El 14
de marzo de 2018, es noticia el fallecimiento de Stephen
Hawking. ¿Qué procede comunicar que sea digno y no un libreto ajeno a la
realidad y a lo que es correcto? Como todo ser humano, no merece un insulto a
su inteligencia.
Recuerdo
que para el 2010 hubo un creciente coro de ataque al astrofísico Hawking. En
los peores casos, con tonos de burla por su condición física. En tiempos en que
a veces el fanatismo religioso es la mayor negación de la fe, opté por buscar
información:
En un
momento dado, en su obra “Una Breve Historia del Tiempo”, Hawking sugería que
no había incompatibilidad entre la existencia de un Dios creador y la
comprensión científica del universo. Para el 2010, generó controversia al
cambiar de opinión y excluir la posibilidad de que Dios crease el universo.
Afirmó que “las nuevas teorías científicas hacen redundante el papel de un
creador del universo”. Argumentó que el “Big Bang”, la gran explosión en el
origen del mundo, fue consecuencia inevitable de las leyes de la física. Para
el 2011, volvió a generar controversia al afirmar que la idea de que nos espera
una vida en el cielo después de la muerte es un “cuento de hadas” para la gente
que tiene miedo. Dijo:
·
“Veo al cerebro como un
computador que dejará de funcionar cuando sus componentes fallen. No hay un
cielo o una vida después de la muerte para computadores rotos; eso es un cuento
de hadas para la gente que le teme a la oscuridad”.
Se
puede diferir o coincidir con las ideas de Hawking. Se puede incluso buscar
puntos de armonía al analizar las teorías, pero no procede seguir con los
ataques a él. Lo que plantea la conciencia es: ¿Damos el primer paso de
ponernos en el lugar de Hawking para cumplir con el primer requisito de la
comprensión y empatía?
Jesús enseñó
a amar al prójimo como a uno mismo, lo incluye sana autoestima (es imposible
dar de lo que no se tiene), ponernos en el lugar de la otra persona para
entender, y buscar dar –con respeto y consideración- tal como desearíamos
recibir.
¿Quién
puede servir bien, sin la capacidad para ponerse en el lugar del enfermo y de
quien cuida al enfermo con el propósito de ser mejor ser humano? ¿Qué líderes
religiosos estuvieron dispuestos a comunicarle un mensaje a Hawking para
reverdecerle su esperanza, en vez de condenarlo y atacarlo? Voy más allá: ¿Qué
líderes religiosos están dispuestos a superar estilos de odio, cainismo y
manipulación para comunicar la voz para reverdecer toda esperanza marchita?
Hubiera
sido fácil decirle a ese brillante cerebro que hay un “propósito divino” para
que estuviese cautivo en un cuerpo inmóvil, pero no sería digno. En gran
medida, se ha ido desprestigiando el rol de consejería y guía por la mala
estrategia de despachar a todos los casos con el general y manipulador libreto
memorizado.
·
¿En qué medida todos
compartimos la realidad de Hawking de ser almas atrapadas en un cuerpo; y desde
esa realidad, todos somos llamados a superarnos a nosotros mismos? ¿Qué
decepciones llevaron a Hawking a cambiar su opinión sobre la creencia de Dios
de esa forma? ¿Cuánto mercadeo de la fe influye en eso?
·
¿Cuántas personas han ido
perdiendo igualmente la fe y callan por temor al “¿qué dirán?” y al coro que
ataca? ¿En qué medida los que atacaron a Hawking -en vez de orar por él y
buscar revelación para iluminar a esa alma y a tantas otras almas- siguen en
hacer más daño que bien? ¿Cuántos deforman el “Dios me dijo”, crean falsas
expectativas, y siguen la línea de que si se logra algo es por la influencia de
ellos y si no se logra algo es porque en algo han fallado los demás y no ellos?
·
¿Cuántos recurren al
término “la voluntad de Dios” para ocultar su debilidad de fe, y cuántos
recurren al término de esperar el “tiempo de Dios” para ocultar que no tienen
respuesta? ¿Cuántos se enfocan en el juicio, la burla y el ataque para ocultar
sus propias agendas particulares, frustraciones y las peores deformaciones
internas? ¿Cuántos manipuladores abusan de la genuina búsqueda de Dios de las
personas que reconocen en la crisis que sólo con el Altísimo pueden más?
·
¿Cuántos son todo lo
opuesto a lo que predican y tergiversan conceptos para evadir responsabilidades
(ignorando que la fe sin obras es muerta, y lo que dice Jesús en San Mateo
25:34-40 de que el bien que se hace al prójimo, a Él se le hace)?
Pienso
que para establecer la existencia de Dios y promoverlo como mejor plan de vida
integral y victoriosa, el mejor punto de referencia es la presencia y el
mensaje de Jesús. Jesús supo dejar las bases para el encuentro personal de cada
cual con el Padre; bases de plenitud y de pacto que no dan espacio al engaño.
Jesús supo tener compasión hacia los enfermos, amor para perdonar y vocación
para hacer la Palabra accesible. Jesucristo supo combatir con fuerza y
autoridad a lo religioso que pretendía controlar por sus propios deseos y dejó
la gran comisión de evangelizar.
Evangelizar
no es cuestión de religiosos, es cuestión de dar buen ejemplo, consagrar todo
lo que se quiere para que tenga mayores niveles, y así iluminar caminos. Desde
esa perspectiva, se puede afirmar que se cree en Dios por la creación, por la
vida, por todo lo que se puede identificar como bendiciones y lo que sólo pudo
ocurrir por intervención y protección divina; porque sólo Dios puede generar el
amor y la voluntad para seguir adelante ante todo y ante todos. Oremos por
nueva revelación y amor en quienes estén ante las congregaciones y más allá,
para que cada vez más almas honren y perfeccionen la fe.
Ante la
partida de Hawking, la mejor respuesta a sus mensajes sobre el porvenir de la
humanidad y del planeta, es actuar a la altura de lo que mejor que se espera de
uno (Lo que mejor define a uno es lo que uno vive). Se supone que somos
evolucionados y en constante proceso de crecimiento. Así, más allá de lo que pensara
Hawking sobre Dios, que haya libertad y gozo para su alma, felicidad al
integrarse él a lo que buscó descubrir del Universo, y creciente inmortalidad
para sus lecciones y pensamientos.
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