¿Qué viene a la mente ante el
término “Sex Symbol”? Cada generación tendrá su propia respuesta. Veo que el
gran ejemplo de todos los tiempos es Marilyn Monroe, pero en este momento,
prefiero ir a otro ejemplo que sigue cautivando
a generaciones.
Para la década de los ’70 y ‘80, el
gran “Sex Symbol” era Farrah Fawcett. Almas de todas las edades la admiraban y
muchas damas trataban de imitarla. La admiré, me trae recuerdos de los
escenarios de esos años, y la sigo viendo como gran estrella.
Nació el 2 de
febrero de 1947 y murió el 25 de junio de 2009. Fue modelo y actriz y por su
matrimonio con el actor Lee Majors, fue también conocida como Farrah
Fawcett-Majors. Sus fotos, filmaciones y recuerdos dejan grabada las imágenes
de su simpatía, cuerpo atlético, inconfundible cabellera y la combinación de
dones que trascienden a la persona para ser ícono de toda una época.
Pensar en la
serie “Charlie’s Angels” es pensar en Farrah. Dice en Wikipedia: “La imagen de
Fawcett se convirtió en una de las más reproducidas a escala planetaria y la
serie llegó a convertirse en un auténtico fenómeno sociológico”.
Farrah cometió
errores y protagonizó motivos de escándalo y señalamientos, pero porque se ha
citado de José Martí que hasta el sol tiene manchas (se cita de él: “El sol
quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los
desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la
luz.”), entendamos que nadie es perfecto, que todos somos llamados a
fortalecernos en la fe y que el crecimiento integral supera fallas y
perfecciona la existencia
Con el paso de
los años, recurrió a la cirugía estética. No critico el recurrir a la cirugía
estética (no siempre es “vanidad”, la buena y sana autoestima es indispensable,
y hay casos en que ese tipo de cirugía es una necesidad), pero una constante es
que lo que viene bien desde el origen, no requiere ese método y al abusar del
mismo, no favorece y llega a convertirse en una enfermedad.
Farrah fue en
toda su trayectoria foco de atención a nivel mundial. Posando para revistas ya
en su “adultez”, confirmaba que lo vivido es prólogo, que en la vida no hay
retiro sino pasos de evolución, y que toda etapa tiene su encanto; pero
lamentablemente murió víctima de cáncer. Existe la organización llamada “Farrah
Fawcett Foundation” con el siguiente propósito:
“The
Farrah Fawcett Foundation’s mission is to provide funding for the alternative methods
of cancer research, clinical trials, prevention, and awareness with an emphasis
on anal and pediatric cancers. It is our compassion for those who suffer from
this insidious disease that fuels our deep commitment and fills our hearts”.
Farrah llegó
al punto más alto AL NATURAL, sin recurrir a trucos o cirugías. Aún desde el
retiro, siempre resaltaban los detalles que le hacían tan atractiva. Así, retomo
a la pregunta inicial: ¿Qué viene a la mente ante el término “sex symbol”?
“Sex Symbol” NO es sinónimo de
pecado, y belleza externa NO es sinónimo de ausencia de belleza interna. Dice
Wikipedia:
“Un símbolo sexual, o ‘sex symbol’
en inglés, es una persona famosa que el público, sea hombre, mujer, seguidor,
críticos o fan del mismo en general, crea y encuentra sexualmente atractiva. El
término fue usado por primera vez alrededor del año 1911… Aunque las películas
todavía son importantes, hoy en día los símbolos sexuales suelen surgir, en
general, de la televisión, y en particular de series de televisión y videoclips.
A muchas ‘supermodelos de la industria de la moda también se les considera como
símbolos sexuales. Algunas veces los símbolos sexuales (podrían ser femeninos y
masculinos) pueden ser personas que no se presentan como guapos o bien
parecidos, sino que poseen otras cualidades que los hacen sexualmente
atractivos. Este fenómeno se conoce como ‘Sex Appeal’.”
Veo que NO es imposible que haya en la mujer la
perfecta y armoniosa combinación de la belleza externa y la interna.
Gracias a Dios se ha ido superando el estereotipo de que no la belleza externa
no armoniza con la belleza interna que da luz, sirve bien y agrada a Dios. En
la Biblia, Ester es ejemplo de belleza física con fe, dignidad y valor.
Al ser caduco el puritanismo, en demasiados casos, quienes más critican son
quienes más envidian y menos pueden hablar, y quienes más condenan son quienes
más fallan. La Palabra refuta a quienes puedan ver lo de “Sex Symbol” como algo
maligno:
·
El contenido
de Proverbios sobre “la mujer virtuosa” nos recuerda que no procede olvidar la
humildad, que al perder valores se convierte en vanidad; que no se tome para
fomentar descuido, la auto-adulación y las imposiciones que no son duraderas.
·
El contenido
de Cantares nos recuerda que lo admirable no es pecado y que el cuido y fomento
de la autoestima da nuevos niveles al amor y la consagrada pasión que redefine
la belleza; que no se olvide selectivamente y no se tergiverse.
Con justo
balance, buscando acentuar todo lo mejor, se enriquece y fructifica la vocación
y se logra más. ¡Se Puede lograr el balance perfecto de paz y armonía!
Exhorto a ver en cada “Sex Symbol” natural y sin fabricaciones, un ejemplo
admirable de lo que hace el Creador, y un llamado a no dañar al obra divina.
Dios ilumine a todos.