En la noche del 2 de mayo de 2021, ante la noticia del fallecimiento de Carlos Romero Barceló, lo primero que pasó por mi mente fue 1980.
En ese año, no tenía edad para votar. Sin embargo, la muerte de Luis Muñoz Marín y la intensa campaña política captaron mi atención. En un momento dado, las encuestas favorecían al gobernador Romero, pero admiré la historia de Muñoz y luego de considerar lo transmitido por los diferentes líderes de los diferentes partidos políticos, me convenció Rafael Hernández Colón.
Romero Barceló se caracterizó por su carácter fuerte y en ese tiempo, promovía su libro titulado "La Estadidad es para los pobres". Hablaba del aumento en fondos federales para Puerto Rico como Estado y de tener los mismos derechos y las mismas responsabilidades que los conciudadanos de los demás estados de Estados Unidos. Fue parte del grupo fundador del Partido Nuevo Progresista con Luis A. Ferré.
Romero fue intenso en su identificación con la Estadidad; sin dar marcha atrás ante cualquier cuestionamiento o debate. Por ejemplo, en lo deportivo:
• El título de un reportaje publicado en la página 2 del periódico “El Reportero” del 4 de mayo de 1983 lo dice todo: “CRB admite no habría autonomía deportiva”. Dice Romero en ese reportaje: “Aunque Puerto Rico no pueda participar individualmente, siempre existe la posibilidad de que nuestros mejores atletas formen parte del equipo norteamericano... y hasta tener mejores entrenadores”. Esas palabras pueden interpretarse por unos como un menosprecio al talento local; y que reconoce implícitamente que la autonomía deportiva, en el contexto de la unión con Estados Unidos, se mantiene con el Estado Libre Asociado. Esas palabras pueden interpretarse por otros como convicción de que con la Estadidad se pueden fortalecer nuestros talentos y esfuerzos con lo de Estados Unidos (tal como hoy nuestros talentos brillan en equipos en Estados Unidos y eso no le resta al orgullo patrio y de nuestro pueblo); y la sinceridad de que no existe la Estadidad Jibara.
• El título de un reportaje publicado en la página 42 del periódico “El Reportero” del 23 de julio de 1984 lo dice todo: “Difícil la estadidad y el olimpismo”. Dice ese reportaje: “… En torno a la controversia, se han presentado opiniones por varios miembros del COI. La más reconocida de todas, quizás, es la expresada por Monique Berlioux, directora ejecutiva del organismo. En 1979, a petición de J.A. González-González, la señora Berlioux opinó –con copia a los miembros estadounidenses del COI- que ‘Si Puerto Rico se convierte en un estado completamente integrado a los EUA, muy ciertamente perdería esta prerrogativa porque está prohibido en la Carta Olímpica para un estado federado a tomar parte independientemente en Juegos Olímpicos’. ” Ante eso y temas culturales, Romero nunca desistió en su causa.
De su tiempo en la Gobernación, recuerdo temas como el concepto de la democratizacion de la salud (quien pudiese pagar por los servicios de salud pública que así lo hiciera), el proyecto de arroz de aquí, el issue de Maravilla y que el resultado de la elección de 1980 siempre quedó en entredicho (a tal nivel que ante un resultado así, Romero optó por no realizar la consulta de status).
Hubo más issues, como el aumento del nivel de desempleo en 1982 y el tema de corrupción gubernamental. También hubo el esfuerzo de Carlos con su esposa Kate para eliminar las barreras arquitectónicas que enfrentaban las personas con limitaciones fisicas. Romero argumentó que le hizo daño que su partido no tuviese el control de la Legislatura en el cuatrienio 1981-1984 y por eso aspiró a la reelección en 1984. El movimiento de Hernán Padilla creó una ruptura en el PNP, pero habían muchos issues operando en contra de la administración.
Ante el resultado de la elección de 1984, Romero inmortalizó la respuesta de "qué derrota?". Los años pasaron y siempre fue fiel a su partido y su ideal. Más allá de los puntos de convergencia y divergencia, veo que no es imposible el diálogo de Estadolibristas, Autonomistas, Soberanistas y Estadistas para definir puntos de perfeccionamiento de la unión de Puerto Rico con Estados Unidos en áreas de Gobierno (como los programas de acción y asistencia social, o acordar niveles y condiciones de renta en los residenciales públicos que no penalicen tener trabajo y ahorro).
En ese proceso, es propio recordar que Carlos Romero Barceló se creó su lugar en la historia. Haya serenidad eterna para su alma y paz para su familia.
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