que resignarse y
puede construir mejor desde la fuerza de sus raíces. No es que el
puertorriqueño haya despertado ahora; es que vuelve a recordar el vigor que
siempre ha tenido y que una vez le permitió poner Manos a la Obra (hay que
volver al buen camino). Es el momento de renacer desde esa base positiva. Es el
momento de la expresión de la indignación del pueblo; el pueblo que ha sufrido,
sufre, genera testimonios de heroica perseverancia y ahora supera fronteras con
la unidad de razón y corazón. Es también el momento de alentar la buena
esperanza y la fe con poder.
La lucha no termina
hasta llegar a la meta; y la cumbre es para las personas y los pueblos, un
camino interminable en que en el proceso, se va creciendo y forjando. El
Gobernador debe irse YA. Sin embargo, no es solo él. Ante una crisis económica
prolongada que originó la Ley PROMESA y la Junta de Control Fiscal (que no fue
causada por el ELA, sino por malas prácticas administrativas), los casos de
corrupción, la lentitud en la recuperación tras el azote del huracán María y el
lenguaje revelador y ofensivo en los chats, fue lo que colmó la copa.
No solo hay malestar
ante la obstinación faraónica del Gobernador. Hay un pueblo que no aguanta más.
Por ejemplo: Se dice que hay tanto número de personas empleadas, pero no se
dice que hay un alto nivel con jornada recortada y que el dinero no le rinde.
Ya no funciona el pensamiento de que es mejor media libra de pan que ningún
pan, y eso no es ser ingrato ante el Señor. La nueva generación sufre eso y más
con sus padres. Todos sufrimos y sentimos y al mismo tiempo, seguimos
pa’lante.
El reclamo de justicia
desde preocupantes condiciones de vida, es buscar la calidad de vida que
bendice a las personas y glorifica al Señor. Ante tantos millones de dólares
que se pierden en mala administración y corrupción, con ese recurso se pudo
haber:
·
Dado ayuda a las
entidades sin fines de lucro para que puedan recuperar empleados y jornadas y
por ende, maximizar sus servicios.
·
Dado ayuda para no
cerrar escuelas y optimizar la educación.
·
Dado ayuda para
fortalecer la buena educación universitaria; la que no desvirtúa la cátedra con
agendas ideológicas y fomenta mejores seres humanos.
·
Dado ayuda a hospitales
y centros de cuido a envejecientes.
·
Dado ayuda para
completar la reparación de las casas afectadas por el huracán.
·
Dado ayuda para mejorar
la infraestructura, esencial para el desarrollo.
El clamor de justicia y
progreso para todos es grande. No sigamos a los pesimistas y tampoco a los
extremistas y cainistas. En la encrucijada, es buena la presencia de la bandera
de Puerto Rico en las manifestaciones, pero como bandera que nos une y no para
tratar de manipular temas y adelantar una causa de status político que no
edifica y no convence. Con esa conciencia, se puede levantar la bandera de
Puerto Rico junto a la bandera de Estados Unidos, ya que rescatar la buena
administración, la justicia y los valores fortalece la buena unión. Que no haya
impunidad, y tampoco anarquía.
Hay que estar bien
atentos: Del mismo modo que hay quienes positivamente ven en los jóvenes mentes
frescas, también hay quienes malsanamente ven en los jóvenes mentes que pueden ser manipuladas
y deformadas. A la nueva generación le toca tener los ojos bien abiertos para
no caer en engaños y comprender junto a todos, que nada justifica mirar hacia
la ruta de izquierda que es el peor de todos los caminos.
En estos momentos, es
razonable y justo el reclamo para que el sistema constitucional propicie la
salida del Gobernador y un debido orden. De haber un proceso de
residenciamiento, hay que estar atentos a la Legislatura para que sea algo
rápido y bien hecho; que no haya la lentitud intencional que conduce a la nada
y no impere la impunidad. Las dos banderas a la misma altura en las astas de la
libertad nos recuerdan el origen de nuestra democracia y confirman que unidos
positivamente podemos más.
El país enfrenta serios
retos como la crisis económica, combatir la corrupción, levantar la imagen de
la Isla en Washington DC, y restaurar a esta tierra que no se ha recuperado del
todo del golpe del huracán María. En ese escenario, la terquedad en posiciones
o en obsesiones ideológicas, no sirven. Ahora más que nunca, procede la defensa
democrática y eficaz del pueblo, de nuestra Constitución e instituciones. ¡TODOS
UNIDOS en el Nuevo Patriotismo!
·
“PORQUE PUERTO RICO SON USTEDES, SOMOS
NOSOTROS, PUERTO RICO ES TODO LO QUE NOSOTROS HAGAMOS POR EL.”. –Rafael
Hernández Colón
·
“De la voluntad del
pueblo es que va a surgir la salvación del pueblo mismo. Eso es lo que se llama
la democracia”. –Luis Muñoz Marín
·
“¡Todos juntos al
desafío del futuro, todos juntos a defender a Puerto Rico!” –Rafael Hernández
Colón
·
“… el Nuevo
Patriotismo, el que comprende la unidad de propósito como factor indispensable
para la prosperidad”. –Rafael Hernández Colón
Algunos reportajes:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=2845299792210400&set=a.103455983061475&type=3&theater (foto 360)
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10157006248060783&set=a.10150302678440783&type=3&theater (Ponce)
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