El factor en que fallan malamente predicaciones,
mensajes y servicios de consejería psicológica y espiritual, es que no siguen
el método básico enseñado por Jesús. Veamos los puntos básicos que dan forma a
ese método:
·
Jesús no atendía a las personas con libreto memorizado
o una colección de clichés. Jesús daba cada persona, atención única, personal y
especial. Por ejemplo, en Marcos 10:50-52, Jesús le dijo al ciego que buscaba
ayuda: “¿Qué deseas que haga por ti?” Vemos ahí que Jesús enseña el método de
atender y escuchar primero, para luego buscar dar la mejor atención posible que
requiera el caso particular. Eso no da espacio a la vía rápida, cómoda, limitada
y superficial.
·
Jesús no era indiferente a las necesidades urgentes de
las personas. Por ejemplo, en Marcos 8.1-10 tenemos el relato de la
multiplicación de panes y peces. Dice ahí: “Y Jesús, llamando a sus discípulos,
dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo,
y no tienen qué comer…”. Jesús no se limitó a hablar, tuvo empatía. Hay veces
en que no basta con el mensaje y la consejería, hace falta la obra de acción
social que define la esencia y la calidad de la fe.
Jesús enseñó un método de vocación
real, en que no se es lapa para vivir de otros, se trata a cada persona con
plena dignidad y buen corazón, y lo sincero es determinado por la fe definida
con obras. ¿Todavía existen en Puerto Rico predicaciones, mensajes y servicios
de consejería psicológica y espiritual que se hagan en la forma correcta? Ojala
que existan, porque se necesitan con urgencia. Dios ilumine a todos.
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