Por siempre para mí queda marcado el 25
de junio de 2016, porque en este día Mami se fue al cielo. Han pasado 3 meses. En
verdad deseaba un tiempo adicional con ella, Adela Martínez Cruz, pero porque
soy hombre, ¡sigo llorando de corazón y con razón!
El domingo 25 de septiembre de 2016 se estará
llevando a cabo la tercera Misa de Cumple Mes por el eterno gozo y paz de Mami,
en la Catedral de Ponce en la Misa de 11:00 am. Quienes seguimos perseverando,
mucho tenemos que buscar de lo trascendente, de lo eterno, de las grandes
lecciones, de los motivos de vida.
El jueves 25 de agosto se llevó a
cabo la segunda Misa de Cumple Mes en la Catedral de Ponce al; mediodía. El Evangelio
fue según San Mateo 24:42-51:
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“Estén prevenidos, porque ustedes no
saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a
qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las
paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre
vendrá a la hora menos pensada. ¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y
previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir
el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al
llegar, encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará
administrador de todos sus bienes. Pero si es un mal servidor, que piensa: 'Mi
señor tardará', y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con
los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará.
Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y
rechinar de dientes”.
En la Homilía, el sacerdote aprovechó
para exhortar a estar preparados porque no se sabe en qué momento viene el Hijo
del hombre. Dijo “no sabéis el día ni la hora”. Al hablar de estar preparados,
señaló que la la muerte no tiene la última palabra, y que así confiemos en
nuestras obras.
Ante esas palabras, recordé lo que decía un
pastor de que no tiene sentido preparase para la muerte, ya que eso es algo que
siempre les llegará a todos. Decía que para lo que hay que prepararse es para
la vida, porque al hacer bien la vida, como resultado lógico llegará el fin
redentor. Eso tiene mucho y buen sentido.
Con toda sinceridad, reconozco que hay
veces que despierto temprano y deseo vivir que despierto de un sueño, llego a
la sala y encuentro a Mami sentada en el sofá, actualizándose con el noticiero
de TV y al verme llegar, dice “buenos días”. Con lágrimas en los ojos,
reconozco que eso ya no ocurrirá; y los libretos de que está gozando en el
cielo, cuidándome desde el cielo, o que es el tiempo y la voluntad de Dios,
resultan ser ya superficiales e insuficientes (por la forma en que se han ido
tergiversando esos conceptos de buen origen). Se necesita mucho más…
Si trascendemos, ¿cuántas personas
vemos luchar toda una vida y partir de este mundo sin lograr lo que les
predicaban que se lograría “en el tiempo de Dios”? Cuando algo así pasa, los
clichés y libretos triviales y manipuladores no son suficientes y no consuelan.
Se necesita mucho más.
Porque no soy perfecto, soy un ser
humano con virtudes y defectos, y no tengo el monopolio de la verdad, respeto
los derechos del ser humano y el que haya creencias y la búsqueda de la
felicidad legítima. Pienso que hay buenos resultados cuando las creencias
fomentan amor constructivo e intelecto plenamente racional. Lo que no veo bien
es el estilo de crear cadenas y limitaciones en vez de dar alas y sana
autoestima.
Sobre la existencia o no existencia
de Dios, siempre me ha cautivado el análisis sobre el primer origen de vida del
universo del que es parte el mundo (el llamado “primer motor”). Hay veces que
me pregunto si la realidad divina (por darle un nombre a lo que supere el
intelecto o a lo que pueda expresarse en palabras) es superior y totalmente
diferente a todo lo que se conceptualiza desde la perspectiva religiosa.
Tanto quienes creen que Dios no
tiene mal corazón, como quienes creen en otros principios, pueden coincidir en
que ya es hora de ir desarrollando nuevas rutas de conocimiento que en verdad
infundan certeza y paz. Estoy convencido de que quienes tienen creencias de fe
en forma constructiva, deberían fomentar sabiduría y libertad en vez de
oscurantismo y temor. Veo también que quienes tienen convencimiento en lo
evolutivo, hacen muy bien en fomentar los nuevos pasos evolutivos que dan
luz.
Ojalá que todo lo bonito y gloriosamente
perfecto se esté cumpliend en Mami. Mi madre tenía una voz que daba serenidad
ante todo, y una sensibilidad y humildad que le daban autoridad. ¡Que mucho se
necesita hoy ese nivel de serenidad que respeta y no necesita recurrir al grito
o al estilo cuestionable! Imposible contener las lágrimas cada vez que recuerdo
la última vez que mi madre me dijo “Dios te bendiga”.
El día que falleció Mami, una inusual
lluvia hubo en Ponce; no falla que llueve cuando parten almas buenas. Mi madre
mereció más en la vida, y al mismo tiempo le dio luz a todo lo que tuvo y
alcanzó. Haya gozo eterno a ella y paz a todos los que seguimos perseverando.
¡Mi alma sigue llorando con la inspiración en quien afirmó que Dios se creció
al crear a la mujer! ¡Sigo llorando y sentidas lágrimas permanecen en el
interior; con amor, sentimientos y todo lo que supera palabras! ¡Lloro de
corazón y con razón!
A dos meses de
distancia, reafirmo: Mami siempre en el recuerdo, perseverancia y fe.
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“Santísimo Amor de
Jesús, te consagramos nuestros corazones, nuestras vidas, y nuestras familias”.
--Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
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“Las
madres puertorriqueñas ocupan un pedestal en nuestros corazones, un sitial de
honor ante el derroche de ternura, amor y sacrificio que ellas regalan
diariamente, en la plenitud de su entrega a la familia. Maternidad es sinónimo
de protección que comienza al concebir al hijo y perdura siempre no importa los
años que éstos vayan cumpliendo. Las madres puertorriqueñas son la fuerza de este
pueblo. Lo dan todo: comprensión, consejo, y consuelo. Tienen las madres
puertorriqueñas una dignidad ejemplar en la dulzura de su amor y en la valentía
de su lucha por los hijos. Las madres traen la paz, y son la esperanza que como
suave brisa sopla las velas de la vida para conducirnos a mares tranquilos…
Para aquellas madres que con ejemplo de virtud y
abnegación cumplieron su maravillosa misión en la tierra y fueron llamadas a la
presencia de Dios, paz, descanso, agradecimiento y gloria eterna en el Paraíso
del Padre. A todas las madres, gracias por ser presencia de Dios en medio de
nosotros.”. –Rafael Hernández Colón
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“Jamás en la vida encontrarás ternura mejor, más
profunda, más desinteresada y verdadera que la de tu madre". --Honoré de
Balzac
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“Dios no podía estar en todas partes y por ello creó a
las madres”. --proverbio judío
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“Mi madre fue la
mujer más bella que jamás conocí. Todo lo que soy, se lo debo a mi madre.
Atribuyo todos mis éxitos en esta vida a la enseñanza moral, intelectual y
física que recibí de ella". --George Washington
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“Madres, en vuestras manos tenéis la salvación del
mundo”. --Leon Tolstoi