miércoles, 12 de febrero de 2025

Gran llamado para oración y consejería espiritual: Erradicar chapucerias y obrar de verdad

Son crecientes las incomprensiones, las decepciones y las frustraciones ante el patrón de pretender despachar toda petición de oración y consejería con los mismos libretos para todos. Otra falla seria es divulgar lo que se recibe con la confianza de quien sufre y pasa a ser foco de comentarios y burlas.

Convertir los principios de "esperar el tiempo de Dios", "creer que hay un propósito de Dios para todo", o "confiar en la voluntad de Dios", en libretos repetitivos sin atender lo particular de cada caso no en un acto de buen creyente, es una chapuceria.

Es una chapuceria que elimina la seriedad y el sentido de compromiso y le resta a la imagen de la Iglesia. Es una chapuceria que se presta al simplismo y a evadir temas como orientar en casos que aplica el concepto de asumir las consecuencias de las fallas, decisiones, acciones y omisiones.

En los peores casos, ante personas que no reciben lo pedido a Dios o la respuesta a una emergencia, se emplea hasta más allá del cansancio libretos como "Dios no te lo da porque no te conviene" o "Dios te permite que sufras para que aprendas algo o te purifiques". En gran medida, Eso surge de la mala semilla del culto a la pobreza y el sufrimiento. Irónicamente quienes más combaten el aliento a la prosperidad, tienen bienes y no viven en pobreza.

Los libretos mal empleados y repetitivos, tienden a la indiferencia y son el combustible ideal para avivar la depresión. Lo recomendable es alentar la superación y entender que el plan de la persona y el plan del Eterno pueden estar en un mismo cauce. 

Antes de asumir la responsabilidad de dar oración y consejería, procede prepararse y no caer en repetir clichés y libretos. Si no se sabe, es mejor reconocerlo y buscar ayuda y capacitación. Al dar oración y consejo, procede seguir el modelo de Jesús:

1. Atender a la persona.

2. Orar para recibir la guía del Eterno.

3. Dar la respuesta debida y sabia. 

Si sientes soledad y ves que no hay en quien confiar o que no funcionan los libretos, no renuncies a la fe y la Iglesia. Opta por ser la fuerza de cambio. 

Ora por ti para que tu testimonio enseñe que la gran fórmula para dar oración y consejo, es dar lo que se desearía recibir de estar en esa situación. 

Ora por ti para que tu milagro dedique al Eterno cada victoria con felicidad y dé luz al mundo.


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Video: https://youtu.be/aFWwFSYPux4?si=KMxjz415vSDMpr7x

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