Hoy 1 de mayo es “Día Internacional
de los Trabajadores” y en “Wikipedia” dice: “Desde su establecimiento en la
mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos
tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional,
celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de
homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron
ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por
la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en
la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde,
el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. En la actualidad es una fiesta
reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general, y se
celebra en muchos países”.
¿Qué significa hoy el trabajo?
Trabajo no es solo lo que se contempla sobre la tarea remunerada (el llamado
“empleo”). Hay trabajo desde al niño que recoge su cuarto, hasta la ama de casa
que hace sus tareas, los abuelos que dan el toque único de amor, las madres
solteras que se multiplican y los padres solteros que deben trascender roles
tradicionales. Vemos así que trabajo es mucho más que lo establecido en el
diccionario.
Aun así, si contemplamos la
situación de los empleos, el panorama es más complejo, por lo que no procede
responder a toda situación y problema con un libreto memorizado. En tiempos de
crisis económica mundial como los actuales, hay mucha competitividad y la
necesidad de ser creativos para generar fuentes de empleo. En consecuencia,
toda persona que tiene empleo, en principio debe dar gracias a Dios. Ese ánimo
y conciencia de consagración, abre ojos y no da espacio a manipulaciones
negativas. Por ejemplo:
1.
Ha habido casos de corrupción que se han tratado de
justificar con lo de seguir instrucciones, y hay quienes desde la inseguridad,
no hacen valer los méritos, no consideran a los trabajadores y fomentan que se pierda
hasta el más básico y personal sentido de respeto y dignidad como medio para
escalar posiciones. Cuando se reconoce que hay que meditar con sumo cuidado
sobre las consecuencias de cada acción, no se cae en el camino equivocado.
2.
La corrupción tiene múltiples rostros y manifestaciones y
los peores no están en la cárcel, están en la libre comunidad porque conocen de
trucos y tecnicismos para escapar del brazo de la justicia. Veo corrupción en
casos como robar ideas; comprar lealtades; premiar la adulación desleal;
manipular lo de “por la institución” para avalar lo que corrompe y no beneficia
ni fortalece a la institución; aparentar en algunos eventos que hay
“compañerismo” para seguir en la dinámica diaria en las prácticas cuestionables
(fomentando el síndrome de “la mujer maltratada”); tergiversar el concepto de
“donde manda capitán no manda marinero”, para establecer que hay que decir sí a
todo sin escrúpulos o discernimiento alguno; desvirtuar los mecanismos de
control y autoridad, al emplearlos por mala fe y no por fomentar productividad;
el menosprecio en contra de las personas que humilde y dignamente asumen
responsabilidades; el abuso y burla en contra de quienes se atreven a decir no
al mal; ver al decente que cumple bien como una amenaza a pisar y limitar en
vez de como un merecedor de apoyo, un aliado y canal de bendición; buscar todo
recurso disponible para quitar beneficios a los empleados; en fin, la lista es
larga.
3.
Es triste cuando en centros de trabajo, se establece lo
de unos empleados vigilando a otros, lo de fomentar el congraciarse con la
autoridad de turno en base a legitimar los peores estilos, lo de menospreciar
al trabajador honesto y cumplidor, lo de lanzar lodo en contra de quienes han
precedido en las funciones, y lo de responder a quien es solidario hacia los
demás con el “resuelve como puedas” cuando necesita ayuda. En el trabajo, al
acoso se le llama “moobing”. En San Juan 15:18-27, Jesús advierte sobre la
persecución en contra de los que hagan el bien, ya que El mismo fue perseguido.
Jesús ha vencido al mundo y no como cuestión de divisiva y ritual religión,
sino como cuestión de mejor rumbo de vida, en El podemos mucho. Por lo tanto,
sigamos perseverando en el bien con amor, visión, inspiración y fuerza
inenarrable; la diferencia estará en no dar la milla extra para agradar a
hombres, sino para agradar al Altísimo que preside y nos ubica en donde Él nos
necesita.
Sea el “Día Internacional de los
Trabajadores”, gran momento para dedicar tiempo para reflexionar y proyectar el
buen camino de verdad:
1.
Valorar, hacer justicia y apoyar al trabajador productivo
y consagrado; dar gracias a Dios por el empleo y por todo taller que hace
patria.
2.
Reconocer que todo trabajo edificante es necesario, importante
y digno, que los títulos son para servir y no para arrogantemente sentirse
superior y negativamente buscar ser servido, y que toda alma se constituye en
trabajadora desde el primer aliento que hace de la vida misma, el gran proyecto
encargado para presentar en el final una obra de fe, amor, visión, humildad,
sinceridad, valor y honor.
3.
Perseverar en lo honesto, digno y correcto. Enfocarse en
agradar al Creador más que a hombres. Hay valentía y heroísmo en no unirse al
“moobing” y al “bullying”.
4.
Ser comprensivos y constructivos hacia quien se ha
retirado y es llamado a evolucionar y no retirarse de la vida, hacia quien por
legítima condición no puede ser empelado y debe dar sentido a su palpitar, y
hacia quien busca empleo.
5.
Sobre todo: que en todo lugar prevalezca el propósito de
dar el ejemplo de una existencia fundamentada en la dignidad, la laboriosidad y
la consagración.
¡Dios bendiga a todos los patronos
y trabajadores; todos llamados a crecer
y fructificar en una vocación! Dios ilumine a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario