Batallante: La nueva aventura a trazar: El nuevo mundo luego del Covid-19...

El tema de epidemias y pandemias es parte de la historia de la humanidad. Sin embargo, la Pandemia del Coronavirus (Covid-19) incluye otros factores que vienen desde antes del virus, como crisis económica, jamaqueos en los sistemas de los países, cambio climático, fuertes huracanes y terremotos, violencia, rupturas en los hogares y una tabla invertida de valores.

Ya no bastan los libretos memorizados, los clichés y el simplismo para responder a todos con lo mismo. Ya no es suficiente recitar "usa mascarilla y lávate las manos" o "pronto nos volveremos a abrazar". Ya muchos han partido y no es viable olvidar a fallecidos y sus familias, o dar la espalda a los enfermos y sus familias, y a tantos batallantes por la vida ante el virus.

Aunque es loable el positivismo, fomentar las medidas de protección posibles y la vacunación, es necesario educar más al pueblo sobre el virus y otras enfermedades, y cómo lograr una vida más saludable, armoniosa, empática, solidaria y plena.

Voy más allá: Desde mi niñez en la década de 1970, muchas teorías he escuchado sobre el fin del mundo. Muchos pensaban en un final de destrucción apocalíptica. Hoy veo que un mundo termina y luego del Covid-19 habrá un nuevo mundo. No funciona y no convence el libreto escapista de que el virus tendrá un final, con el fin de buscar regresar a la normalidad y evadir los grandes temas.

De hecho, en una e las fue tes que incluyó, dice: frase: "No volveremos a la normalidad porque la normalidad era el problema". La fuente de eso está en https://www.google.com.pr/amp/s/www.elconfidencial.com/amp/alma-corazon-vida/2021-01-22/asi-sera-mundo-tras-el-coronavirus-por-99-expertos_2907100/.

La lógica dicta que habrá quienes no entiendan y no cambien, o se resistan al cambio. Habrá quienes se concentren en unos aspectos, como lo religioso, la política y la geopolítica. Sin embargo, porque la vida es compleja, lo mayor es más.

En el nuevo mundo, no todo sería lo ideal porque no deja de ser un mundo imperfecto, pero hay posibilidades (sin caer en lo incorrecto de invocar "lo bueno de la Pandemia"). Al escribir hoy, veo que todas las almas que puedan vivir el momento en que se proclame el fin del Covid-19, enfrentarán llamados como los siguientes:

* Dar nuevo sentido y poder a dar gracias por la vida.

* El ideal no está en lo político, sino en el ser humano y su sana realización.

* El fin religioso no es para bendecir a algunos o excluir a otros, sino fomentar al abrazo inclusivo, sanador y de bendición.

* Respetar con más aprecio y respeto a los mayores sobrevivientes. Poner fin al discrimen por edad.

* Cambiar la dinámica universitaria. Poner fin al maltrato a estudiantes y destacar más el valor humano que los títulos.

* Para lograr buenos hogares, perfeccionar los criterios de pareja; como volver al principio de que el hijo que es bueno con la madre, será buen esposo.

* Ver al trabajo como más que horario y cheque; honrar al sustento y maximizar las tareas productivas.

* Que colocar a Dios primero en todo, sea más que palabras.

* Ante lo frágil y breve de la vida, que se dé luz a la existencia mediante testimonios de reconciliación, restauración y edificación.

* En Puerto Rico, no solo hay que superar al insularismo y crecer en lo multicultural que fortalece lo patrio; también hay que superar los insularismos entre las personas y las brechas demasiado notables en la limitada extensión territorial.

* Mucho del éxito de la humanidad dependerá del éxito del Programa Espacial. Porque es sabia inversión y no un derroche de recursos, procede apoyar a este Programa, a los adelantos de las ciencias, las artes y el conocimiento, y a los visionarios en el nivel de lo que inspira Star Trek sobre la más optimista y eficaz perspectiva en torno a los mejores destinos de la humanidad.

* Para el progreso socioeconómico, habrá que fortalecer la educación empresarial, incentivos adecuados para cada país y fomentar una nueva conciencia sobre la prosperidad integral que es calidad humana sin apetitos desmedidos y justa capacidad valorativa de los seres humanos.

* Para que el nuevo y mejor mundo no caiga en lo utópico, procede lo siguiente: Cada persona solo tiene control de sí; por lo que a cada persona le toca hacer su mejor esfuerzo y consagrar sus realidades.

No sé cómo será n las cosas cuando termine el Covid-19. No sé que otros retos habrá. Hay escenarios que se pueden anticipar o visualizar. Ante todo, hay que comprender que hay retos, y también oportunidades.

En el presente, es importante seguir las medidas de protección, apoyar a los profesionales de la salud y los científicos que desarrollan curas y tratamientos, no olvidar a fallecidos y familiares, en fin, luchar por la vida. En esa línea, la gran misión es visualizar el nuevo mundo más allá del virus e ir forjandolo desde ahora. Adelante en la vida como causa y vocación de amor.