domingo, 29 de junio de 2025

Es al extremo estéril el debate sobre si la persona fallecida va al cielo o al descanso; se necesita algo más y mejor…

Sobre la muerte, comienzo con dos citas bíblicas:

* En Juan 1:11 dice: “Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle”.

* En Eclesiastés 9:5-7 dice: “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol. Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios”.

Vemos que Jesús compara la muerte con un descanso. Vemos también que al analizar el contenido de Eclesiastés, el propósito de la Palabra es vivir y disfrutar la vida cuando se tiene, porque es breve y efímera. El enfoque no está en fomentar el olvido y/o la indiferencia, sino en alentar a aprovechar la vida positiva y creativamente.

Por consiguiente:

* El concepto de un descanso en paz es un bálsamo.

* No es correcto cuestionar a quien recuerda al fallecido; y procede exhortarle a honrar la memoria mediante una vida plena, en paz y próspera.

Destaco otras dos citas bíblicas:

* En Isaías 26:19-20 dice: “Pero los que mueren en el Señor vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez! Los que duermen en la tierra se levantarán y cantarán de alegría. Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos. Ve a tu casa, pueblo mío, ¡y pon cerrojo a tus puertas! Escóndete por un breve tiempo, hasta que haya pasado el enojo del Señor”.

* En Lucas 23-43 dice: “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.

La Palabra establece un momento en que los fallecidos se levantarán, no establece que irán de inmediato al Paraíso. Sin embargo, intensos debates surgen ante las palabras de Jesús al crucificado junto a Él.

En lugar de diluirse en debates estériles, veo mejor reconocer que el Eterno, como soberano de todo, puede honrar su Palabra eir más allá. Si en el mundo existen factores atenuantes para dar un favor razonable y justo al aplicar la Ley, mucho más puede el Eterno levantar al alma excepcional que vivió una santidad amorosa, admirable e incomparable.

Por consiguiente:

* Si alguien abraza la idea del descanso para en un futuro reencontrarse gloriosamente, se respeta.

* Si alguien abraza la idea de que el ser querido fue directo al cielo y sin pulgatorio, se respeta.

En lo inmediato: No busques el egocentrismo de imponer ideas, ya que el Señor no encomendó ganar debates y el bautismo es para ser nuevos. Siembra amor, comprensión y misericordia. Sobre todo, enfócate en las buenas obras que definen, la fe, la redención y todo el ser. 

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