En “wikipedia”, se define
“hipocresía” como “un tipo de mentira o pantalla de reputación”. Dice también:
“La hipocresía es como la mentira, porque pretenden ser alguien que no son
engañando a los demás, una persona que hace eso se considera como hipócrita”.
Son múltiples las manifestaciones de
la hipocresía, desde el saludo falso y artificial que ofende, hasta el mensaje
fúnebre que sin conciencia ni corazón, empaña todo. Cada persona que lea estas
palabras, podrá ampliar la definición con adjetivos y ejemplos. Algunos
ejemplos de hipocresía son:
• Pedir ayuda a alguien, agradecer
la misma y luego, que no le tiemblen los ojos para mirar hacia otro lado o
traicionar cuando a esa persona necesita ayuda o apoyo. Manipulan lo de “ojos
que no ven, corazón que no siente”.
• Disfrazar de ejercicio de
“socialización” el seguir la corriente o a donde sople el viento, aunque pueda
significar deslealtad a valores y principios mayores. Son capaces de unirse al
robo de ideas y a la corrupción, al “moobing” (acoso laboral) y al “bullying”
(abuso) para buscar “beneficios”.
• Pretender al son de regalos y de
tratar de comprar lealtades, echar arena en los ojos para que se validen o no
se vean las malas actuaciones.
• La dinámica en programas de chisme
y farándula de perseguir y juzgar a otros sin primero dar ejemplo de dignidad,
humanidad, excelencia y respeto.
• En la dinámica laboral, aparentar
solidaridad y que se respetan los méritos, para luego menospreciar y maltratar
al servidor serio, decente y cumplidor que no está dispuesto a decir sí a todo.
Son capaces de tergiversar y adulterar los medios de promoción al empleado,
para premiar a quien dice sí a todo y castigar al buen empleado por la vía de
la presión, la humillación, la exclusión y la marginación.
• En tiempos de campaña política,
aparentar unas cosas para luego de llegar a las posiciones electivas, vivir
otras.
• En la dinámica religiosa, hablar
de amor y no vivirlo en tolerancia y solidaridad.
En fin, la hipocresía es la falsedad
en su máxima expresión; es el engaño en que la persona se corrompe y se prostituye
por un fin, sin pensar en los daños que pueda hacer a los demás y a sí misma.
Son capaces de hasta convertir el
sano ejercicio de una Invocación mañanera, en un medio para criminalmente, en
vez de buscar una constructiva evolución positiva, buscar aparentar y seguir en
los mismos males.
Objetivamente, la hipocresía que en
fechas especiales (como San Valentín, Navidad, Semana Santa y otras) puede
tratar de ocultar persistentes engaños y heridas en vez de fomentar honrar lo
santo y unificador, equivale a abofetear al Señor.
¿Qué hacer ante las manifestaciones
de la hipocresía que son seguir la tabla invertida de valores en que lo malo es
bueno y lo bueno es malo?
El hipócrita no está exento a la Ley
de Siembra y Cosecha, aunque al enfrentar las consecuencias de sus actos, trate
de victimizarse y proyectar que se crece ante la adversidad o argumente que
siempre llega el golpe cuando todo parece estar bien.
Jesús enseñó que con la vara con que
midamos, seremos medidos; y supo señalar a los hipócritas como “sepulcros
blanqueados”.
Es la decisión por un cambio de
verdad, restaurar y reparar daños de verdad, y hacer todo en mejor forma, lo
que extirpa al germen de la hipocresía. Ante los hipócritas, no procede el
arrastre o la rendición, sino levantarnos:
• Optar por buscar desde las
oraciones y los sabios consejos, las fuerzas que van más allá de uno mismo,
para poder dar testimonio de luz y verdad. Si llora a diario y son mayores las
lágrimas que no corren, lea las bienaventuranzas en la Biblia y recuerde que
Jesús mismo enfrentó la persecución y venció; como inspiración y motor para
nosotros vencer en El y con El.
• Optar por lo correcto, aunque haya
momentos de soledad. Hay heroísmo que se manifiesta desde la aparente soledad.
Si siente debilidad, no se sienta mal. Hubo momentos en que Jesús sintió
debilidad, sudó y hasta lloró. La Resurrección nos dice que El está vivo y que
podemos renacer y reverdecer en El y con El.
• En vez de la hipócrita conducta de
seguir con oportunismo a donde sople el viento o caer en burlas, saber tener la
valentía y el honor para ser firmes.
• Ser humanos, cristianos y
solidarios de verdad. Ser “cristiano” no es religión, un género musical o una
marca comercial. Ser “cristiano” no es ser perfecto o inmune a lo que afecta al
mundo. Ser “cristiano” es ser creyente; lo que infunde una naturaleza
revolucionaria al palpitar, al ver, creer, pensar y hacer.
• Defender a lo que inspira el más
puro amor.
• Saber optar en ocasiones por el
silencio para no herir o agravar; y saber abstenerse de participar en ciertos
eventos, no por sentirse superior, sino para no avalar con la presencia lo
negativo. Igualmente, saber hablar con justicia y decir presente en lo
meritorio, aunque se traten de levantar los hipócritas en contra.
• Sobre todo, buscar agradar al
Creador en todo pensamiento y obra, ya que eso infunde la paz de estar en el
bien. Decidir ser sinceros y genuinos; que cada saludo, gesto y mensaje
transmita sana conciencia, puro corazón y visión trascendente. Optar por
sembrar y perseverar. Afirmar la creatividad, responsabilidad y productividad;
creciendo, haciendo y fructificando para Dios y no para hombres.
Lo anterior es un punto de partida,
pero habrá quien lea este mensaje y piense que es demasiado difícil y que pueda
la hipocresía dar sus frutos inmediatos. Ante eso, mi recomendación es
reconocer que hay más de lo que se ve a simple vista, que lo que llega mal
tiene peores resultados, y que existe un Dios que sí ve y entiende todo. Por
todo lo que vale la pena seguir adelante, ¡Adelante! Dios ilumine a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario