Me encantó la película "Creeré". Se promoción de esta producción indica que se basa en historias reales.
Mucho se teoriza y se debate sobre el tema de la oración y las formas de oración y de rezos. Hay quienes oran de verdad, pero en un mundo imperfecto también hay quienes dicen que oran y no lo hacen. Hay devociones, la oración personal y la oración de común acuerdo; las esencias unen a todos los cristianos y las revelaciones y los milagros pueden tocar a todos más allá de creencias o hasta de congregarse o no.
En la buena oración hay fe, libertad y amor. En lo más básico, se busca vivir la voluntad de Dios, orar por los demás sin pretender manipularles, buscar que los milagros den luz, y fundamentar la realización de grandes peticiones en hacer grandes cosas para Dios.
Me gustó mucho de "Creeré", el caso en que una pareja no renuncia a orar por un bebé y al lucir todo imposible, optaron por la oración de corazón y suma autoridad en la Palabra y en el buen deseo. No renunciaron y el milagro se manifestó.
Cada caso es único. Para efectos de este texto y de la inspiración de la película para la causa de mi perseverancia, es mejor orar con pasión y convicción, que caer en enaltecer la derrota, el conformismo o la incredulidad. No renunciemos. Que la victoria exhiba justicia perfecta y glorifique la presencia real del Señor. Seamos parte del milagro, del nuevo Génesis.
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Videos:
La Verdad: https://youtu.be/7j-AC07PKQs
Musical: https://youtu.be/_bNUSQ7vFOk
Trailer: https://youtu.be/sX3okDoruYU
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Sigo adelante por la plena realización y consagración de mi petición a Dios y proyecto de vida; no por fijación, sino por amor y convicción; no por ciego egoísmo, sino por los alcances de corazón y edificación del testimonio que superan palabras; no por solo el yo, sino por el nuevo yo y el luminoso nosotros.
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