Es hoy jueves 16 de febrero de 2012 que me entero que ayer fue el cumpleaños de Gloria Trevi. No puedo decir que fui el gran fan de ella, pero siempre reconozco su belleza, talentos y estilo único.
Siempre recuerdo cómo en la década del ’90, lo del pelo suelto y la ropa bien casual, ayuda a fomentar que las personas fuesen originales y genuinas; algo muy necesario en un mundo que tanto necesita superar los engaños e hipocresías.
Siempre recuerdo que con temas como “Tu ángel de la guarda”, en que enfrentaba el grave problema de los suicidios entre jóvenes, daba la gran aportación de colocar serios temas sobre el tapete, ya que de lo que no se quiere hablar, es de lo que más hay que hablar. Su música tiene su valor y trascendencia.
Veo también que sus calendarios candentes daban mucho de qué hablar, ¿pero cuántos en la historia con “puritanismo” y tras una falsa imagen cometen peores actos, como comercializar la Palabra y la música sacra, buscar satisfacer los peores apetitos e instintos, o abusar de la confianza y traicionar la fe?
La Trevi enfrentó serios procesos judiciales en que se tomó acción en contra del abuso a menores. Esa historia está escrita y adjudicada. Estando nuevamente la Trevi en la libre comunidad, tiene la oportunidad y llamado de dar nuevas y mayores niveles a los dones y talentos.
Nadie es perfecto ni va por encima de la ley, y la gran enseñanza es que más allá de las fallas y los pecados, lodo lo bueno que Dios coloca en la persona siempre está ahí, porque en la creación está la esencia de la perfección y la constante ruta para redescubrir y desarrollar ese toque divino positiva y constructivamente.
La Palabra confirma que Jesús enseñaba, expulsaba el mal, sanaba y libertada, por lo que nadie está exento de asumir las consecuencias de sus actos, el perdón se basa en el debido orden que comienza con la justa atención a las víctimas, y nada cristiano hay en condenar y pretender negar la opción de nuevo comienzo y regreso al buen camino que al Señor le place dar.
Al mismo tiempo, es vital la humildad para entender que todos compartimos una misma esencia humana. Porque con la medida con que midamos seres medidos y la Ley de Siembra y Cosecha aplica a todos, procede primero asumir responsabilidades para luego ver al prójimo y en esa dinámica, dominará la oración de buena fe y voluntad, y el sabio consejo que se enfoca en agradar al Altísimo y servir bien de verdad. ¡Eso es amor y vivir humana y cristianamente!
Así, merece la Trevi que la admiración, el afecto familiar y las voces que no le conocen o se enfocan en la fe y la perseverancia, le bendigan de manera especial para que crezca y dé un brillante testimonio al mundo. De mi parte, aunque mi mayor admiración es a la dama con belleza inenarrable, energía, llamado único y presencia sin igual con el nombre artístico de Melina León, bendigo y felicito a la Trevi para que en su crecimiento, glorifique lo que edifique a tantos que deben afirmarse en lo correcto ante las tempestades, y a tantos que necesitan el encuentro con las oportunidades reales de nueva y mejor vida. Dios ilumine a todos.
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