jueves, 28 de julio de 2011

Ante todo y ante todos

Ante todo y ante todos, sigo bendiciendo a Melina León. Pienso que lo mejor que se puede hacer en tiempos retadores y de creciente violencia, es no patrocinar lo que fomenta el chisme destructivo y más violencia, sino a las almas con dones que nos recuerdan el depósito divino y de inmenso potencial en cada cual (algo que no todas las almas lo reconocen, lo descubren y lo desarrollan, pero que está ahí). Es cierto que no deben haber murmuraciones, difamaciones, intenciones de descrédito y enfermizas agendas para canalizar celos y frustraciones, o buscar lograr unas cosas y/o influenciar en las vidas de los demás, a base de juzgar y atacar a otros. Es cierto que es mejor orar por las personas constructivamente que hablar destructivamente. También es cierto que Jesús pidió que el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra, y todavía, tantísimos años después, se sigue esperando esa primera piedra.

Es fácil criticar a quien se considera está en un error o un camino equivocado y sumarse así al corillo de la mediocridad; es más retador buscar de Dios las formas para que la alma por la que se ora, en la medida que la intención va más allá del alcance humano, reciba desde lo Alto, el jamaqueo y la luz para rectificar; no por el egoísmo irracional que no trasciende de la persona, sino por la libertad integral que alimenta la fe, infunde paz y se fundamenta en desear lo mejor más allá de uno mismo. Seamos sinceros: Todos en algún momento hemos rechazado el buen consejo, por lo que procede ser comprensivos y seguir en el puro y consagrado corazón. Es en el lugar secreto de oración que se define lo que se es de verdad ante la conciencia y el Señor.   

La canción se titula “Veneno” y he visto información que indica que “el veneno puede utilizarse de tres maneras: para matar y para producir alucinaciones, pero también para tratar enfermedades, porque la ciencia ha descubierto que algunos compuestos de determinados venenos animales y vegetales pueden ayudar a curar”. ¿Cómo diferenciar lo que da vida y lo que no da vida? A eso no se puede responder con libretos memorizados, ni se debe responder con palabras de condenación o de manipulación. Atacarán los que tengan mal veneno en vez de sangre. Que todo bien que se pueda hacer y toda etapa que se pueda vivir en crecimiento integral, sea luz en un mundo que necesita mucha luz, en la medida que sea el Señor en uno. Melina, por sus buenas obras y el depósito divino, no merece menos, merece todo lo mejor. Sigamos bendiciendo –con fe, visión, respeto, honestidad, sinceridad y buena voluntad- al alma con el nombre artístico de Melina León, su familia y colaboradores, y a fans y amigos para que sean real y sabio canal de bendición. El Señor impere en todo. Adelante en el buen camino, en el nombre de Jesucristo.

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