El ELA de 1952 y su crecimiento siguen siendo alternativa; lo que no es
alternativa es la renuncia a las buenas bases. No son alternativa los
adversarios de las causas puertorriqueñas que desean destruir al ELA desde su
interior. Sí son alternativa quienes buscan el crecimiento y perfeccionamiento
de las instituciones puertorriqueñas sin el cainismo de destruir todo un
sistema democrático constitucional.
Pretender culpar al ELA por la crisis económica y
buscar la destrucción de tan buen sistema democrático-constitucional en base a
manipular ese tema, es tan irracional, como si en un hogar se pretendiese
demoler la casa propia que tanto requirió levantar y edificar, por las fallas
administrativas del jefe o la jefa de familia.
El ELA no es colonia; el ELA no es la causa de malas prácticas
administrativas; el ELA es potenciación con trayectoria y frutos a tono con el
concepto Patria-Pueblo; el ELA es creatividad democrática con plena dignidad
moral y política; el ELA es Puerto Rico.
·
“En el sentido de que nuestro sistema norteamericano no
es estático, en el sentido de que no es
un fin, sino el medio hacia un fin --en el sentido de que es un organismo con
miras a crecer y extenderse para hacer frente a las condiciones y tiempos
cambiantes en un país grande-- en el sentido de que cada esfuerzo gubernamental
nuestro es un experimento --así las nuevas instituciones del Estado Libre
Asociado de Puerto Rico representan un experimento-- el más nuevo experimento y
quizás el más notable de los experimentos gubernamentales de Norteamérica en
nuestras vidas”. --Earl Warren, Juez Presidente del Tribunal Supremo de Estados
Unidos
·
“Puerto Rico es verdaderamente único. Nos sentimos
felices de que Puerto Rico sea un Estado Libre Asociado autónomo, orgulloso,
unido a los Estados Unidos por propia decisión. Esta Isla en las aguas del Caribe,
entre dos grandes macizos continentales, ha sido fecundada por dos poderosas
corrientes de la historia, enriquecidas por dos grandes tesoros de la cultura.
Con ellas Puerto Rico ha dado forma a su propia manera de vida mezclando lo
mejor de lo viejo y de lo nuevo. Su programa de desarrollo, cuyas raíces son la
confianza propia, la ayuda propia, el propio logro, han causado tremendo
interés en cada área del mundo libre. Y
para otros pueblos que ahora luchan por realizar sus aspiraciones y ambiciones,
el Estado Libre Asociado de Puerto Rico ha demostrado que el valor, la
persistencia, la fe en los hombres y en el destino que Dios le ha dado, pueden
abrir caminos a través de barreras y obstáculos que pudieran parecer
insuperables. Ustedes han hecho para el Estado Libre Asociado un record de
logros en que muchos otros pueblos alrededor del mundo han encontrado
experiencias e inspiración--.” --Dwight Eisenhower
·
“En Puerto Rico
nos sentimos profundamente orgullosos de la aportación al pensamiento político
de América que significa el Estado Libre Asociado. Nos sentimos orgullosos como
puertorriqueños y como ciudadanos de Estados Unidos. El Estado Libre Asociado
es creación del espíritu de ambos pueblos. La capacidad de ambos para
desarrollar nuevas formas políticas; la disposición de Estados Unidos, tan
claramente demostrada en el caso de Puerto Rico, de respetar y respaldar los
deseos democráticamente expresados por un pueblo –aún llegando a adoptar nuevas
formas e instituciones en su manera tradicional de federalismo- hacen que se
ahonden nuestra confianza en nosotros mismos como puertorriqueños, nuestro
afecto por el pueblo de Estados Unidos, nuestro respeto por la libertad que
simboliza, sostiene y genera. No es libertad rutinaria. No es libertad incrustada
en rígidos moldes jurídicos. Es libertad creadora de nuevas dimensiones de
libertad”. –Luis Muñoz Marín.
·
“La creación del Estado Libre Asociado fue la culminación
de una centenaria tradición autonómica que lanza su primera palabra con el
obispo Arizmendi en la Catedral de San Juan y con Ramón Power en las cortes de
Cádiz. Esa idea se ennobleció con sacrificio de los mejores de nuestros
mayores. Hoy seguimos recordando con el más profundo respeto a aquellos hombres
que arrastraron la persecución, la cárcel y el exilio en defensa de nuestros
intereses y nuestros derechos.
Y, entre ellos,
tenemos hoy nuestro primer recuerdo para el hombre que finalmente pudo dar
forma y poner por obra las ideas de libertad y de justicia que venían madurando
a lo largo del tiempo el líder, el arquitecto de una nueva esperanza, Luis
Muñoz Marín. Nosotros somos la continuación de esa historia y esa historia no
puede perderse...
Una nueva
dimensión de soberanía necesaria para que un país como Puerto Rico vinculado
con los Estados Unidos a través de la común ciudadanía, pero con historia,
cultura y circunstancias diferentes, pudiera enfrentarse a los más graves
problemas de pobreza extrema y superarlos adquiriendo un nivel de desarrollo
que no ha sido igualado en toda la América latina.
Una nueva
dimensión de soberanía que brinda a las libertades civiles de los
puertorriqueños las protecciones de dos constituciones: la constitución
americana y la constitución del Estado Libre Asociado. Doble protección para el
pleno disfrute de todos los derechos constitucionales que proceden de la común
ciudadanía de los Estados Unidos de América…
Su carácter
autónomo está plenamente reconocido. Ya no puede haber dudas sobre su soberanía
dentro del sistema federal...”
--Rafael
Hernández Colón
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