sábado, 7 de febrero de 2015

Mensaje a quienes optan por no participar en actividades de la Clase.

Hay veces que uno debe escribir como cuestión de conciencia; como si de ello dependiera mucho, y más que uno mismo.
                                
Reconozco que hubo unos años de reuniones de nuestra Clase Graduada de Ponce High de 1985 en que no participé, por estar desempleado. Hubo también etapas en que factores desánimo por razones ajenas a la Clase, generaban apatía.

Merece respeto quien opta por no participar en actividades de la Clase. No deja de ser miembro de la clase y no se pierde la amistad por ello. Es razonable encontrar motivos para no participar, como pensar que una crisis financiera o personal aísla, no estar en el escenario que se visualizaba en el momento de la graduación, o estar en etapas en que –incluso en bendición-- se piensa que no amerita recordar años formativos.

Seré más directo: Hay en el país quienes dicen no creer en los reencuentros de Clase, no le encuentran sentido y argumentan que no procede mirar al pasado. Podrá haber quienes buscan escapar de heridas y podrá haber quienes piensan que es signo de debilidad atesorara días dorados. La realidad es que quien se mofa de la expresión “estás igualito”, en verdad proyecta que le gusta la dinámica rejuvenecedora; y como patrón general, quien critica en verdad desea participar. En la medida que al sincerase la persona ve que agrada el concepto de reencuentros y su potencial forjador, de ahí procede apoyar y participar en todo lo posible. Como algunos puntos básicos:
·         He aprendido que cuando en la vida las circunstancias son más adversas, es cuando más hay que buscar motivos positivos y solidarios. Por eso, a quien decide no participar por sentirse mal, mi recomendación es decir presente y participar.
·         Hay quienes critican que luego de las actividades no se coincide nuevamente, pero eso no debe ser así. Muchas formas hay para mantener la comunicación más allá der las actividades y por eso, mi recomendación es decir presente y participar con la determinación de crear nuevos paradigmas de real y constante confraternización.
·         Lamento las reuniones y actividades que me perdí. Por ejemplo, me perdí las etapas iniciales de quienes comenzaban a formar familias. No siendo posible echar el tiempo atrás y enmendar, sí se puede participar ahora con nueva conciencia.

Indistintamente de circunstancias, es toda una hazaña el haber llegado al presente. Procede dar gracias (cada cual desde su perspectiva de trascendencia) y buscar propósitos para dar vida a la vida.
En el proceso, redescubrir las esencias que tanto bien potenciaban en Ponce High (en los gratos recuerdos y en lo no tan grato, siempre presente lo que de alguna forma dibujaba una sonrisa o renovaba la esperanza; habiendo alegrías y penas, pasos y contrastes, en un mundo imperfecto en el que el Supremo Maestro exhorta a perseverar y seguir adelante), y que mucho más pueden potenciar hoy al crecer.

Invito a todo el que conozca a alguien que considere no participar en actividades de la Clase, a compartir este mensaje con dicha persona. Es un mensaje con el corazón en la mano. Es un mensaje para alentar el amor, la fe y el idealismo con los pies en la tierra, que reconoce que no renunciar y participar es el acto más revolucionario ante el mundo, ante uno mismo y ante el Creador. Es un mensaje-llamado para que con respeto a toda decisión, se tenga presente que la Clase somos todos.

¡El 30 Aniversario de la Clase Graduada de Ponce High de 1985 es Tú, es Nosotros, es Todos! ¡Di Presente! ¡Participa!


·         “Quien tiene la voluntad tiene la fuerza”. --Menandro De Atenas




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