¿Puede el ser humano declarar y decretar en favor de alguien en crisis y para realizar planes y propósitos? La respuesta directa y concreta es SÍ. Veamos:
* Declarar se asocia con pronunciar un mensaje. Decretar se asocia con un mandato. En lo espiritual, ambas palabras se fusionan al hablar con poder desde adentro; en una combinación de humildad ante el Eterno y autoridad ante el problema y ante los seres humanos.
* En Marcos 11:22-24: “Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Ahí está el poder para declarar y decretar.
* En Lucas 9:1 dice: “Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades”. Ahí está el poder para declarar y decretar.
* Cuando un enfermo busca ayuda para su alivio, buen tratamiento o sanidad, y alguien en crisis económica busca prosperidad, negarle eso y fomentarle conformismo y masoquismo, eso no es un acto de fe, es negación de la fe.
* Ante la persona en crisis, procede alentar su fe y su deseo de superación y victoria. El poder no está en la persona, sino en el Eterno; pero en la medida que la perona se prepara y ora, tendrá la revelación en donde el milagro es sanación, el milagro es la transición hacia el descanso, y el milagro es hacia la integral abundancia. Glorificar derrotas y fomentar el culto a la pobreza y el sufrimiento no es y no debe ser opción humana y cristiana.
* Declarar y decretar no rivaliza con la voluntad de Dios. Cuando se emplea mal lo de declarar y decretar, busca imponer por fines ajenos al bienestar de la persona. Lo irónico es que pretender establecer una “voluntad de Dios” que castiga y limita, es la peor forma de declarar y decretar.
Como testimonio, recuerdo que cuando mi madre estaba grave y todos pensaban que moriría y no faltaba quien manipulaba lo de la voluntad divina para ocultar el conformismo y la incredulidad, mi hermano y yo oramos creyendo y me atreví a declarar y decretar, y el milagro fue concedido.
Aprendí que no basta declarar o decretar en forma limitada. Por ejemplo, no me limité en el aspecto de sanación de evitar la muerte; también pedí calidad de vida. Hubo niveles de calidad de vida. Mi madre no pasó hambre, tuvo recreación con libertad de selección, y atención constante.
Para alcanzar metas como la Maestría, apliqué la misma dinámica; en esa ocasión solo y afirmando un destino definido que era imposible se quedará sin hacer; dediqué eso a Jesús. Se trata de tu vida, lucha por ella sin sujeción a las ideas de otros, manteniendo en secreto tus sueños hasta cumplirlos, y con la inquebrantable voluntad de dedicar al Eterno tu salud, milagro de amor, vida en abundancia, prosperidad para bendecir, felicidad y plenitud en esta tierra que trazan bien la ruta hacia la Eternidad.
No me pinto como perfecto. Comunico hechos y aprendizaje. Amar es atreverse a creer en milagros y en ser parte de las soluciones. Declarar y decretar sana y prudentemente es parte de esa fe y la entrega al Eterno. Que cada nuevo testimonio de realización, dé luz al mundo que necesita volver a creer.
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Videos:
Activa el Poder: https://youtu.be/uEWSv1p-ou0?si=VHCocMxwyTCGGhee
Decreta, No pidas: https://youtu.be/WqvmifqYX9Q?si=ue77AFofUGVgVZ-5
Oración Metafísica: https://youtu.be/CK1nUC9frWE?si=r1mKEgw-JzmGflEx
Aprende cómo vivir: https://youtu.be/HFlyyzRiGmI?si=zPJ5VybSDg_19KWY
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La convicción y la capacidad de visualizar y realizar, armoniza con lo lógico y lo bíblico:
* "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía". --Hebreos 11:1-3
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