El reportaje titulado “Mujeres que
confirman que los 50 son los nuevos 20” trasciende a las famosas, se aplica a
toda dama que brilla con sana autoestima y confirma que toda etapa tiene su
encanto y que la belleza natural se acentúa, perfecciona y redefine.
Atesorar la vida con visión
trascendente, permite fomentar el cuido y la óptima autoestima en todo lo
posible; no hay que tener millones para descubrir, desarrollar y maximizar
talentos y dones. No edifica a los demás ni a la persona en sí, y no agrada al Creador,
el tratar de justificar descuidos, desorden, abandonos, inercia y desidia.
Permite reiterar que se puede armonizar
el brillo externo con el brillo interno.
Veo
que NO es imposible que haya en la mujer la perfecta y armoniosa combinación de
la belleza externa y la interna. Porque la Biblia es como un
Gran Libro de Salud Integral y Medicina para diferentes condiciones, temas y problemas:
·
El contenido de Proverbios
sobre “la mujer virtuosa” nos recuerda que no procede olvidar la humildad, que
al perder valores se convierte en vanidad; que no se tome para fomentar
descuido, la auto-adulación y las imposiciones que no son duraderas.
·
El contenido de Cantares nos
recuerda que lo admirable no es pecado y que el cuido y fomento de la
autoestima da nuevos niveles al amor y la consagrada pasión que redefine la
belleza; que no se olvide selectivamente y no se tergiverse.
Con justo balance, buscando
acentuar todo lo mejor, se enriquece y fructifica la vocación y se logra más.
¡Se Puede lograr el balance perfecto de paz y armonía!
La mujer puede ser cada día más hermosa con el paso del
tiempo; en la medida que supere los estereotipos y rompa moldes arcaicos, se
valore a sí misma y se consagre, y descubra lo que supera palabras en sí misma.
Eso es confirmar
que lo vivido es prólogo, que en la vida no hay retiro sino pasos de evolución.
En verdad Dios se creció al crear a la mujer. Hay grandeza en cada mujer
que redefine y perfecciona el concepto “belleza”. En Génesis 2:18-25 se
presenta la creación de la mujer como la más inspirada obra maestra. No es
casualidad, sino causalidad, que sea de la mujer un poder de origen creador y
el vital rol maternal. Veo algo del ojo detallista de la mujer, en el relato de
inicio de Génesis cuando Dios trae luz y orden a la Tierra.
Reconocer a las mujeres, es reconocer todo lo puro que supera las palabras,
que se encarna en la mujer. Es tener acción de gracias y al mismo tiempo,
dedicar un recuerdo especial a las mujeres y las madres que han partido de este
mundo. Es dar motivos de regocijo para dar vida a la vida. Sean siempre sabias
y bendecidas todas las mujeres y las madres. Adelante en la vida como sabia,
heroica y victoriosa causa de amor.
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