viernes, 1 de abril de 2016

Rubén Blades necesita superar la esclavitud de la ideología.

Rubén Blades es gran músico, actor y poseedor de un intelecto con brillantez y genuinas inquietudes. Sin embargo, ¿cómo se atreve a pretender definir lo que es y lo que no es latino? Eso es soberbia. Eso es una falta de consideración y de respeto a tantas familias que buscan mantener lazos más allá de la distancia y a tantos que en Estados Unidos mantienen su identidad y cada día tienen retos de concienciar, fomentar soluciones salomónicas y mantener unas buenas raíces en el hogar.  
                       
Con sus comentarios sobre Jennifer López, Rubén Blades proyecta ciertos celos ante el nivel de internacionalización logrado por Jennifer y Marc Anthony; el fomento del cainismo con la comparación con Donald Trump; insatisfacción por los logros de Puerto Rico en su relación única con Estados Unidos en una democrática ruta diferente a la de otros países latinoamericanos; y la esclavitud de la ideología de izquierda que limita y no comprende que las culturas crecen y se hermanan superando fronteras.

Las raíces latinas son más que los celos y personalismos de algunos. Jennifer López y Marc Anthony son grandes ejemplos edificantes y se han ganado una admiración creciente que hace historia. En la nación multicultural, lo latino que ha tenido que explicar mucho sobre que emigrar no es traicionar, y dar grandes batallas por legítimos sueños, va cosechando logros y trazando nuevos paradigmas. Lo latino va ampliando la participación en diversas áreas y esculpiendo el perfil de países que pueden evolucionar y del continente que puede alcanzar nuevas alturas en ese proceso.

Eso es gracias a las perspectivas de trascendencia y superación que no son viables en la esclavitud de las ideologías fosilizadas de izquierda que ven la prosperidad en lo democrático como una amenaza y colocan a hermano contra hermano (que justifican estancamientos en vez de buscar que los países latinos desarrollen niveles de libertad integral y progreso que les permitan a las personas poder optar por echar pa’lante en Estados Unidos y echar pa’lante en su suelo natal). Que Rubén Blades respete, agradezca a Dios sus dones y redescubra lo edificante y unificador.


            

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