Un reportaje del 28 de septiembre de 2020 colocó sobre
el tapete, el tema de bajas en las matrículas en las universidades en Puerto
Rico. El 30 de septiembre, fue difundido un vídeo en que un profesor de la
Católica maltrata y humilla a una estudiante. La causa de los problemas no es
la Pandemia.
Desde mucho antes de la Pandemia, los terremotos y el
huracán, hay una crisis universitaria en Puerto Rico. Se evidencia en tres puntos
clave:
·
La forma en que se ha
desvirtuado la libertad de cátedra y convertido en una licencia para imponer
ideas y abusar.
·
La forma en que se ha corrompido
el término de “académico” al convertirlo en un medio para sentir superioridad
sobre los demás y medio para dar vía libre a la arrogancia que hiere y la
soberbia que maltrata. Como agravante, eso fomenta la mentalidad de que el
maltratado hoy, sea el maltratante mañana; alentando la expectativa de tener el
turno para el desquite y dar vía libre a la arrogancia y la soberbia al
desempeñarse en su rol una vez graduado.
·
La forma en que se
fomenta el mensaje de que “uno no tiene problemas con el jefe y el profesor”.
Eso es una forma de educar para ser en el futuro agresores y corruptos, ya que
enseña a perder los escrúpulos y decir sí a lo que sea para lograra un fin.
Tradicionalmente, la
respuesta ante humillaciones y el maltrato, es ignorar el tema por lo fugaz que
pasa un semestre. Hay veces que las humillaciones son notables y hay veces que
son sutiles o burlonas. Lo entiendo por las vivencias que he tenido como
estudiante. Ante la crisis, los estudiantes optan por cambiar de universidad,
abandonar lo universitario, o emigrar. Sin embargo, ya es hora de optar por
algo mejor.
Una cosa es ignorar lo
humillante que se reciba y seguir adelante con el cumplimiento de unas tareas y
recibir una nota. Otra cosa es lo que se siente cuando quien recibe el maltrato
es una amiga o un amigo, la novia o esposa, una hija o un hijo, la sobrina o el
sobrino, o casos en que se ve un abuso craso que hiere la fibra más íntima del
alma. Genera impotencia que no hay mecanismo adecuados para atender efectivamente
este tipo de problema y la tendencia es justificar o restarle importancia y
seriedad.
Por lo anterior, se
necesita la Gran Reforma Universitaria en todas las instituciones
universitarias en Puerto Rico. Una cosa es ser educador fuerte y estricto, y
otra cosa es perder dominio propio y ser maltratante. Habrá líderes políticos
que opten por no entrar en este issue; unos por temor y otros por congraciarse con
quienes convierten la cátedra en medio de adoctrinamiento. Hay que superarlos y
educarlos también.
La reforma universitaria
mayor requiere algo más que teorías curriculares. Requiere una nueva dinámica
de educador-discípulo. Que el fruto del proceso educativo universitario, sea
hacer buenos seres humanos, que sirven dese las vocaciones con dignidad,
respeto, humildad, empatía, consagración, decencia y principios incorruptibles.
Se puede y se debe lograr; máxime en la extensión territorial de Puerto Rico.
Se puede alcanzar un sistema ejemplar y de vanguardia.
Lo que se ve en el
video de humillación y maltrato, NO es un caso aislado. En la Católica, es un
grave problema que hay que resolver. Es recomendable que todos los profesores
deban aprobar periódicas y rigurosas evaluaciones psicológicas, para ayudarles
a mejorar y no mantener en el salón a agresores. Debe darse en todas las
universidades.
En el vídeo, hay
violencia en contra de una estudiante y de una mujer. La Oficina de la
Procuradora de la Mujer y los organismos de ley pertinentes, deben tomar acción
para que cese la impunidad. Al haber consecuencias, habrá soluciones.
Ante la crisis, afortunadamente NO todo está perdido.
Que sean destacados, fomentados e incentivados, los educadores que sirven bien,
honran y consagran la vocación. El tema de la Pandemia, debería servir para
comprender que:
·
La vida es breve y frágil,
y procede fomentar paz integral y crecer.
·
Por lo general, un
trabajo universitario consta de un documento que se puede corregir con Delete y
escribir de nuevo. Las heridas en el corazón no se resuelven tan fácil.
·
De nada vale el título
universitario si la persona se degrada.
Demos vida a la vida.
Demos trascendencia y valor real y efectivo a los títulos. Definamos al ser con
calidad humana, honor a lo sagrado y la vida como causa de amor.
Video: https://www.facebook.com/ambar.marie.56/videos/2068404733292355
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