El nombre de Miguel Echenique puede que
no sea familiar para muchos, pero se trata de un economista que le sirvió muy
bien a Puerto Rico. Al enterarme de su fallecimiento, entendí que partió
alguien que, por lo menos desde la dimensión profesional, podía partir con la
paz de un cumplimiento cabal y aleccionador.
Mucho se ha hablado sobre la crisis
económica a nivel mundial dada en el cuatrienio de 1973-76. En ese entonces, el
mundo entero enfrentó una crisis por el aumento en el precio del petróleo. Eso afectó
a todos, indistintamente de la condición política. Para comprender eso mejor,
veamos la descripción que presentó el gobernador Rafael Hernández Colón en su
mensaje de estado del 29 de enero de 1976:
·
“Tenemos que buscar las formas de mejor
valernos dentro de la peor recesión que se ha desatado a escala mundial desde
la Segunda Guerra. Esta recesión proyecta una clara división entre las
economías nacionales y entre regiones y ciudades dentro de algunos países.
Aquellos países ricos en petróleo o de gran producción agrícola para
exportación, lo ha pasado relativamente bien. Irán, Arabia Saudita y Venezuela
son algunos ejemplos. Otros países como Italia, Inglaterra, la India, el Japón,
Argentina y Chile, han sufrido amargamente. Para los italianos, nada podrá
borrar el 1975, como el peor a año económico de Italia después de la Segunda
Guerra Mundial. Los ingleses creen estar llegando al final de la peor recesión
desde 1930. El Gobierno Laborista de Wilson, con apoyo de las uniones, ha
elevado la producción a primera prioridad nacional por encima de los objetivos
sociales. En América del Sur, la inflación opacó todo lo demás –quizás con la
excepción de la aparición de nuevos regímenes de opresión autoritaria. En
Argentina los precios han aumentado un 53% en el 1975. La inflación en Chile es
aún peor; se han cuadruplicado los precios y sus ingresos por concepto del
cobre se han reducido considerablemente. La economía de los Estados Unidos
sigue siendo la más fuerte del mundo, pero tuvo una merma en el pasado año
fiscal de un 4.6% en su producto nacional bruto y, peor que eso, en el año de
su Bicentenario, el país no se ha podido recuperar moral y espiritualmente de
la crisis de Vietnam y Watergate. Su economía ahora comienza a recuperar de la
peor recesión en 40 años. Los estados productores de petróleo, o aquellos de
fuerte producción agrícola como Tejas, Oklahoma y los estados del Mediano
Oeste, casi no han sentido los efectos de la recesión. Sin embargo, estados
como Nueva York, Massachusetts y Connecticut están haciendo enormes esfuerzos
para evitar la bancarrota y poder sobrevivir económicamente, con un alto por
ciento de su gente desempleada, con aumentos en las contribuciones, y con
reducciones dolorosas en sus niveles de vida. Los pobres en estos estados han
sido los más afectados. La crisis más seria la ha sufrido la ciudad de Nueva
York, que ha tenido que rendir parte de su autonomía gubernamental, reducir sus
servicios públicos, decretar cesantías en masa y aumentar sus contribuciones.
Aún con la ayuda del gobierno Federal, Nueva York vive una nueva agonía cada
vez que tiene que pagar su nómina. Miles de nuestros compatriotas residentes en
dicha ciudad sufren las consecuencias de esta enorme crisis”.
Ningún país estuvo exento. La Isla no
cayó en una crisis mayor gracias a su estructura como Estado Libre Asociado. No
obstante, el 11 de diciembre de 1975 fue presentado el informe Tobin al
gobernador Hernández Colón y el 16 de diciembre, el Gobernador explicó el mismo
en un mensaje televisado. Fue un informe sobre la realidad económica del país.
El informe fue hecho por un Comité presidido por el Dr. James Tobin, de la
Universidad de Yale. Tobin llegó a recibir el premio Nobel en Economía.
El informe señaló temas como el costo
del petróleo y lo administrativo, y recomendó el desarrollo de actividades
económicas competitivas. Luego surgió el informe Echenique (por haber sido
dirigido el grupo por el doctor Miguel Echenique), con recomendaciones para el
modelo de desarrollo económico. En parte del mensaje del 16 de diciembre, dijo
Hernández Colón: “El Informe Tobin, pese a sus apariencias, no es un informe
pesimista. Es un informe optimista porque no nos dice que estamos en un
callejón sin salida. Ni que es la nuestra una situación de desesperanza. Nos
indica claramente que con la situación se puede luchar y que por sacrificio y tenacidad
podemos vencerla”. El tiempo no permaneció congelado y Puerto Rico venció.
En términos sencillos: El informe Tobin
fue el diagnóstico y el informe Echenique fue el tratamiento de recuperación.
Grande fue el servicio del informe Echenique.
En tiempos difíciles, se logró la
Sección 936, el impulso a la agricultura y el turismo, y otros avances
sociales. Se confirmó que con el ELA se puede y que es un engaño manipular el
tema del status. Tras la derrota de 1976, el tiempo le dio la razón a las
medidas adoptadas por la administración Hernández Colón ante la crisis. Con la
administración Romero se polarizó y politizó al país y se elevó el desempleo por
políticas basadas en lo ideológico.
En 1984 triunfó el PPD y con la administración de Hernández Colón a partir de 1985, comenzó el
renacer del país. Ideas de “La Nueva Tesis” (proyecto de desarrollo integral
que contó con ideas del informe Echenique como una de sus fuentes de información)
de Hernández de 1979, fueron implantadas. En el mensaje
de estado de 1988, dijo el gobernador Rafael Hernández Colón: “Me satisface
profundamente anunciarles que hoy trabajan 126,000 puertorriqueños más que en
enero de 1985; 29,000 de ellos, jóvenes. Cumplimos con creces la promesa
principal de nuestra campaña crear nuevos empleos. Las políticas económicas que
hemos implantado en estos tres años, crearon empleos aquí, al doble del ritmo
de Estados Unidos. La pujanza económica se siente en todas partes. ‘La economía
--dice el último informe del Banco Popular-- se halla en estos momentos
disfrutando de un apogeo como no se habla presenciado en más de 10 años’. Hemos
hecho posible que el Producto Nacional Bruto creciera en 1987 a un ritmo de
5.1% --mayor que el ritmo de crecimiento de Japón, Alemania, o los Estados
Unidos. Nos sentimos orgullosos de ese logro. Para poder apreciarlo en toda su
magnitud, para entender a cabalidad que ese crecimiento responde a la dirección
económica que se ha imprimido al país, cito del análisis económico del New York
Times del 27 de diciembre pasado: ‘El crecimiento económico mundial está
desacelerándose... hay filas más largas de desempleo desde el norte de
Inglaterra hasta el norte de Ohio... La desaceleración está teniendo serios
efectos sobre las expectativas y niveles de vida... Para el trabajador
americano promedio la desaceleración en crecimiento significa que el ingreso
real no ha crecido desde 1973’. Sin embargo, en Puerto Rico, el ingreso
personal disponible, ha crecido un 11.3 % desde 1984; un incremento seis veces
mayor que en el cuatrienio anterior. Claramente los puertorriqueños están menor
hoy que hace tres años. Hoy la familia puertorriqueña promedio dispone de un
ingreso de $20,016 al año, tres mil dólares más que en 1984. Ese crecimiento en
el ingreso familiar fortalece nuestras familias y nos satisface haberlo
alcanzado”.
En el mensaje de
estado de 1991 dijo el gobernador Rafael Hernández Colón: “El sector de la
construcción avanzó durante el 1990, logrando un crecimiento de 8.1%. La
agricultura en el pasado año fiscal --a pesar del impacto de Hugo y de la
intensa sequía en la Zona Sur-- alcanzó $721 millones, un descenso mínimo de 1%
con relación a la producción récord de 1989. Tuvimos también nuevos éxitos.
Realizamos nuestro primer embarque de café gourmet al mercado japonés, montante
a 400 quintales y se negocia la exportación de 2 mil más para el próximo año,
así como 700 para el mercado de Europa. En 1990 el turismo continuó su
acentuada expansión, con un aumento de 11.5% en los gastos de visitantes sobre
el pasado año fiscal. Nuestros bancos comerciales, respaldados por $14 billones
de depósitos de fondos ELA-936, tuvieron un crecimiento porcentual mayor que la
banca comercial norteamericana. Y, las rentas públicas se han manifestado
ligeramente por encima de lo estimado. Considerando la fortaleza que mantiene
nuestra economía estimamos para el próximo año fiscal un crecimiento de 2.74%.
Proyectamos las rentas .públicas en $4,166 millones, con aumentos
presupuestarios para atender servicios prioritarios. La salud fiscal del ELA
contrasta con los déficits que confrontan numerosos estados que han anunciado
dolorosas medidas para cuadrar sus presupuestos, entre ellas, el despido masivo
de empleados y el recorte de servicios esenciales, incluyendo los de educación
y salud”.
Con toda sinceridad, hasta 1992 Puerto Rico iba en el
buen camino: Había logros como la descentralización, la municipalización, la
internacionalización y reales índices de crecimiento socioeconómico, e incluso
llegó a ser el quinto país exportador a nivel mundial. Fue apartarse de esa
ruta y no la naturaleza del ELA, lo que creó la crisis que hay que solucionar.
Se puede echar pa’lante con el ELA, que sigue vigente y funcional; son ciertos
funcionarios de turno disfuncionales los que no cuadran con eso.
La realidad de la Junta de Control Fiscal surgió por una
deuda causada por malas prácticas administrativas, no por el ELA. Pretender
culpar al ELA por la crisis económica y buscar la destrucción de tan buen
sistema democrático-constitucional en base a manipular ese tema, es tan
irracional, como si en un hogar se pretendiese demoler la casa propia que tanto
requirió levantar y edificar, por las fallas administrativas del jefe o la jefa
de familia.
Afortunadamente la base que da vida al ELA, es más que
funcionarios de turno. En tiempos retadores, celebremos afirmando que renunciar
no es opción, que perseveramos con valor y heroísmo, y que creemos en Puerto
Rico. El mejor tributo a Echenique y los forjadores, será recordar sus vigentes
lecciones y con esa base, restaurar al país. .
Vivimos tiempos retadores y el país nos necesita a todos.
Son tiempos en que más se necesita la inspiración fundadora al nivel enseñado
por Luis Muñoz Marín, unir generaciones y motivar para hacer y consagrar
patria. Son tiempos en que más se necesita creatividad y pleno progreso con
equidad, a tono con lo humano y cristiano.
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“Venceremos el problema que nos agobia. Que ningún
puertorriqueño vea a otro puertorriqueño como su adversario. El problema que
confronta Puerto Rico es el adversario de todos. Luchemos todos por vencerlo,
cada cual en la forma que crea la más honrada y más sabia – sin agredirnos con
pequeñeces y por pequeñeces. Que tengamos la claridad de espíritu para entender
el problema, la fuerza de voluntad para trabajar en resolverlo, la honradez
para hacerlo sin demagogia: ese es mi ferviente deseo para mi pueblo en este
tiempo en que tenemos que salir de la rejoya, pasajera pero trágica, para poder
emprender una vez más la jalda que nos lleve a nuevos y mejores caminos de
creación y justicia y de buen saber humano y de buen saber puertorriqueño”.
--Luis Muñoz Marín
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“Vayamos hacia un Puerto Rico que labore por metas
reales, por el máximo bienestar de su gente y del país, por los valores de la
armonía y el afecto y no los de la disputa y el encono”. –Rafael Hernández
Colón
Reportaje: http://www.elnuevodia.com/negocios/economia/nota/reportanfallecimientodeleconomistamiguelechenique-2223497/