Escribe Maribel Rabell Méndez: “El
Estado Libre Asociado fue, es y será la piedra fundamental de nuestro
crecimiento como pueblo. El ELA NO
ofreció la independencia; el ELA NO ofreció la estadidad; tampoco la libre
asociación, como destino final de nuestro pueblo. Cumplió con lo que prometió. Por eso gritemos
a viva voz, EL ELA SE RESPETA”. Tiene mucha razón.
El ELA no es colonia, el ELA es la
mejor zapata para edificar. La base que valida al ELA es más que funcionarios
de turno, circunstancias de un momento dado y tácticas manipuladoras. Veamos
realidades:
·
Sobre el status político:
1. Con la creación del Estado Libre
Asociado de Puerto Rico (ELA), se buscó crear una nueva relación entre dos
países, en el modelo autonómico. El ELA está bien definido e históricamente eso
ha sido reconocido en los tribunales y en las Naciones Unidas.
2. Lo primero internacional que valida
al ELA es La Resolución 748, mediante la cual, la Asamblea General de las
Naciones Unidas celebró el proceso que ponía fin a la clasificación de Puerto
Rico como colonia y dijo entonces que “reconocía que el pueblo del Estado Libre
Asociado de Puerto Rico, al expresar su sentir de forma libre y democrática, ha
alcanzado un nuevo status constitucional” y que “el Pueblo del Estado Libre
Asociado de Puerto Rico ha sido investido con atributos de soberanía que
claramente identifica el status de gobierno propio alcanzado por el pueblo de
Puerto Rico como el de una entidad política autónoma”.
3. Es cierto que vivimos tiempos
atípicos y retadores. Ante vientos adversos, el ELA sigue teniendo validez y
vigencia. Veamos: El Tribunal Supremo de Estados Unidos, tomó una determinación
en el caso Puerto Rico v. Sánchez-Valle. Ahí, se presentó la controversia de
que si pueden Puerto Rico y los Estados Unidos acusar a una misma persona por
los mismos delitos sin que se viole la cláusula que prohíbe la doble exposición
en la Quinta Enmienda de la Constitución federal. La juez Elena Kagan emitió la
opinión del Tribunal. En sus palabras, reconoció que es “única” la relación de
Puerto Rico con los Estados Unidos. Reiteró que no se ofende la cláusula de
doble exposición de la Quinta Enmienda de la Constitución federal cuando son
dos “soberanos” distintos los que acusan por el mismo delito. La juez Kagan fue
clara al establecer que el término “soberanía” en este caso se enfoca
exclusivamente en la definición de soberanía en el contexto de la cláusula que
prohíbe la doble exposición de la Quinta Enmienda. Eso significa que el Supremo
federal NO revisó la soberanía política de Puerto Rico, se concentró en la
cláusula de doble exposición de la Quinta Enmienda. De lo anterior, se puede
derivar que hablar de coloniaje o muerte del ELA es un error. El reconocer la
relación de Puerto Rico con Estados Unidos como “única”, valida lo creativo del
ELA. Voy más allá: La postura de la jueza Sotomayor en defensa de los mejores
intereses de Puerto Rico, deja al desnudo a ciertos líderes que en Puerto Rico
no sirven bien al poner la esclavitud de la ideología por encima de todo.
4. El ELA fue bien creado en 1952 como
fórmula con plena dignidad moral y política. Por
ejemplo, en 1953, en el caso Mora v. Mejías, la Corte de Circuito establece:
“Puerto Rico has thus not become a State in the federal Union like the 48
States, but it would seem to have become a State within a common and accepted
meaning of the word … It is a political entity created by the act and with the
consent of the people of Puerto Rico and joined in union with the United States
of America under the terms of the compact”. Es decir: Se reconoce la validez del
ELA. La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el 2016 reconoció la
naturaleza única del ELA (que no es colonia), pero ciertamente es ineludible el
tema del status político. Promover el desarrollo del ELA es agenda de país en
la ruta innovadora.
·
Sobre la Junta:
1. La realidad de la Junta de Control
Fiscal surgió por una deuda causada por malas prácticas administrativas, no por
el ELA.
2. Pretender culpar al ELA por la
crisis económica y buscar la destrucción de tan buen sistema
democrático-constitucional en base a manipular ese tema, es tan irracional,
como si en un hogar se pretendiese demoler la casa propia que tanto requirió
levantar y edificar, por las fallas administrativas del jefe o la jefa de
familia.
·
Sobre dar a respetar a Puerto Rico como cuestión de todos
y hacer valer el legítimo pacto de ELA:
1. Si funcionarios federales de turno
tuviesen la idea de desvirtuar o invalidar el pacto reconocido internacionalmente
que traspasó el Canal de Panamá a los panameños, lo que procedería del pueblo
panameño no es aceptar y/o decir que el pacto fue un engaño, sino hacer valer
el pacto y el patrimonio de todos.
2. Si funcionarios federales de turno
tuviesen la idea de desvirtuar o invalidar el pacto reconocido
internacionalmente que creó al Estado Libre Asociado de Puerto Rico, lo que
procedería del pueblo puertorriqueño no es aceptar y/o decir que el pacto fue
un engaño, sino hacer valer el pacto y el sistema democrático-constitucional.
En el balance justo, hay que ver los tiempos de
bonanza con el ELA y las lecciones de esas experiencias para recuperar el buen
camino. Voy más allá: El ELA es más que funcionarios de turno y la renuncia no
es opción. El ELA tiene validez y vigencia ante cualquier camino. Por ende,
reconocer y valorar al ELA es un acto de razón, corazón y afirmación. Estamos
en el mejor momento para hacer del perfeccionamiento del ELA, el Gran Proyecto
de País. Adelante… Dios ilumine a todos.
·
“La creación del Estado Libre Asociado fue la culminación
de una centenaria tradición autonómica que lanza su primera palabra con el
obispo Arizmendi en la Catedral de San Juan y con Ramón Power en las cortes de
Cádiz. Esa idea se ennobleció con sacrificio de los mejores de nuestros
mayores. Hoy seguimos recordando con el más profundo respeto a aquellos hombres
que arrastraron la persecución, la cárcel y el exilio en defensa de nuestros
intereses y nuestros derechos.
Y, entre ellos,
tenemos hoy nuestro primer recuerdo para el hombre que finalmente pudo dar
forma y poner por obra las ideas de libertad y de justicia que venían madurando
a lo largo del tiempo el líder, el arquitecto de una nueva esperanza, Luis
Muñoz Marín. Nosotros somos la continuación de esa historia y esa historia no
puede perderse...
Una nueva
dimensión de soberanía necesaria para que un país como Puerto Rico vinculado
con los Estados Unidos a través de la común ciudadanía, pero con historia,
cultura y circunstancias diferentes, pudiera enfrentarse a los más graves
problemas de pobreza extrema y superarlos adquiriendo un nivel de desarrollo
que no ha sido igualado en toda la América latina.
Una nueva
dimensión de soberanía que brinda a las libertades civiles de los
puertorriqueños las protecciones de dos constituciones: la constitución
americana y la constitución del Estado Libre Asociado. Doble protección para el
pleno disfrute de todos los derechos constitucionales que proceden de la común
ciudadanía de los Estados Unidos de América…
Su carácter autónomo
está plenamente reconocido. Ya no puede haber dudas sobre su soberanía dentro
del sistema federal...”
--Rafael
Hernández Colón
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