Hay una
escena de la excelente y exitosa película “Avengers” en que el Capitán América
contempla, en plena batalla para defender a la Tierra de extraterrestres, a
bomberos y equipos de emergencia auxiliando.
Es una
escena que desde el primer momento que la vi en el cine, me recuerda la
tragedia del 9-11 cuando se produjo el ataque terrorista en contra de la
humanidad.
La escena es buen reconocimiento a
héroes y heroínas que están ahí. Héroes y heroínas en lo civil y en lo militar,
con uniforme y sin uniforme, en las batallas cotidianas, buscando ser bálsamo y
parte de las soluciones. El heroísmo real y consagrado puede MUCHO. Seamos
agradecidos y solidarios con nuestros héroes. El heroísmo real brilla en
ejemplos como, sin limitarse a, los siguientes:
·
En la capacidad para amar que comienza buscando agradar
en todo detalle y obra, manifestación de productividad y laboriosidad,
creatividad y vocación, al Supremo Origen de Paz, Orden y Amor.
·
En la decisión de congregación que no es cuestión de
religión o solo socialización, sino de compromiso real que desde lo que se
recibe, mueve a edificar en todo.
·
En el valor de quienes abren caminos en la soledad, sin
buscar hacer daño a los demás y procurando la realización que llena.
·
En el honor de las almas que buscan fundamentar grandes
peticiones y planes en cumplir grandes promesas al Señor.
·
En los niños que desde temprano se identifican con la
ruta de respeto y armonía; en los adultos y envejecientes que dan valor al
milagro de cada nuevo día.
·
En quienes asumen responsabilidades y roles de liderato con
la búsqueda primaria de humildad y sabiduría para servir bien.
·
En quienes crían y educan conscientes de que la nueva
generación debe rescatar valores y redescubrir lo que une en el bien.
·
En quienes recuerdan con agradecimiento a los fallecidos
y procuran transmitir la herencia visionaria que capacita para crecer en todos
los sentidos.
·
En quienes oran de verdad, en la forma correcta y sin
manipulaciones o vanos ritos; en ese lugar privado de oración en que la
conciencia ante sí y el Señor, se encuentra en donde se manifiesta el Espíritu
y se forjan sueños y rumbos de vida.
·
En las inenarrables batallas y perseverancia que aplica
en forma distinta a cada cual, pero nos llama a todos a dar trascendencia a la
existencia.
¡Sí! Hay heroísmo tanto en lo callado
que da todo lo mejor del ser, como en lo que comunica con prudencia para que el
testimonio dé luz de verdad y no aliente la soberbia. ¡Sí! ¡El heroísmo
consagrado es real y puede mucho!
¡Sí! ¡Hay
héroes! Podemos llegar a donde no hemos llegado.
Podemos
VESTIRNOS del HEROISMO que hace la diferencia al dar fe en donde no la hay, al
saber decir no al mal, al saber decir sí a lo que suma a la vida de quienes se
ama y más allá, el bálsamo a los que lloran y sufren, el perdón que no es
simbólico y sí es camino de cambio y evolución, la solidaridad a quienes
resisten ante las manifestaciones de la corrupción, comprensión en donde se ha
perdido, apoyo al caído para levantarse, fuerza a las buenas causas, atención
debida al alma en formación y al alma que merece dignidad y tanto puede aportar
en los años dorados, el buen consejo que aporta a perfeccionar la jornada,
potenciación a quienes necesitan redescubrir que no es demasiado tarde, en fin,
el heroísmo no es ciencia ficción, fantasía, juego de niños o un imposible en
el mundo.
El
heroísmo real se atreva a vivir, perseverar y fructificar con el más abarcador
amor.
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