El Estado Libre Asociado de Puerto Rico es fruto de un
admirable y ejemplar proceso; fue bien creado en 1952 como fórmula no-colonial
y tiene plena dignidad moral y política. Veamos tres ejemplos de posturas
presidenciales salomónicas:
·
En el proceso constitucional puertorriqueño, nuevo del
aval del pueblo en las urnas, el presidente demócrata Harry S. Truman, firmó la
Ley que autoriza la Constitución, expresó: “That act, adopted by the Congress
in the nature of a compact, became effective only when accepted by the people
of Puerto Rico in a referéndum”.
·
El presidente demócrata John. F. Kennedy tuvo gran
amistad con el gobernador Luis Muñoz Marín y sumo entendimiento sobre las
virtudes del ELA. El 25 de julio de 1961 emitió un
Memorando en que estableció lo siguiente: “Because of the importance and
significance of Puerto Rico in the relations of the United States with Latin
America and other nations, it is essential that the executive departments and
agencies be completely aware of the unique position of the Commonwealth, and
that policies, actions, reports on legislation, and other activities affecting
the Commonwealth should be consistent with the structure and basic principles
of the Commonwealth”.
·
El presidente republicano Ronald Reagan comprendió la
gran sabiduría de armonizar la iniciativa para la cuenca del Caribe con
mantener la Sección 936. Reagan agradeció al gobernador Rafael Hernández Colón
por el apoyo para “promover la democracia y el progreso económico en toda la
región del Caribe”. Puerto Rico ejerció un gran liderato en el Caribe en lo
cultural, lo industrial y la creación de empleos. En el mensaje de estado de
1988, Hernández Colón informó sobre un crecimiento económico que sigue siendo
factor aleccionador. Dijo Hernández: “…hoy trabajan 126,000 puertorriqueños más
que en enero de 1985; 29,000 de ellos jóvenes… La pujanza económica se siente
en todas partes. ‘La economía --dice el último informe del Banco Popular—‘se
halla en estos momentos disfrutando de un apogeo como no se habla presenciado
en más de 10 años’. Hemos hecho posible que el Producto Nacional Bruto creciera
en 1987 a un ritmo de 5.1 por ciento –mayor que el ritmo de crecimiento de
Japón, Alemania, o los Estados Unidos”. Expresó: “El progreso del sector
manufacturero del cual Puerto Rico se venía beneficiando desde que comenzó la ‘Operación
Manos a la Obra’, tambaleó en 1978 al aprobarse una ley ideológicamente
inspirada que limitó los incentivos industriales --y redujo de 15,000 a 7,000 los
empleos promovidos anualmente por Fomento. Y nuevamente el futuro de nuestra
manufactura peligró en 1985, cuando dos políticos de la minoría entorpecieron la
lucha de Puerto Rico por salvar la sección 936 de la cual dependen cerca de
300,000 empleos. Y si algo hemos confirmado en la lucha por el mantenimiento de
la 936, es que las agrupaciones políticas responsables nunca deben poner sus
dogmas ideológicos por encima de la inapelable realidad. Las supersticiones son
siempre nocivas, pero cuando afectan perjudicialmente al destino económico de
todo un pueblo, es menester renunciar a ellas, aunque sólo sea como tributo al
sentido común, actitud a la que invito a los miembros de la minoría que aún
persisten en el error. Les señalo que, en defensa del bienestar de Puerto Rico,
se unió al gobierno el sector privado, el sector laboral, la comunidad en
general, incluyendo al fundador del principal partido de oposición, y de esa
manera ganamos la batalla de la 936, salvando esos 300,000 empleos. Les señalo
además, que derogada la insensata ley de 1978 y aprobada una nueva ley de
incentivos industriales, que se ajusta a nuestra realidad, hemos logrado
inversiones manufactureras por $2,879 millones y 25,000 nuevos empleos
industriales en 3 años”.
Nótese en el origen, el carácter de convenio del ELA,
con una estructura funcional y efectiva. La actual crisis económica de Puerto
Rico fue causada por malas prácticas administrativas del pasado, no por la
estructura del Estado Libre Asociado.
Pretender culpar al ELA por la crisis económica y
buscar la destrucción de tan buen sistema democrático-constitucional en base a
manipular ese tema, es tan irracional, como si en un hogar se pretendiese
demoler la casa propia que tanto requirió levantar y edificar, por las fallas
administrativas del jefe o la jefa de familia.
Lo que requiera el presente y el futuro, será de bien
en la medida que afirme lo correcto, se potencien y maximicen las instituciones
que hacen patria, se consagre todo lo mejor y no se caiga en las cainistas
tentaciones malsanas. Procede redescubrir al ELA y
edificar ahí; esa es la clave para echar pa’lante. Dios ilumine a todos.
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