Batallante: El compromiso mayor es cuestión de Dios y la pareja.

Los temas de análisis y consejerías sobre la dinámica de pareja, no son nuevos. Al mismo tiempo, se pueden establecer unos principios básicos, pero no aplicarlos a todos por igual en todo detalle porque cada caso es único.

Por ejemplo, recomiendo que en un tiempo, el libro más promovido para orientar a las parejas fue “Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus”. Con el tiempo, se ha ido comprendiendo y confirmando que lo que hace a una pareja amorosa y estable es mucho más que un libro de moda y la estrategia publicitaria para venderlo.

Hoy es un gran tema la Pandemia del Coronavirus. Sin embargo, los temas que afectan a las parejas y los hogares vienen desde mucho antes de la Pandemia. Esas realidades y esos dramas son más que frías estadísticas, son relaciones humanas. Veamos:

Es sencillo adjudicar a la Pandemia del Coronavirus la merma en bodas y divorcios. Lo retador es analizar los grandes temas que influyen ahí. Por ejemplo:

· Los criterios de selección de pareja. En el pasado, se afirmaba que el hijo que es bueno con la madre será buen esposo; lo que generaba buenas uniones. Hoy se burlan del buen hijo y exaltan al violento, agresor e impositivo; lo que ha dado muy malos resultados.

· El mercadeo del lazo sagrado. En el pasado, se fomentaba dedicar a Dios por completo la unión de dos almas. Hoy, cuando el criterio es unir para atar a un lugar de congregación y tener doble diezmo y doble ofrenda, el resultado no es el mejor. El mejor lugar de congregación es donde la pareja puede ser nutrida con paz y dignidad; y la real vivencia espiritual se desarrolla desde la consagración personal de la unión, la oración mutua y la convivencia de buen hogar.

· El manejo de las diferencias de opinión. La política y la religión son temas que generan los mayores debates. Los más admirables testimonios de complementan en las diferencias de opinión. La idea de que pareja idónea es pensar igual en todo, hay que tomarla con pinzas; ya que no capacita para la natural diversidad. Cuando la pareja se inspira en modelos que fomentan respeto mutuo, como Martin Luther King (activista por la paz y la equidad), el resultado es un hogar sano. Cuando la inspiración está en modelos que fomentan imponer criterios a la brava, como Pedro Albizu Campos (intelecto brillante que al perder dominio propio, se desvió hacia el terrorismo), el resultado no es bueno; pero no es imposible el diálogo para superar eso y rescatar el lazo de amor.

· Fortalecerse ante una crisis económica o temas que afectan la salud (como accidentes, depresiones, enfermedades o condiciones). Es sencillo hablar de amor cuando todo está bien. Es evidente que no faltarán las visitas y las amistades cuando hay prosperidad económica. Es ante las tempestades que aumentan las soledades, y es ahí que hay que crecer. Lo bueno no está en la calamidad, lo bueno es cómo la pareja se levanta y se solidifica.

· Perfeccionar y profesionalizar la orientación pre-matrimonial y la consejería a parejas. Orientar no es recitar libretos y clichés, es mucho más. El mejor modelo de ayuda está en Jesús; quien primero escuchaba a quien pedía ayuda, luego oraba y pensaba, y al final daba el consejo particular y sabio. El tema matrimonial en el Código de Derecho Canónico, es una buena referencia que puede revisar toda pareja; indistintamente de creencias religiosas o de si se congregan o no se congregan. El Código incluye grandes temas, como la unión de personas con diferentes creencias religiosas, la preparación para contraer matrimonio y la ayuda a los casados.

Lo anterior y más ejemplos, confirman que las estadísticas son punta de iceberg. Hay que profundizar para entender y generar soluciones. El mayor punto de partida es el siguiente: El orden de prioridades es el siguiente:

1. Dios.

2. Familia.

3. Iglesia.

La pareja se une para hacer un hogar y el compromiso de ambas almas es ante Dios. El compromiso supremo no es ante lo religioso y/o ministerial. Las opiniones de consejeros espirituales, sacerdotes, pastores, ministros y personas en autoridad religiosa o con un válido pensamiento aunque no ocupen posiciones de autoridad, deben ser atendidas y consideradas. Sin embargo, la decisión le toca a la propia pareja.

A la propia pareja le toca decir sin amarres y sin sujeción a criterios que otros deseen imponer. Es bueno tomar como ejemplo inspirador y aleccionador, testimonios de parejas estables o de parejas que se separaron y lograron reunificarse. Sin embargo, no es correcto pretender usar un mismo testimonio para imponer pautas.

La pareja idónea no es la que otros pretender definir e imponer, sino la persona con la que tú puedes hacer y consagrar el Proyecto de Vida. Los más brillantes testimonios son los de parejas que crean paradigmas, convierten un “No” inicial en un “Sí” fruto de sublimes revelaciones y maravillosa complementación.

Una gran dinámica es hacer pacto con Dios; sin manipulación y con una nueva dimensión de libertad, en la promesa de hacer algo grande para Dios al recibir lo pedido a Dios. Tan válida es la visualización en las cualidades de una pareja idónea sin decir nombre específico de persona, como la visualización en una persona específica como revelación del Espíritu Santo para una perseverancia con dirección y sin margen a dudas. Es sencillo buscar libros, es apasionante y creativo generar juntos un nuevo libro. Todo se trata de vivir y consagrar el nuevo yo y el luminosos nosotros. Adelante…